LAS DENUNCIAS DE LAS VICTIMAS DE TRATA Y ESCLAVITUD SEXUAL Y LABORAL QUE LA JUSTICIA SE NIEGA A INVESTIGAR – republicado

INDICE- Esclavitud en la España del Siglo XXI

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Considero que la trata de personas, especialmente de mujeres y niños, para someterlos a trabajos forzosos y a la explotación, incluida la explotación sexual, es una de las violaciones más atroces de los derechos humanos a que hacen frente las Naciones Unidas en la actualidad. Se trata de un fenómeno muy difundido que se agrava cada vez más. Tiene sus raíces en las condiciones sociales y económicas de los países de origen de las víctimas y se ve facilitado por las prácticas discriminatorias contra la mujer e impulsado por la cruel indiferencia ante el sufrimiento humano de parte de los que explotan los servicios que las víctimas están obligadas a prestar. El destino de esas personas más vulnerables es una afrenta para la dignidad humana y un grave problema para todo Estado, todo pueblo y toda comunidad”.

Kofi A. Annan

Secretario General ONU  (1997 – 2006)

Víctima de trata

 

Sumario: 

[1]  DECLARACION JORNALERA 9 

[2]  DECLARACION JORNALERA 3

[3]  DECLARACION JORNALERA 1

[4] DECLARACION JORNALERA 8

[5] DECLARACION JORNALERA 2

[6] DECLARACION JORNALERA 4

[7] DECLARACION JORNALERA 5

[8] DECLARACION JORNALERA 6

[9] DECLARACION JORNALERA 7

[10] DECLARACION JORNALERA 10

 

 

 

 

[1] DECLARACIÓN JORNALERA 9 

E: entrevistadora

E: ¿podrías hablarme un poco de tu situación familiar?

-Mi situación familiar es normal, acomodada, gracias a Dios. E: ¿Tienes hijos?

-Sí, estoy casada y tengo dos hijos. Mi situación es muy normal, no tengo problemas, no tenía hasta que llegué a este “país feliz” (se ríe con ironía)

E: ¿Cómo se te ocurrió venir aquí?

-La información sobre eso (el trabajo) se publicó y me llegó al móvil. Las chicas hablaban de ello, una se lo decía a otra. Le propuse la idea a mi marido, me dijo que eres tú la que lo tendría que pensar y si te gusta el trabajo, vete.

E: ¿De qué zona eres? De

E: ¿Anteriormente, llegaste a conocer alguna mujer que vino a trabajar y volvió a Marruecos después?

– Muchas

E: Es decir, ¿Te sentaste con ellas a hablar, les preguntaste, etc.?

– Sí, vinieron antes que nosotras, el día que llegamos nosotras nos comentaron que la situación está muy mal, no es un buen trabajo, que tendríamos que volver a nuestras casas, el jefe es mala persona, nosotras no pensábamos que esto sería así, que trabajaríamos poco.

E: No, no, antes de llegar aquí, en Marruecos ¿pudiste conocer a alguien allí, a alguna mujer que haya venido a España por lo mismo?

-No, no

E: ¿No sabías nada?

-No sabía nada ni pregunté a nadie.

E: En cuanto a la persona que publicaba los anuncios de ANAPEC, ¿es siempre la misma persona?, ¿pudiste conocerlo?

-No, no llegué a conocerlo.

E: ¿No viste el anuncio?

-No, yo no vi ningún anuncio, a mi me lo dijo la gente. Nos dijeron que el día tal hay que inscribirse, fuimos al lugar indicado, salió el comité del ANAPEC e inscribieron a todo el que quería.

E: ¿Quién os recibió en Tánger?

-en realidad no nos recibió nadie hasta que llegamos al lugar y allí encontramos a los de ANAPEC.

E: ¿Los de ANAPEC estaban en Tánger?

Así es.

E: ¿Tú cuando les dejas tu pasaporte en ese momento, se lo quedan?

-Sí, se lo quedan hasta que entremos al puerto.

E: ¿Se quedan los pasaportes para haceros los visados?

-Sí

E: ¿Quién os pagó el visado?

-Nos lo pagamos nosotras

E: Cuando fuisteis a Tánger, concordaron con vosotras el día y la hora en Tánger para la próxima vez.

-Así es. Nos llamaban con un día o dos de antelación para comunicarnos que el día tal a las 5:00 o 6:00 de la mañana tendríamos que estar en Tánger, en el puerto. Allí nos llamaban a cada una con su nombre y nos entregaban los pasaportes.

E: ¿Alguno de los de ANAPEC os acompañaba a Tarifa?

No, cuando llegamos a Tarifa nos esperaba y las chicas que trabajan con él. Nos esperaba delante de los autobuses.

E: ¿Los de ANAPEC os comunicaron que os esperaría alguien en Tarifa?

Sí, nos dijeron que otros nos recibirían en Tarifa

E: ¿Cómo lo reconocisteis?

No lo reconocimos, él llevaba un megáfono y llamaba a la gente para que se acerque a él.

E: Vale, ¿tú sabías que cuando llegaríais a Tarifa habría autobuses que os llevarían a otro lugar? ¿sabías que os dividirían en grupos y os llevarían a distintos lugares?

No, no sabíamos nada hasta que llegamos y nos dijo (que trajésemos nuestras maletas y esperemos a que nos nombre. Seguimos sus indicaciones, empezó a nombrarnos y nos dijo que la que escuche su nombre que suba al autobús nº 1, después nombró a las del autobús nº 2 y así hasta nombrar todas las mujeres que tenía apuntadas en la hoja. Cuando terminó subió al autobús y la chica que lo acompañaba también empezaron a decirnos que iríamos a tal sitio, allí tendréis un jefe que os dará un suma de dinero para que hagáis vuestras compras. Os llevará a la tienda para hacer la compra y a donde podáis comprar una tarjeta para hablar con vuestras familias y comunicarles que habéis llegado.

E: ¿Quién os dijo esto?

y la chica que lo acompañaba

E: ¿La chica es marroquí?

Sí, marroquí. Una vez montadas todas en el autobús, subían ellos y con megáfono nos comunicaban todo lo eso.

E: ¿Todo lo que me has contado, os lo dijeron ellos?

Sí, todo nos lo dijeron ellos, palabra por palabra. Nos dijeron que iremos a Huelva y una vez allí nuestro jefe nos daría 10000 ryal a cada una

E: ¿Cuánto son 10000 ryal?

50 euros. Nos darían 50 euros y pondrían a nuestra disposición medios de transporte para ir a hacer las cosas que nos harían falta y las tarjetas SIM para hablar con nuestras familias. El autobús que nos llevaría también nos devolvería hasta el lugar donde nos instalaríamos. Pero nada de eso era verdad. Subimos a los autobuses, llegamos y nos recibieron en la puerta de la finca las mujeres marroquíes que trabajaban allí. Nada más bajar nos preguntaban por qué habíamos venido a ese lugar y nos decían que si fueran nosotras darían media vuelta y volverían a sus casas.

E: ¿Quién os dijo esto?

Las marroquíes que trabajaban allí, las antiguas.

E: ¿Las encontrasteis allí?

Sí, nos decían que solo sufriríamos por las malas condiciones. Nosotras no nos estábamos creyendo lo que veíamos.

E: ¿Qué veíais? Cuéntame lo que pasó cuando llegaste a la finca.

Ocurrió lo que te estoy diciendo, nos recibieron las antiguas empleadas marroquíes.

E: ¿No vino nadie a traduciros?

No, no vino nadie a recibirnos y traducirnos. Era un día de lluvia, el suelo estaba mojado y todo lleno de barro. El autobús paró en medio del barro, se ensuciaron nuestras ropas y las marroquíes que nos recibieron nos ayudaron a llevar nuestras maletas. Estuvimos esperando una hora o una hora y media delante de las caravanas hasta que vino una rumana y nos abrió las habitaciones. Metió a seis mujeres en cada habitación, se fue y nos sentamos. Estuvimos esperando unas dos horas hasta que regresó con algunos utensilios de cocina. Nos dio dos sartenes, dos ollas y una docena de vasos. Nos advirtió que si se rompe algo lo pagaríamos nosotras.

E: ¿Doce vasos de agua, para el té o para qué?

Vasos para el agua que nos servirían para todo. Una docena de vasos, otra de cucharas, otra de platos, dos sartenes y dos ollas. Esto es todo, para doce mujeres. ¡Ah! y una bombona de butano. Nos dio eso y se marchó. Nos mojamos con la lluvia y así pasamos esa noche. Cuando amaneció…

E: ¿Qué sucedió al día siguiente por la mañana?

la mañana siguiente, no vino nadie.

E: ¿Cuánto tiempo seguisteis así?

Ocho días

E: ¿Sin trabajar?

Sin trabajar ni nada. Preguntamos a las mujeres que trabajan allí, les preguntamos con quién podríamos hablar, les dijimos que necesitábamos números nuevos para hablar con nuestros hijos y hacer la compra, teníamos poca comida. Nos dijeron que si esperábamos que él (el jefe) nos llevara, estaríamos esperando en vano. Nos preguntaron si nos habían dicho que nos darían dinero y nos llevarían a hacer la compra, les respondimos que sí y nos dijeron que todo era mentira que no nos darán nada ni nos llevarán a ningún lugar.

E: ¿Las mujeres que trabajaban allí sabían todo?

Sí, ellas lo sabían. Nos dijeron que fuéramos a la carretera principal e hiciésemos autostop, por allí pasa gente que nos llevaría pagándoles entre 2 a 5 euros.

E: ¿Quiénes os llevarían?

Cualquiera que se dedica a llevar personas en su coche. Normalmente, son rumanos los que se paran para llevar a la gente y te cobran entre 2 y 5 euros. Pero esto en caso de encontrar. Fuimos a hablar con el jefe y nos dijo que todavía no podíamos trabajar y que nos fuéramos a dormir. Decidimos salir a la carretera y hacer autostop. Estuvimos esperando dos horas hasta que se paró un rumano y nos montamos a su coche. Una vez dentro nos dijo literalmente “wach diru m’aya friki-friki?” (¿queréis acostaros conmigo?). No entendimos nada, nos reíamos porque no sabíamos lo que estaba diciendo.

E: ¿Qué es friki-friki?

No sabíamos lo que era hasta que se bajó la cremallera del pantalón y sacó su pene.

E: ¿Se bajó la cremallera del pantalón?

Sí, te lo juro por Allah que lo hizo, como te lo estoy contando.

E: ¿Él os decía friki-friki y vosotras no entendíais nada?

Nosotras nos reíamos porque desconocíamos lo que nos decía hasta que abrió la cremallera del pantalón y sacó su pene. Nos pusimos a gritar, paró el coche y bajamos de él.

E: ¿Salisteis en medio de la carretera?

Así es, después se paró otro coche, el dueño era marroquí. Durante el trayecto nos hablaba y nos pedía nuestros números de teléfono. Cualquiera que pasaba por allí deseaba algo, te pedía algo a cambio. Era imposible encontrar a alguien que te llevaba sin pedirte algo a cambio.

E: ¿En realidad, los encargados de la finca son los que os tenían que llevar a hacer la compra y evitar exponeros a todo esto?

Sí, nos expusimos por el solo hecho de necesitar salir a buscar comida. Si no das tu número de teléfono o no le hablas, no vas a poder llegar al sitio al que quieres ir.

E: ¿Qué pasó después? Cuéntame todo, ¿cómo llegaste a esta situación?

Pasó esto que te estoy contando. Fuimos a hablar con él varias veces y nos decía que aún no podíamos trabajar y que nos fuéramos a dormir, así hasta que pasaron ocho días. Entonces, vino la rumana y nos entregó nuestros pasaportes.

E: ¿O sea que el primer día se llevó vuestros pasaportes?

Sí, el primer día se llevó nuestros pasaportes para apuntarnos y nos los devolvió. Fuimos varias veces a pedirle dinero para hacer nuestras compras y nos decía que no nos iba a dar nada hasta que trabajásemos. La mañana del día que íbamos a trabajar, ocho días después de nuestra llegada, le dimos otra vez los pasaportes y nos indicó donde trabajaría cada una. Nos dijo con qué encargada/o trabajaríamos cada una. Por la mañana temprano, subimos con las demás al autobús que nos llevaría al lugar de trabajo. No había sitio, hicimos el trayecto apretujados, fue muy incómodo. Hubo peleas a la hora de montar en los autobuses, primero subían los rumanos y después los marroquíes. El conductor insultaba a la gente.

E: ¿El conductor era marroquí o español?

Español. Cuando llegamos al lugar no entendíamos los que nos decían, los encargados eran rumanos. Nadie nos ensañaba lo que teníamos que hacer.

E: ¿Es decir, nadie os dio una formación previa?

No, nada.

E: ¿En qué trabajaste tú?

En la fresa.

E: ¿A qué hora empezabais a trabajar?

A las 07:30.

E: ¿Cuántas horas?

trabajábamos hasta las 14:30

E: ¿Teníais tiempo de descanso?

Media hora para comer y volver a trabajar hasta las 14:30. Luego descansábamos una hora y había quien hacía horas extra, trabajábamos hasta las 20:30. No nos pagaban las horas extra.

E: ¿Tú has trabajado alguna vez por la tarde?

Sí, trabajé tres veces por la tarde.

E: ¿A qué hora entras y sales por la tarde?

Empezamos a las 15:30 y terminamos a las 20:30. 

E: En total trabajaste tres días por la tarde. ¿Y cuántos días has trabajado en total?

Llegamos el día 17

E: ¿17 o 27?

No, 17 y estuvimos 8 días paradas.

E: ¿Y cuántos días has trabajado en total?

Trabajé 9 días

E: ¿Sólo 9 días?

Sí, en abril trabajé 9 días pero solo me contaron 7. No me pagaron dos días de trabajo ni las horas extra.

E: ¿El resto te lo pagaron?

E: ¿Cuánto te dieron?

74000 ryal

E: ¿Cuánto es eso en euros?

No sabría decirte cuanto es en euro.

E: ¿Y en dírham?

Pregunta a

E: Perdona buenos días, ¿cuántos son 74000 ryal en dírham?

70000 ryal son 3500 dírham.

E: Unos 350 euros.

Sí, pero es son 70000 ryal solo. ¿Cuánto le has dicho, 74000 ryal

E: ¿Te pagaron a final de mes?

No, a los 5 días de empezar el siguiente mes.

E: ¿Y después que pasó?

No nos dieron las nóminas y cuando preguntábamos nos decían que no había.

E: ¿Y esos tres días que trabajaste por la tarde, te pagaron por las horas extra?

No, no me pagaron

E: ¿Qué pasó después de trabajar y cobrar?

El primer día que fuimos a trabajar nos dijeron que nos daban un día para la formación, aunque en las hojas que nos llegaron ponía que tendríamos 15 días de prácticas y si no nos gustaba nos devolverían a casa. Nada de eso era verdad, trabajamos el primer día, el segundo y al tercero nos dijo la encargada que no hemos conseguido recolectar lo mismo que las antiguas trabajadoras, tenéis que trabajar tanto como cualquiera que ha venido antes que vosotras. Es decir, que tienes que trabajar al mismo ritmo que al de una que lleva 6, 7 o 8 años. Todas las nuevas de mi grupo, que éramos 6 o 7, fuimos devueltas al lugar donde residíamos por no trabajar como las antiguas. Nos dijo que nos fuéramos a dormir.

E: ¿Cuánto tiempo estuvisteis sin trabajar?

Dos días. Cualquiera que iba a trabajar le decía que se volviera a dormir.

E: ¿Cómo comenzaron los problemas?

Desde un principio, no estábamos conformes con el estado de vida que estábamos llevando. Teníamos solo una bombona de gas para todas. Solo para preparar una taza de té tenías que coger turno y siempre surgían peleas y discusiones por todo. Cuando volvíamos de trabajar, todas queríamos preparar nuestras comidas y siempre había que coger turnos.

E: ¿Pagábais el alquiler y las facturas de la luz y el agua?

No, nos dijo que nos lo descontarían de nuestros sueldos.

E: ¿Cuánto os descontarían?

600 ryal que son 3 euros

E: 3 euros cada mes.

No, 3 euros al día.

E: ¿3 euros al día para pagar el alquiler y las facturas de la luz y el agua?

Sí, esto afectaba tanto a la que trabaja como a la que no.

E: ¿Qué más?

Hacíamos turnos para entrar a la ducha, a veces se formaban filas de 15 o 20 mujeres y cuando te tocaba el turno tenías que duchar con agua fría.

E: ¿Cuántas duchas teníais?

Unas 10 duchas

E: ¿Cuántas mujeres se encontraban en ese pabellón?

Muchas, unas 100 o un poco más, sin contar las que estaban en otros sitios. Lo que te contaba que a veces se armaban peleas en la fila para entrar a la ducha o a la cocina. Muchas veces te tocaba renunciar a la ducha y a la comida y volver a tu habitación para dormir. Siempre igual y cuando se lo decíamos a ella (la rumana), nos decía que no podía hacer nada por nosotras y que si se vaciaba la bombona tenías que esperar un día entero. Asimismo, si enfermas, nadie se preocupa por tu estado.

E: ¿Enfermaste alguna vez en la finca?

Sí, un día me retorcía del dolor y cuando fui a decírselo para que me lleve al hospital, me dijo que no tenía coche y no podía hacer nada por mí. Le pedí que me devolviera mi pasaporte porque lo tenía en ese momento, no quiso, me dijo que la oficina se encontraba cerrada en ese momento. Me había acompañado una chica marroquí para traducir. Después se metió a su habitación, al rato regresó con una pastilla, me la dio y me dijo que me la tomara.

E: ¿No sabías de qué era la pastilla?

No, no sabía de qué era. Volví a mi habitación, me la tomé, pero me siguió doliendo. Las chicas llamaron a un señor para que me llevara al hospital, vino y le preguntamos si podíamos ir sin el pasaporte. Pero, nos dijo que no, el pasaporte era necesario. Así que lo que hice fue coger el pasaporte de otra chica para poder ir al hospital.

E: ¿Cogiste el pasaporte de otra chica?

Sí, no aguantaba el dolor.

E: ¿Quién te acompañó?

Fueron dos chicas que habían estado conmigo en la habitación. Cuando salimos, nos la encontramos (a la rumana) y en ningún momento nos preguntó a dónde íbamos. Ella no llevaba a nadie. Había otra mujer que llevaba tres días en un estado pésimo y por mucho que se lo decíamos, no quería saber nada. Incluso se la llevamos a su puerta inconsciente, le daba igual. Personas de fuera fueron los que llamaron a la ambulancia.

E: ¿Tuviste algún accidente de trabajo?

No

E: Vale, cuéntame cómo tuvisteis el valor de contar todo lo que os estaba pasando, de exigir vuestros derechos.

La situación fue la misma durante muchos días, siempre había peleas, discusiones, etc. hasta que un día, por casualidad, vinieron otras personas.

E: ¿Hablas de ….? 

E: Fue porque lo llamó…

Sí, pero vino con más personas que no conocía, no sé si eran del consulado, no sé de dónde. Vinieron a hablar con nosotras y yo tuve la valentía de contarles lo que estaba pasando. Les conté absolutamente todo, se sorprendieron mucho, no se lo esperaban. Les hablé de la mujer que se cayó y estuvo gritando de dolor desde las 00:00 a.m hasta las 12:00 p.m. E: ¿Hablas de que tuvo una rotura? Sí, ese día yo estaba dormida en mi habitación y ella dormía en la habitación de al lado, la escuché gritar por la noche y me levanté. Le pregunté a las chicas quién era la que no paraba de alborotar y no nos dejaba dormir porque pensé que estaba bromeando. Decidí ir a buscarla, salí de mi habitación y me dirigí a la suya. Eran las 00:00, a esa hora no tenemos luz, nos lo apagan. Entre a su habitación y le pregunté cabreada por qué no nos dejaba descansar, ya que al día siguiente teníamos que madrugar. La encontré tirada en el suelo, en un estado lamentable, estaba blanca y no cesaba de pegar gritos de dolor. Pregunté a las chicas presentes sobre lo que le había ocurrido y me dijeron que estaba durmiendo y se había caído de la cama de arriba. Es una mujer mayor, le pregunté si le dolía…

E: ¿De dónde se había roto?

De aquí, de la pierna.

E: ¿Por la mitad?

Sí, le pregunté qué era lo que le había pasado y me contestó que se había caído desde arriba. Pregunté a las chicas que estaban con ella si la habían informado (a la rumana) y me dijeron que no. Entonces, volví a mi habitación, me vestí y fui a buscarla junto con otra chica. Le toqué la puerta, le conté lo que estaba sucediendo y me dijo fríamente que ella no podía hacer nada, ni se molestó en ir a verla como estaba. No pudimos hacer nada, la levanté del suelo con la ayuda de otra chica y ella seguía gritando. Por la mañana, nosotras tuvimos que marcharnos al trabajo y se quedó con ella una chica. Cuando volvimos nos comentó que la ambulancia no se la llevó hasta las 12:00 p.m.

E: ¿Y qué pasó cuando vinieron los miembros de la asociación cultural musulmana?

Cuando vinieron, la gente empezó a contar sus problemas, cada uno por un lado. Les preguntaron si tenían el mismo problema y dijeron que sí. Entonces, les dijeron que encarguen a una o dos para que sean las portavoces del grupo. Así que, como vieron que fui yo la que empezó a hablar, me encargaron ser la portavoz y así lo hice. Pero, los jefes me llamaron la atención pro haber hablado con los de la asociación sobre…

E: ¿Es decir que hablaste del jefe, de…?

Sí, del jefe, de los problemas de la gente y todo.

E: Pero, ¿quién te llamó la atención?

El jefe y la encargada de la que te hablé, la rumana. Les conté a los de la asociación todo lo que nos estaba perjudicando y, por eso, me llamó la atención. Cuando se fueron, la tomó conmigo, no me dejaba tranquila, cualquier cosa que hacía le parecía mal, no me dejaba trabajar. Me reprochaba continuamente el haberles contado lo que estaba sucediendo allí y me decía que el jefe era buena persona y que la mala era yo. Le dije que yo solo defendí nuestros derechos, la gente me pidió que hablara y yo lo hice.

E: ¿Cuánto tiempo seguiste en esta situación?

Yo solo conté lo que estaba pasando. La situación se prolongó durante una semana y como siempre que iba a trabajar me echaban, dejé de ir. Le di mi pasaporte y le dije que es mejor que vuelva a mi país, porque ya no aguantaba la situación y el tener que trabajar un sí y un día no. Cuando iba a preguntarle cuando me podía ir, me decía que todavía no, como que me intentaba castigar. Le pedí que me diera mi dinero y yo me iría sola. Incluso vendría Jalid a por mí, en esa semana él iba a bajar a Marruecos, estaba en Francia, pero ella se negaba a darme el dinero y me decía que no me iba a ir. Un día de esos, cuando me desperté por la mañana encontré fuera a las mujeres que habían vuelto del trabajo y se había armado un escándalo delante de las oficinas. ¿Por qué? Porque les dijo que ya no les iba a pagar por día, sino por caja.

E: ¿Ese día fue el miercoles, verdad?

E: ¿El día que hicieron la manifestación, verdad?

Sí, les dijo que ahora en adelante les pagará 150 ryal por caja, 300 ryal dos cajas. La fresa no estaba… Nadie aceptó la nueva medida, ni los marroquíes ni los rumanos.

E: Es decir, según me han dicho las chicas, dos cajas por 1.50 euros.

Así es

E: ¿Cómo son de grandes las cajas? ¿Cuántos kilos pueden tener?

5 kilos, son cajas de plástico

E: Algunos me han dicho 7 kilos y otros 5, no sé…

No, 5 kilos. Lo que te decía, yo me desperté debido al alboroto que se había armado delante de las oficinas, todo el mundo gritaba y protestaba. Incluso, había mujeres que se desmayaron y otras pegaban pataletas en el suelo. El jefe les decía que ellos no trabajan, ya no quedaba trabajo para ellos, él no ganaría nada pagándoles por día y ya no tenía interés en hacer eso. ¿Cómo que ya no tenía interés en pagarles por día? ¿Para qué los trajo si no tiene con qué pagarles? Yo también me uní a la manifestación y protesté. Le decía que no tenía derecho a hacer eso, que era injusto y me contestaba diciéndome que yo ni siquiera tenía derecho a hablar. La marroquí que estaba con ellos también me decía que era mejor que guarde silencio y me callé. Los marroquíes y los rumanos seguían protestando, algunos grababan vídeos y les decían que no lo hicieran. El jefe se reía, le daba igual todo, no le importaba que hubiera gente desmayada y tirada por el suelo. Finalmente, nos separamos y se disolvió la manifestación. Los rumanos no estaban de acuerdo con lo que estaba sucediendo, algunas rumanas cobraron por la noche y se marcharon. Sin embargo, a las marroquíes no quisieron darles su dinero. Al día siguiente, vino un comité de rumanos y habló con el jefe, consiguieron llegar a un acuerdo y los rumanos que se quedaron siguieron cobrando lo mismo que antes. Las antiguas empleadas marroquíes que no protestaron siguieron trabajando igual. En cuanto al resto, les dijo que si querían trabajar cobrando por cada caja que trabajen y el que no quiera aceptar esto no tenía trabajo para él.

E: ¿Y qué pasó después?

Después como habían echado fotos a lo sucedido en la manifestación, por la tarde vino lajna (comité)

E: ¿Cuando dices lajna te refieres a los de AUSAJ?

Sí, efectivamente

E: ¿Te refieres a Jesús, Belén,…? Nuevamente, les contamos lo que había sucedido y nos dijeron que si no estábamos conformes con eso que hiciésemos fotocopias a nuestros pasaportes y apuntásemos nombres en un papel. Les dijimos que los pasaportes los tenían ellos, por lo que nos dieron otra opción que es la de apuntar el nombre y el número de nuestro documento nacional de identidad. Viendo esto, por la tarde nos dieron nuestros pasaportes, les pedimos las nóminas y también nos las dieron.

E: ¿Os dieron vuestras nóminas?

Sí, como vieron que habíamos hablado con la asociación nos las dieron, pero no a todos. Sin embargo, en las nóminas no ponía todo lo que habíamos trabajado. Habían puesto más dinero del que nos habían dado en realidad.

E: O sea que en la nómina ponía más dinero. Por ejemplo, ¿a ti cuánto te habían puesto que has cobrado?

No sé lo que ponía en la nómina, pero lo que me dieron era menos de lo que habían puesto.

E: ¿Tienes la nómina?

No, se la dí a Jesús.

E: Vale, ¿y empezasteis a hacer la lista?

E: ¿La lista la hiciste tú y

Sí, y yo

E: ¿Después se la disteis a

No, se la dimos a Óscar que cuando vino encontró que las mujeres habían podido coger sus pasaportes, así que hizo una foto a cada uno, tanto a los de las antiguas como a los de las nuevas. Las antiguas trabajadoras venían a vernos por la noche porque tenían miedo y nos daban sus documentos de identidad para apuntarlas en la lista, pero nos decían que no digamos nada. Nos dijeron también que ellas querían que se hiciera justicia, pero tenían miedo de ellos (de la empresa).

E: ¿Después del viernes que pasó? ¿Qué sucedió el sábado y el domingo?

El sábado no pasó nada. Nos habían dicho que el lunes vendrían algunos periodistas y una asociación (o un comité). El domingo por la mañana, me levanté temprano, salí y no encontré a nadie y volví a dormir, eran las 07:00 a.m. Pero cuando volví a la habitación empecé a escuchar un ruido fuera, así que volví a salir y vi que estaban limpiando.

E: ¿Encontraste personal de limpieza?

E: ¿Era la primera vez que venían?

Sí, la primera vez que los vi allí. Habían traído un camión de basura, charyu, etc. y se pusieron a limpiar y recoger todo. Después, volví a dormir y nada más poner la cabeza sobre la almohada, escuché a alguien tocarnos la puerta. Abrí y me encontré con el jefe, sus dos hijas y Me preguntó si yo era y cuando le dije que sí, me pidió darle el pasaporte. Le pregunté por qué y me contestó que iba a volver a Marruecos ese mismo momento. Le pregunté por qué iba a volver a Marruecos, qué había hecho para regresar. Entonces me dijo: “porque eres la que sabe hablar”. Le contesté diciéndole que yo solo hablé de mis derechos, todo lo que nos habías contado no era cierto y nunca preguntaste por nosotras ni te preocupaste por nuestra situación.

E: ¿O sea que lo viste en Tarifa y volviste a verlo ese día cuando vino a decirte que recogieras tus cosas?

Lo vi en Tarifa y lo vi otro día cuando me llamaron para preguntarme por qué la gente discutía por la bombona de gas y por qué los aseos estaban tan sucios y descuidados. Vino ese día para echarnos la bronca, nos decía: “no os merecéis nada, los marroquíes sois unos cerdos (sucios) y habéis traído vuestra porquería de Marruecos…”. Cuando le escuché decir eso, le contesté: “El único cerdo eres tú, nosotros no, y tú también has venido de Marruecos”. Me dirigí al resto y les dije que se dispersaran, que no lo escuchen porque no dice nada que… Lo que tendría que haber hecho al venir es preguntar a la gente cuáles son sus quejas y problemas.

E: ¡Claro! Tenía que ver cuál era el problema…

Sí, pero él no preguntó nada

E: Él no vino para solucionar el problema, vino para…

Cuando vino encontró una mujer embarazada gritando de dolor y sangrando que le dijo que llevaba tres días enferma y cuando les pedí que me llevaran a un hospital, me dijeron que tenía que pagar. Lo único que le dijo fue que no podía hacer nada por ella, no quiso ver la situación en la que estaba esa mujer, solo tuvo en consideración lo que le contaron ellos y vino a decírnoslo.

E: ¿Qué pasó cuando te dijo que te ibas a marchar?

Le dije que no, que me diera mi dinero y, después de verificar yo misma si está todo, me iré. Me dijo que no me pagarán hasta llegar a Tarifa, le pregunté por el porqué, pero lo único que me dijo fue que recoja mis cosas porque me esperaba el autobús. Me negué, le dije que traiga la guardia civil y que me dé mi dinero si quería que me fuera. Me contestó diciéndome que la policía estaba fuera esperando y que le dé mi pasaporte. Me seguí negando, le dije que mi pasaporte no estaba allí y no pensaba dárselo. Él, por su parte, me siguió afirmando que iba a marchar y me decía que lo que le estaba diciendo no le asustaba. Yo, por mi parte, también le aseguré que no me estaba asustando porque no hice nada, no pensaba irme sino me daba mi dinero y me iba a mover hasta que viniese mi abogado. En realidad, en ese momento no tenía ningún abogado, le dije eso para que me diese mi dinero porque había visto que devolvían a muchas personas sin darles nada y les tiraban sus pertenencias en la calle. Se quedaron en la puerta él, el jefe y sus hijas y me siguió diciendo que recogiese mis cosas y le diese el pasaporte. Le dije que no mi pasaporte no estaba allí, que me traiga a la guardia civil para que me saque si quiere. No paraba de afirmar que la policía se encontraba esperando fuera.

E: ¿Te intentaban meter miedo?

E: Sigue

Habló el jefe y me dijo que tenía un vídeo mío y que como no salga en ese momento se lo enviaría a mi familia para manchar mi imagen.

E: ¿Ese vídeo diciéndote eso lo tienes?.

Sí, lo tengo. Luego, nos empujaron a mi y a la chicas y cerraron la puerta de la habitación. me amenazaba diciéndome que no grabe vídeos, que como lo haga me denunciaría. Le contesté: ¿ por qué vosotros nos atacáis, entrando a la habitación a la fuerza y nos grabáis?, ¿quieres que nosotras no grabemos? ¿por qué vosotros sí y nosotras no? Todo está en el vídeo, lo has visto. Después el se fue a buscar a otras personas, yo aproveché el momento y fui a esconderme en otra habitación. La chica cerró la puerta y vino él y nos encerró a las dos, la chica era Luego, vinieron las chicas y nos abrieron la puerta y yo fui a otra habitación, a la de donde me quedé.

E: Es decir, dos habitaciones…

Me escapé de dos habitaciones y fui a otra hasta que se fueron. Cuando estuve en esa habitación, él se fue a llamar a otras personas para decirles que recojan sus cosas porque se iban a marchar, tenía una lista de nombres. La gente en ese momento estaba durmiendo, no entendían qué estaba sucediendo…

E: ¿Él llamaba a las mujeres que estaban en la lista, las que querían poner una denuncia?

Así es, él nombraba a las mujeres que querían denunciar, les decía que recogiesen sus cosas y que el autobús les esperaba fuera. En realidad, no había ningún autobús, había traído un medio de transporte más pequeño. Lo que quería es que se fueran todas ese día porque les llegó la información de que el lunes iba a venir la asociación y periodistas. Por eso, el lunes no tendrían que estar. ¿por qué precisamente domingo por la mañana? Porque ese día no trabaja nadie, habrá dicho para sí: “ me las llevo domingo y nadie se dará cuenta”.

E: Sigue, ¿qué pasó después de escaparte a esa habitación?

Llamé a y me dijo que intente grabar vídeos. Pero le dije que no podía y él estaba amenazando a las mujeres diciéndoles que la que coja un móvil, la castigará. Decía esto delante de todo el mundo. A la que nombraba le decía que recogiera sus cosas para montar en el autobús. La gente intentó grabar lo que estaba sucediendo fuera cuando tiraban las cosas de las que no cedían. Las mujeres gritaban, algunas no cobraron y a otras les faltaban 50000 ryal, 60000 ryal, etc. les cogían las cosas y se las tiraban fuera, algunas mujeres se desmayaron. Mientras tanto, les repetía una y otra vez: “¿por qué os estáis comportando así sinvergüenzas?”. Les hablaba de una manera que no te la puedes imaginar…

E: ¿Qué pasó después?

Después, me abrió la puerta la chica con la que estaba y me dijo que estaba a otro lado. Habían traído a hombres rumanos para impedir a los marroquíes que se asomen por la puerta. La chica me dijo que estaba junto con el jefe y sus hijas en la puerta sacando a unas mujeres. En ese momento, fui a mi habitación, me vestí y cogí la carte (DNI) y mi pasaporte. hizo lo mismo porque a ella le dijo que por qué había llamado ayer a la ambulancia.

E: ¿Hablas de la de…?

Sí, a le reprochó eso, ella había llamado a la ambulancia para que se llevaran a la mujer que estaba embarazada y se desmayó. Este fue el problema de

E: O sea, a ti por hablar y por llamar a la ambulancia.

Así es. Recogimos nuestras cosas y las dejamos en la habitación. Después cogimos nuestros DNIs y pasaportes y salimos a buscar algún lugar por el que escapar. La policía estaba rodeando toda la finca, no se podía salir. E: ¿Habían cerrado la finca? Sí, las dos puertas estaban cerradas. Mandé a una chica para que me informara de la situación de fuera. Me dijo que las puertas se encontraban cerradas y los rumanos no les dejaban salir.

E: ¿Hablas de la chica que os grabó de espaldas?

Sí, Fátima. Me dijo que las puertas estaban cerradas, la policía rodeaba la finca y los rumanos no dejaban a los marroquíes que se acercaran a las puertas. Me dijo que no podía salir, que no había manera.

E: Es decir que la chica que os grabó… ¿cómo me dijiste que se llama?

Fátima

E: Vale, ¿Fátima, la chica que os grabó, ella no se quería escapar?

Al principio sí, pero no podía…

E: ¿Le daba miedo?

E: ¿A ella la han devuelto a Marruecos?

Sí. No sabíamos qué hacer, cómo íbamos a salir, la finca estaba vallada. Nos ayudó Fátima y otras chicas que estaban con nosotras en la habitación para saltar la valla.

E: ¿Saltasteis la valla?

Sí, cruzamos varios campos de fresa y nos adentramos en el bosque, pero allí nos vieron y nos persiguió la policía, el jefe y sus hijas.

E: ¿La policía también?

Sí, nos adentramos en el bosque y nos escondimos entre los matorrales. Conseguimos despistarlos y llamamos a Le contamos que habíamos escapado y que nos habían perseguido, todo.

E: Los audios que tengo son de ese momento, de cuando estabais en el bosque huyendo de ellos y les contabais a lo que estaba pasando.

Así es. También llamamos a que nos dijo que no nos moviésemos de ese sitio e intentásemos no hacer ruido. Estuvimos allí alrededor de una hora o una hora y media en medio de los matorrales con espinas hasta que dejamos de escuchar sus voces. Salimos del escondite, se nos había roto la ropa, nos pusimos a correr, mientras llamábamos a los de la asociación. Nos decían que intentásemos salir del bosque y que busquemos alguna carretera. Cuando salíamos veíamos que el jefe seguía dando vueltas con su coche y volvíamos a escondernos. Hasta que por fin conseguimos salir a una carretera, volvimos a llamarlos y nos dijeron que intentásemos buscar a alguien que nos lleve a Almonte que es donde estaban o que les esperemos y ellos vendrían a por nosotras. Encontramos a un señor que nos llevó hasta donde se encontraban. Cuando llegamos me encontré con las chicas, nos pusimos a llorar. En ese momento, nos montamos en los coches y ya no me acuerdo que pasó. Después, me levanté en un hospital.

E: ¿Después de ir hospital, volvisteis al bosque y allí hablasteis con los periodistas?

E: ¿Y les dijisteis que no os graben, pero ellos lo hicieron? Yo no me acuerdo, no era consciente de lo que estaba sucediendo. Después encontré fotos mías y… sinceramente, nosotras no queríamos eso.

E: ¿Vosotras no queríais que los periodistas os echen fotos para que vuestras familias…?

No queríamos, no. No queriamos tener problemas con nuestras familias. Sin embargo, nuestras fotos llegaron a Marruecos y nuestros familiares empezaron a llamarnos para preguntarnos qué estaba pasando y cómo habíamos permitido que nos saquen fotos. Ya no podíamos hacer nada.

E: ¿Y tú has visto o has sufrido abusos sexual? ¿Alguien te ha tocado o ha intentado abusar de ti?

El acoso es inevitable. Cualquiera que ha estado dentro de la finca lo ha vivido. El viernes por la mañana, cuando pasó eso, yo estaba delante de la puerta, se me acercó el jefe y me preguntó: “¿Mañana quieres hacer conmigo friqui friqui?”

E: ¿Eso lo dijo tu jefe?

E: ¿Cómo se llama tu jefe?

E: ¿ te dijo que vayas con él para hacer friqui friqui?

Sí, me lo dijo y yo me fui y lo dejé.

E: ¿Te lo dijo de ese modo? ¿friqui friqui es acuéstate conmigo?

Sí, me lo dijo así. Él siempre cogía su coche y venía a donde vivíamos. Vimos que se llevaba a chicas de la finca en su coche, las alejaba y se besaba con ellas. Lo vimos todo

E: ¿Lo visteis?

Sí, lo vimos todo. El primer día que conseguimos hablar con ellos sobre el trabajo y delante de nosotras agarró a una chica, se la llevó al coche y se ponía a darle besos. Algunas mujeres que vieron eso, se fueron sin haber trabajado ni un día. E: ¿Se marcharon? Sí, te juro que se fueron sin haber trabajado ni un día.

E: ¿Y esa chica?

Esa chica trabajaba allí mucho antes que nosotras. Muchas veces le decía a la encargada a fulanita dile que hoy no trabajará, para que él se la lleve. Antes de pasar eso, le pregunté a la chica por qué no estaba trabajando, me dijo que el jefe no quería que trabajase ese día y justo vino y se la llevó

E: ¿es verdad que las mujeres antiguas que trabajaban en la finca se dedican a buscar mujeres para mantener relaciones sexuales con los jefes, ya sean marroquíes, españoles o rumanos?

Sí que hay. De hecho, a mí me ha llevado a un rumano, pero no sabía lo que decía exactamente.

E: ¿cómo pasó?

vino una mujer que se llama hay tres chicas y Samira, son las que se encargan de llevar a las mujeres nuevas a las habitaciones de los hombres. Cuando llegué me llevó a su cuarto, y llamó a alguien para decirle que vaya, porque hay novedades, si quieres alguna ven. Me pensaba que estaba de broma. Después de una semana, me dijo si la podía acompañar a comprar, y yo me fui con ella y compramos. Me dijo que cogiera cosas, pero yo me negaba, porque no tenía dinero. Pero, ella me decía no te preocupes tú coge que este hombre va a apagar. Como acaba de llegar no entendía nada, nos fuimos cogimos compramos lo que nos hacía falta, pero yo no compre nada, solo ella y después volvimos a casa. Cuando llegamos ella bajo del coche con la compra, pero me dijo que me quedara en el coche, porque el hombre quería hablar conmigo.

E: ¿El hombre es marroquí o español?

Rumano, le dije que no sabía que me iba a decir, porque no entendía nada. Me dijo que iba a darme cincuenta euros. Y le dije que yo no había venido a España por eso. Pero, aún así seguía viniendo a mi habitación como si no hubiera hecho nada. Otro día me dijo que un marroquí te conoce y quiere verte, y yo me fui con ella a fuera. Cuando llegamos el hombre me dijo que le había enviado mi foto, y que le había gustado y quería salir conmigo. Le dije al hombre que no le hiciera caso, que no sabía lo que decía. No paró de insistirme y decirme que cualquiera cosa que quisiera me traería Yo me fui y los dejé, pero no dejaba de llamarme e intentaba seducirme diciéndome que me iba a comprar cosas. Aunque me negaba, no paraba de insistir, me decía que saliera porque nos había traído deportivas para las dos. Pero yo le decía que no quería, que me había traído desde Marruecos. Como veía que no podía conmigo, decidió convencer a otra mujer que estaba conmigo en la habitación, que estaba casada.

E: ¿Esa mujer salió con él?

Sí salía con él y no regresaba hasta el día siguiente.

E: ¿Se iban con los hombres porque no tienen dinero?

Sí, casi todas se van, porque necesitan cosas. Una vez vino una mujer a las 00:00 de la noche para pedirme algo de comer, porque no tenía nada. Muchas de ellas no tienen otra opción, se dedican a eso, porque tienen hambre.

E: Te voy a preguntar sobre un video, aparece un hombre alto que se acercó a vosotras y empezó hablar ¿sabes quién es ese hombre? N

o, si veo el vídeo puede que lo reconozca, pero si no lo veo no.

E: ¿El domingo viste algún coche de color naranja?

Yo ese día no llegué a la puerta.

E: El domingo por la tarde saliste para siempre

Sí, el domingo me escape.

E: Cuéntame de nuevo cómo fue que se dirigieron a tí para mantener relaciones con hombres. 

Acababa de llegar de marruecos, vino una mujer que conozco a mi habitación y me invito a el té en su habitación, en la habitación estaba la alcahueta, le escuche hablar por teléfono diciendo “vente que acaba de llegar la novedad (se refiere a mujeres nuevas) acaban de llegar hoy, aunque no son guapas, a ver si te gusta alguna”, pero no le di mucha importancia a lo que escuche, pensaba que hablaba de sus cosas. Paso una semana de aquello vino a mi habitación y pidió que vaya con ella a hacer la compra, yo le conteste, que no tengo dinero para hacer la compra, y me dijo no  pasa, solo quiero que me ayudes con la compra. Sale con ella, subimos en un coche, ella iba a delante y yo atrás con otra chica, hicimos la compra, lo pago el tío, ella compra y el paga , me dice coge cosas, yo no quise coger nada.

De vuelta a la finca, bajo del coche y me dice quédate allí, esta puerta no se abre, cogió su compra y le dijo al tío, “que te aproveche”. Le dije al tio, donde va a ir, el me dijo, espera un momento que quiero hablar contigo, vente conmigo, que me gustas, le dije soy una mujer casada, me dijo, da igual te voy a dar dinero, le pegué con la mano y salí del coche.
Otro día volvió, me llamó ( ella le dio mi teléfono) me dijo que quiere verme para disculparse y que tiene un regalo para mí, unas playeras .
Ella hacia eso con muchas mujeres, ella trabaja con la encargada y está siempre con los jefes, especialmente con uno.
Siempre que me veía , me decía tú no tienes dinero y este tío te va hacer la compra, si no te gusta este, puedes ir con otro, hay muchos, muchas mujeres lo hacen y los llevo yo. Al final le dejo que yo no voy a salir con nadie, si quiero salir con alguien no voy a salir con los que me vas a traer tu.
Otro día me acerco su amiga alcahueta también, se llama me dijo, porque no quieres salir con aquel tío, es bueno, te va hacer la compra, yo le dije que no
Al final convenció a otra muchacha que vivía al frente de mí, se llama Asmae , salió con el la pobre

E: ¿Viste a estas alcahuetas haciendo lo mismo con otra mujer?

Si, una mujer que vivía cerca de mi habitación, me contó que me trajo un hombre para que salga con el, pero no tengo pastillas anticonceptivos, estoy casada y tengo miedo de quedar embarazada
A mí me trajo dos marroquíes y un rumano, pero no salí con ninguno

E:¿ te ha pedido sexo por dinero?

Si, cuando nos comunicaron que vamos a trabajar por cajas (se refiere al precio por “destajo”), el día siguiente no fuí a trabajar, pedí volver a marruecos, es el día que enfermó estaba yo en la puerta, se acercó a mí y me dijo “no trabajo” le conteste “no trabajo marroc” y el me dijo “ no, marroc, no dinero, mañana friki frik, dinero” y me enseñó el dinero, le escupí y me fuí, y él me hizo un gesto de que ya verás.

Su hermano una vez, estaba yo grabando, me vio y empezó a correr detrás de mí para quitarme el teléfono, estaba diciendo a las mujeres que vosotras solo sabéis friki friki.

Dice friki friki a cada mujer que encuentra. A mí me quito el pañuelo delante de la gente y dice a que me diga que me quite el pañuelo que estoy más guapa sin el. Estaban en la puerta de la finca. Para mí fue una ofensa muy grave. Soy de las que llevan pañuelo toda la vida; si salgo fuera de casa, me pongo pañuelo.

De todo lo que nos han dicho en Marruecos no se ha cumplido. Alojamiento una mierda. Jefe abusa a las mujeres. Todo el tiempo nos dicen que friki-friki por 50 euros, nos lo dicen todos, incluido Una decepción enorme.

Los jefes lo saben todo. Ven a las chicas como van y vienen todo el tiempo, llevadas y traídas por las tres marroquíes que hemos hablado antes a los coches y no hacen nada. Hay coches en la finca todo el tiempo. En vez de pararlo, se aprovechan. Hablan con ellas todo el rato.

Fijate, para que veas lo que hacen los jefes. Un día, antes de las 6 de la mañana, no nos habíamos levantado, un hombre apareció en la finca buscando a una tal “ (no que está aquí, si no otra) y el jefe, le deja entrar por toda la finca para que busque a esa mujer. Incluso a los dormitorios.

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[2] DECLARACIÓN JORNALERA 3 

 

¿Me podrías hablar un poco de tu situación familiar?

Estoy casada y tengo dos hijos.

¿Y de dónde eres? ¿Del este de Marruecos?

Sí, soy del este. Provengo de una familia pobre. Mi marido está enfermo. Mi hijo tiene una rotura en el brazo y no tenía dinero para llevarlo al Centro de Salud. Este es el motivo por el que he pensado emigrar a España para trabajar en la finca de Huelva. Mi objetivo es trabajar para ayudar a mi familia y poder llevar a mi hijo al médico. Pero, por desgracia, al llegar aquí nos hemos encontrado con esto.

Cuando viste la oferta de trabajo del ANAPEC, ¿cuántos meses llevabas de embarazo? ¿Y no te dijeron nada sobre el embarazo?

No, no me dijeron nada.

¿No te rechazaron? 

No.

¿Y sabían que estabas embarazada?

Una señora estaba con nosotros en el barco. Cuando llegamos, al día siguiente, me llamó una amiga informándome de que esa señora había dado a luz. Fue aquí en Huelva.

Entonces, ¿ya sabían que estabas embarazada?

Ni siquiera nos preguntaron. Hicimos los análisis. Por lo tanto, sí que sabían que estaba embarazada.

Ah, ¿os hicieron los análisis?
Sí.

Cuando fuiste a su oficina para entregarles tu pasaporte, ¿te miraron las manos?
No. Solo tenía que entregarles el pasaporte y firmar.
Ni siquiera sabíamos lo que contenían esas hojas que firmábamos.

Ah, vale. Entonces, solo firmabais y salíais.
Sí, así es. Solo nos avisaban de que teníamos que empezar a recoger las maletas. No nos ofrecían ninguna
información acerca del lugar donde íbamos a trabajar.

¿Antes de venir a los campos de fresas de España, conocías o tenías contacto con alguna mujer que había venido antes que tú?
Sí. Cuando fui a la oficina del ANAPEC, encontré a mujeres que ya habían trabajado en la finca. Aproveché ese momento para preguntarles sobre las condiciones de trabajo en la finca, y me dijeron comentarios positivos al respecto. Eran trabajadoras que ya llevaban mucho tiempo trabajando en la finca.

¿Conoces a la persona que publicó el anuncio de ANAPEC en tu pueblo?
No, no lo conozco. Nosotras solo conocemos a quien vimos por primera vez en Tánger.

¿Quién te recibió en Tánger?
Fue ….

¿Fue él quien os recibió de nuevo en Tarifa?
Sí, fue No nos ayudó en nada, ni siquiera nos informó del lugar donde nos iban a llevar. Nos llamaban por nuestros nombres para subir a los autobuses. Nosotras solo íbamos subiendo a los autobuses sin conocer nuestro destino. Ni siquiera nos dieron de comer.

¿Conoces a otras mujeres que hayan viajado desde Tánger a otros lugares de España a parte de Huelva?
Sí, la prima de mi marido…La llevaron a “ ”. También conozco a otras mujeres que han ido a otras fincas.

Cuando os visitó la gente de AUSAJ (Jesús, Belén, los que acompañaron a …) Después de su visita, ¿en qué habéis pensado y qué habéis sentido después de ver a esta Asociación? ¿Y qué sucedió aquel día?
Aquel día (viernes) no hubo trabajo. Antes de la llegada de la Asociación, empezaron a decirnos que teníamos que hablar muy bien del “Baba” y que había cámaras que lo iban a grabar todo. Esa mañana su comportamiento con nosotras había cambiado, nos empezaron a tratar muy bien. Y nos decían que no hablásemos hasta que nos lo indiquen ellos. Llegó y nos dijo que no teníamos que tener miedo de nadie, que les contemos todo a la Asociación porque nos iba a apoyar.
Cuando llegó la Asociación, le prohibieron entrar a la finca. La Asociación, desde fuera, nos decía que no teníamos que tener miedo y que nos iba a sacar de esa situación. 

Cuando viste a la asociación, ¿qué hiciste?
Con el apoyo de la Asociación y de mis compañeras, me animé a contarlo todo, todo lo que me estaba sucediendo en esa finca.

¿Qué les contásteis?
le dijo, señalándome: “Es ella de la que te he hablado, está enferma y sufre acoso”. Entonces, me preguntó él sobre mi situación. Le dije que vivimos en unas condiciones muy precarias. Después de trabajar en las  fresas, sufrí alergia porque se me inflamaban las manos.
No me daban ningún medicamento ni me llevaron al Centrode Salud, sabiendo que estaba embarazada. Muchas veces me cansaba de trabajar tanto y les pedía una pequeña pausa para descansar, pero no aceptaban.
Le conté a la Asociación que estaba sufriendo acoso por parte del jefe, y me dijeron si era capaz de denunciarlo. Les dije que sí, con la condición de que me protejan. Aceptaron mi petición. Entonces, le señalé, les dije que ese era quien me acosa.

Cuando se llevaron a …  ¿Qué pasó aquel día?
Aquel día todas lloramos, porque era ella la que nos animaba a hablar y a protestar. Nos sentimos solas después de su partida.
¿Cómo se preparó la lista de las mujeres que querían quejarse? ¿Y quién la preparó?
La preparó …. y …. 

¿Quién le entregó la lista a …? 

Ellas, y… 

¿Conoces a  ….? ¿ el de la asociación musulmana?
Sí, ese.  …. y yo hablábamos con él. Fue ella la que le contó mi caso.

¿Y cómo se enteró de la enfermedad de…? ¿Y de…? 
No sé.

¿Y sabes por qué cambió el comportamiento de ….? ¿Quién es….?
La que tenía una fractura.
Ah, vale.

¿Sabes por qué ha cambiado su comportamiento?
No, no lo sé.

Vale. ¿Has tenido algún accidente en el trabajo?
Me enfermé porque el jefe me acosaba siempre.

¿Y fuiste al médico?
Sí, fui por mi cuenta y pagué por la visita.

¿Antes de ir les has pedido permiso?
Sí.

¿Qué pasó desde que se fue de la finca hasta que volvió Jesús? Cuéntame lo que pasó.
Nos encerraban y no nos dejaban salir. Teníamos mucho miedo porque no sabíamos qué hacer. Nos decían que no nos iban a pagar.

¿No has visto un pequeño coche de color naranja o una caravana?
No.

¿Qué pasó cuando Jesús y Óscar se fueron?
Cuando Jesús y Óscar se fueron, nos dejaron salir.

¿Que pasó el sábado y el domingo? ¿Qué pasó después de la manifestación?
El domingo por la mañana me avisó de que el jefe estaba tocando en la puerta de todos para mandarlos a Marruecos. Nos dijo a todas que teníamos que ir a hablar con la Asociación. Ninguna estaba dispuesta a volver a su país, porque todavía no nos habían pagado. Conforme se iban subiendo al autobús, les decían que los iban a llevar a otra finca, pero los llevaban directamente al puerto. Cuando vieron que había gente que no se quería ir, los sacaban de sus habitaciones por la fuerza. Las mujeres que se oponían a subirse al bus, fueron tiradas al suelo y violentadas.

Entonces, a unas las obligaron a subir al bus y otras huyeron.
Sí. Las que han huido, han tenido que saltar las vallas. Todas sufrieron heridas.

¿Tú no has huido?

Yo no porque me fui escondiendo y se olvidaron de nosotras. Aguantamos hasta que llegaron por la tarde y volvieron los de la asociación (SAT) y denuncié. Estabatemblando y muy nerviosa, pero señalé a Antonio delante de todos. Venían conmigo y  estaban los de la asociación (SAT) y la Guardia Civil. De todas formas, ese día cambian el comportamiento hacía mí, intentan
convencerme para que no denuncie, me intentan comprar.

Ah vale. De acuerdo. 
Cuando venían los periodistas para preguntarme sobre mi situación, no me dejaban salir. Ah, debo contarte lo siguiente: cuando todavía seguía en la finca, un día se me acercó para que la acompañase a otra casa.

¿Qué día fue? ¿Fue antes de que pasara todo esto y antes de que abandonase la finca?
Sí, fue antes de que abandonase la finca. me llevó a su casa para que no pudiera salir a hablar con los periodistas, pero no me di cuenta de la presencia de los periodistas hasta que me avisaron mis amigas. Los periodistas sabían que estaba embarazada y querían ver si recibía un buen trato en la finca o no. Pero cuando me avisaron mis amigas, los periodistas ya se habían ido. Me dijeron mis amigas que me ocultaron para que los periodistas no me pregunten por nuestra situación allí.
El domingo, ¿has visto cómo trataban a esas mujeres que subieron a los buses por la fuerza?
Sí. Todas estaban gritando, llorando, y fueron maltratadas en presencia de la Guardia Civil. Muchas se mareaban. Lo único que estaban solicitando era su sueldo.

¿Y cómo os sentís aquí? ¿Os sentís como si estuvieseis en la cárcel?
Sí, nos sentimos como si estuviésemos en una cárcel porque ni siquiera podemos salir, ya que hay guardias en la puerta principal. 

Antes de los acontecimientos del domingo,  ¿podíais salir y entrar con libertad?
Sí, antes sí, pero ahora no.

Me tienes que contar todo aquello que le has contado a los periodistas, porque esto es muy importante, ya que lo va a escuchar el Juzgado.

A mí lo único que me importa es mi hijo. Quiero proporcionarle todo aquello que necesite. 

Ahora cuéntame todo lo que te sucedió con Antonio y la empresa. 

Cuando llegamos a Doñana nadie nos recibió. Después de tres días, decidimos ir a ver cómo trabajaban las demás. Nos acompañaba una mujer que lleva mucho tiempo trabajando allí. Cuando nos vio empezó a preguntarle por mí. Ella le iba traduciendo todo aquello que le iba diciendo. Le dije que era una novata y que estaba casada, tenía dos hijos, y que estaba embarazada. A partir de entonces, no dejó de mirarme. Más tarde, la misma mujer volvió para comentarme que quería acostarse conmigo a cambio de 50€. Al escucharlo me quedé sorprendida y se lo comenté a mis compañeras. Siempre me acosaba y me decía que solo quería sexo anal. Había mujeres que se dedicaban a la prostitución y me animaban para que me acostara con el jefe.

Un día entró el jefe a mi habitación. Las demás se estaban duchando. Primero entró a la cocina y empezó a llamar por mi nombre. Cuando escuché su voz me mareé. Me buscó por toda la casa hasta que me encontró en mi habitación. Entró a la habitación, le saludé y se acercó. Empezó a tocarme. Me tocó la barriga y le dije que estaba embarazada, y me empezó a tocar por otras zonas del cuerpo. Fue cuando llamé a … y a… Aunque  llegaron las dos, él me siguió tocando. Lo empujamos fuera de la habitación. Y le dije que tenía que ir a ducharme y me dijo que me vaya a duchar en su habitación, donde tiene un baño y una cama mejores que las nuestras. También me dijo que ni siquiera hacia falta que vaya al trabajo, ya que me iba a dar todos los días 50€. Cuando le dije que estaba embarazada, me dijo: “No te preocupes, hay otras zonas, como el sexo anal”. El me hacía el gesto. Cuando escuché todo aquello me mareé. Llamaron a y nos dijo que primero le teníamos que dar dinero para que me llevara al médico. Fui al médico y me dio medicamentos.

Cuando volví al trabajo y lo veía delante de mí, me daban ganas de matarlo. No podía quedarme sola por miedo a que me volviera a acosar, siempre estaba en compañía.

¿Te ha vuelto a acosar?

Sí. Estaba trabajando, se acercó, me cogió del brazo con fuerza y me quiso besar. Aparté mi cara. Tiré lo que tenia en mis manos y me fui corriendo. Fui a la zona donde trabajan mis amigas, y les conté lo que me había pasado.
Cuando no consigue nada por cuenta manda a las alcahuetas. A mí me mandó a Me ofrecía 50 euros al día si me acostaba con el jefe. Que era mejor que trabajar en el campo. Esto pasó muchas veces. Yo nunca accedí ni con el jefe ni con nadie. 
Una vez incluso intentaron ( meterme a la fuerza)  en  el coche de a la fuerza. Lo ví que estaba allí. Siempre tiene una navaja pequeña. Desde que pasó lo de la cocina, cuando me veía por la finca, me hacía el gesto de que iba a cortarme el cuello. Yo me cagaba de miedo.

¿Dónde sucedió esto?

Fue en Arandana. Me mareé otra vez. En ese momento pensé en la muerte porque me sentí súper débil, sin fuerzas. No quería morir lejos de mi hijo.

¿Has cobrado o no?

No, solo me dieron los 50€.

¿Cuántos días has trabajado?

He trabajado solo 24 días.

Ah, vale.

Antes no me hacían trabajar mucho, pero al rechazar todo aquello que me pedía el jefe, me empezaron a dar mucho trabajo; coger 12 cajas yo sola, estando embarazada.

¿Cómo se llaman las mujeres que son partidarias de este acoso?

Son tres: Hafida, Samira y Hayat.

¿Cuántas horas en total trabajabais?

Empezábamos a las 07.30h y terminábamos a las 02.30h. Teníamos descanso a las 12.30h. Antes de las 12.30h estaba prohibido, incluso beber agua.

El señor que estuvo recogiendo nuestros datos el día de la manifestación volvió a venir el miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. Cuando los periodistas vienen a la finca, el jefe siempre avisa a la Guardia Civil para que esté presente. También para que nos encierren en nuestras habitaciones.

¿El señor que os ha registrado es el mismo que os obligaba a quedaros en vuestras habitaciones?

Sí, es el mismo.  Controlaba la puerta principal, no nos dejaba atravesarla.

¿Desde el miércoles hasta el domingo no os dejaron salir de la finca?

No, no nos dejaron.

La Guardia civil comenzó a venir los días miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.

¿Iban todos los días?

Sí, iban todos los días. La Guardia Civil llegaba a la finca antes que los periodistas y la gente de AUSAJ y SAT.

Cuando hiciste la declaración, ¿estaba allí el mismo Guardia Civil que estaba en la finca cuando denunciaste el acoso que sufres por parte del jefe?

Si, estaba allí. Pero cuando volví a denunciar al jefe por acoso sexual, me preguntó el Guardia Civil por el jefe. Le dije que era el jefe de la finca. Me dijo que no lo conoce, o sea, lo negó todo y dijo que nunca lo había visto. Me puse muy nerviosa. Tuve mucho miedo. Sobre todo cuando se puso a gritar a la abogada. Hay cosas que no pude contar. No sabía que hacer.

¿Te acuerdas en qué día trajeron el bus para llevaros a la playa?
Fue el viernes.

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[3] DECLARACION JORNALERA 1 

 

¿Puedes hablarme un poco de tu situación familiar y los motivos que te empujaron a venir a trabajar en Huelva?

Nuestra situación económica es precaria, tenemos pocos medios para vivir, somos pobres. No tenemos ni dinero ni negocios, llevamos una vida modesta. Yo estuve casada durante 4 años, no hubo buen rollo con mi marido y nos divorciamos. Y tengo un hijo pequeño. 

Al divorciarme, volví a casa de mis padres; me quedé con ellos cosa de un año y algo. Me propusieron dos de mis hermanos,  que me fuera a vivir con ellos y aprendiera un oficio en una fábrica con vistas a trabajar. Efectivamente, estuve trabajando un tiempo en Tánger, en condiciones precarias. No teníamos derechos como trabajadores, el sueldo no superaba los 200 o 250 euros mensuales, y con eso  pagábamos el alquiler, los suministros de agua y electricidad, la comida, la ropa. No me sobraba nada.

Cuando salió la oportunidad de venir a trabajar aquí en la agricultura, y al oír que tanto el sueldo como el trato eran buenos me animé. Nos explicaron que se cobraban 40 euros al día, que teníamos gratis la comida, la luz, el agua, y el alojamiento. Teníamos entendido que España era un país donde se respetaban los derechos humanos y las leyes. Así que me puse manos a la obra y me inscribí en la oferta como mucha gente como yo. Me inscribí, me aceptaron, me puse muy contenta. Enseguida dejé el trabajo que ejercía en Tánger después de haber cobrado mi último sueldo.

Estuvimos un tiempo preparando los papeles: el pasaporte y demás papeles que nos pedían los de ANAPEC. Cada vez que nos llamaban de ANAPEC acudíamos. Les llevábamos todo, el pasaporte, el certificado de antecedentes penales, las fotos. Había documentos que aceptaban y otros que teníamos que traer de nuevo como las fotos…las tuve que hacer dos veces. Una vez tuvimos que ir hasta Mequinez , de Chefchaouen hasta Mequinez. Hubo dos días de sufrimiento  que yo pasé ahí. Gastamos mucho dinero en ese viaje entre transporte, comida y lo demás. Yo personalmente…

¿Que hicisteis en Mequinez?

Yo personalmente gasté ahí 250 euros entre pasaporte, transporte y comida. Fuimos ahí porque vino una comisión formada por gente marroquí y gente española. No hicimos nada; les dimos nuestro carnet de identidad,  lo miraron, nos dijeron, y ya está. Yo pensaba que harían algo más. Había a quienes les miraban las manos…si eran realmente manos de trabajar o no. Lo sabían por el estado de  los dedos.

¿A ti te miraron las manos?

Sí, las puse encima de la mesa y las miraron. También me preguntaron si había trabajado anteriormente en la agricultura o no. Yo les contesté que había trabajo en muchas cosas. Me he hartado de trabajar.

¿Te fuiste de Chefchaouen hasta Mequinez para que te miraran las manos?

Sí, primero me fui  hasta Chefchaouen,  recorriendo más de 60 kilómetros, y luego de ahí hasta Mequinez, que no sé cuántos kilómetros son, en autocar, y sola, sin saber ni dónde iba. Cuando el autocar hizo transbordo en Ouazzane, me bajé, quise llamar a mi familia, y no tenía cómo hacerlo. Mi móvil se me apagó. Pedí dinero a  gente para coger un medio de transporte hasta un sitio donde vive un conocido de mi padre. Sufrí mucho para poder llegar hasta ahí. Me moría de miedo…nunca había viajado a zonas del interior, solo me sabía mover por el norte.

¿Y cuando llegaste, qué pasó?

Llegué, gracias a Dios. Aquella gente me trató bien.

¿Al llegar te pidieron el carnet de identidad?

Sí, el carnet, y me pidieron que les enseñara las manos.

Las manos… ¿por si eran o no de currar o no?

Eso, y lo apuntaron todo en una hoja. No nos dieron ni papel ni nada.

¿A vosotras os pidieron que les enseñarais las manos? 

Hay a quien lo piden y hay a quien no…había dos mujeres marroquíes y dos hombres españoles. Las mujeres marroquíes se lo pedían a todas las que atendían, a los hombres les daba algo de vergüenza hacerlo. A mí me tocó pasar por la parte donde estaban estas dos mujeres. Estaban sentadas detrás de una cortina no transparente; nos metían ahí y nos pedían que les enseñáramos las manos. Nos explicaron también que si la mujer tenía más de 46 años no se la aceptaba en aquella campaña y si tenía menos de 20 años tampoco. Tenías que tener unos 30 años más o menos.  Hay a quienes  aceptaron y  a quienes no. A la mayoría las aceptaron. Este año aceptaron a muchísima gente. Ya está, regresé a casa de mis padres, dejé mi trabajo, y me quedé esperando a que me llamasen. Estuvimos preparando el papeleo mi padre y yo.

El 9 de abril me llamaron. Vine a Tánger acompañada de mi hermano. Llevaba peso. Estuvimos 3 o 4 horas  de pie esperando y yendo de un sitio a otro: firma aquí, ve ahí, haz eso, haz aquello, y bueno…al final nos subimos al ferry.

Te seré sincera; nos azotó una mezcla de miedo, horror, preocupación y hambre. No sabíamos dónde íbamos. ANAPEC(*) no nos dio ninguna información sobre el sitio donde íbamos. Yo tenía entendido que todos los gastos (alquiler, agua, luz y comida) iban a cargo de ellos. Nos dijo, sí, la chica de ANAPEC y que cobraríamos 40 euros al día. 
 

¿ANAPEC no os explicó nada?

El ANAPEC no nos explicó nada. Les pedíamos que nos informaran sobre cómo sería nuestra estancia aquí, aunque fuese de manera parcial. Pero se ve que la persona de contacto de ANAPEC les pidió que no nos informaran de nada. Nos decía: “Hermana, somos igual que tú, no sabemos nada”.

Si me llegan explicar todo eso, te juro por Dios, hermana, que no habría venido, ni aunque hubiese sido por  60 o 80 euros al día. No habría metido mis pies aquí. Dios es testigo de que digo la verdad. No habría puesto mis pies aquí, no te miento. Lo que pasa es que hemos  venido como rebaño de corderos, como burros. Ellos, de hecho, escogen entre todas las mujeres a las analfabetas, a las que no han ido a la escuela y a las que viven en el medio rural.  Saben que no tienen estudios ni son despiertas. Saben que las de la ciudad son más despiertas. Si en  tu carnet de identidad pone que vives en Tánger o en Tetuán no te aceptan.

Cuando llegasteis a Tarifa, ¿qué pasó?

Llegamos a Tarifa. Vimos al hombre que se encargaría de nosotras. Se llama Omar. Nos llamaba por los nombres. Estuvimos de pie 2 o 3 horas ahí, esperando. Hemos pasado mucha hambre, sol y calor. Dios sabe lo que sufrimos. Estuvo llamando por nombres y enviando a cada una a subir al autocar que le tocaba, A, B,… Los autocares tenían nombres franceses (se refiere al alfabeto latino), él nos decía en qué autocar debíamos subir. Cuando se equivocaban de autocar, las volvían a bajar y las enviaban a otros autocares…sin acompañarte hasta el autocar que te había tocado. Te tenías que espabilar sola e ir subiendo de autocar en autocar. Como no hemos ido a la escuela, nos sabíamos cuáles eran los autocares A ni B ni nada. Se ve que en el pasaporte ya lo ponía, pero yo no sé leer para saber con qué empresa iba a trabajar. Nos hemos subido como corderos o camellos, viajamos unas 5 horas.

Cuando llegamos, pensábamos que nos acompañaría aquel encargado, pero nos encontramos  una encargada rumana. Cuando bajamos  nuestras cosas del autocar, y nos hemos visto frente a frente con el panorama de aquel sitio, sol y arena como en un desierto, no supimos qué decir. Ahí nos tocó esperar de pie, desde las 7:00 h de la tarde hasta las 11:00 h de la noche. Nadie vino a hablar con nosotras, como si fuéramos perros.

Al final vino aquella rumana que te he comentado. Nos hablaba en su español del que no entendíamos nada. Nos repartía por las barracas.

Dijo que entraran en cada barraca seis mujeres. Nos colocaba como fuera…no sabías si te tocaría con una buena persona o con una mala…una habitación muy pequeña para 6 mujeres como si fuera una celda de prisión. La cocina era para 12 mujeres. Nosotras no llevábamos comida. No nos informaron de que teníamos que traer comida, ni vajilla, nada. Suerte que había dos chicas que si trajeron algo de vajilla. En la cocina había una olla, un plato para cada una y los cubiertos. No había ni teteras ni cafeteras. No había ni agua caliente ni butano de gas en la cocina. La cocina la estaban todavía montando…en los días siguientes a nuestra llegada la estuvieron acabando.

Me dejaron 3 días allí sin hacer nada. No me dejaron empezar a trabajar hasta el día 12 de abril. Al principio trabajábamos desde las 07:30 de la mañana hasta las 14:30. Descansábamos media hora, de 12:00 a 12:30. Llegábamos a casa y empezaba el empujón para ducharnos…como si estuviéramos en un hammam.

¿Te informaron de las condiciones de trabajo cuando llegaste?

Cuando llegué, la encargada del sitió donde he ido a trabajar dijo que en cada tubo había 3 o 4 filas…los árboles de fresa por el medio. Nada más.

Había mujeres que llevaban tiempo trabajando ahí y eran muy rápidas recogiendo. Yo no tenía la misma agilidad, no sabía cómo se recogía la fresa. Ellas me dejaban y avanzaban. El primer día me estuvieron llamando por megafonía toda la jornada. Los días siguientes iba aprendiendo cada día más. Hasta que al quinto o sexto día ya le había cogido el truco al trabajo. Nunca me dejaron ningún día sin trabajar. Habia días que me sentía enferma o agotada, no podía. Sabía que había trabajado muchas horas de más. Trabajaba las horas que me tocaban en la mañana, iba a descansar un poco y luego volvía para trabajar 4 horas. Había días que al día siguiente no podía levantarme de tanto cansancio. Lo único que me decían en ese momento era: “Haces friqui, friqui” (es un palabra que significa “mantener sexo”, eso me explicaron las chicas).  No teníamos encargada marroquí, todas eran de otras nacionalidades (rumanas o búlgaras, y españolas). Nos decían: “¡Qué…os pasáis la noche haciendo friqui friqui y os despertáis cansadas!”.

A mí me dolía mucho que nos dijeran aquello. Lloraba por no saber contestarles como se merecían. No podías hacer nada; el cielo queda lejos y la tierra te ata.

Cuando me quería duchar, me sentaba con 40 o 50 mujeres esperando el turno y empujándose para poder quitarse la arena y  el sudor. Tuve una gran conmoción al enterarme de que el alquiler iba a cargo nuestro, y que si  llegabas a perder la llave o se te rompía el vaso lo tenías que pagar todo. Tres euros  al día era lo del alojamiento

En los 3 días en los que no trabajaste y no tenías comida, ¿cómo te las apañaste?

Hemos pasado hambre. Había muy poca comida para repartir. Nos hemos mantenido con migajas. Yo me traje aceite de oliva. Si me daban algún trocito de paz, me lo comía. Sufrimos mucho. Hasta que no trabajé una semana o 9 días no me pagaron. Me dio 50 euros como adelanto y con eso nos fuimos a comprar comida y cosas que necesitábamos. Nada mas cobré.

¿Y después?

En el mes de abril trabajé 15 días. Los demás días nos decían que no había trabajo, que tocaba reposo, que no sé qué… Yo no podía más. Además Antonio empezó a acosarme.

Explícame con más detalles eso último.

Desde el primer día de mi llegada, el jefe, Antonio, me decía “Buena, buena”. Siempre me decía “buena”, quería decir que soy guapa.  Me preguntaba si uno de mis padres era marroquí y el otro español. Que era imposible que mis dos padres fueran marroquíes y engendraran una hija tan bella.

Me lo explicaban las mujeres que entendían español. Él hablaba alto y claro, no le daba vergüenza. Yo no le daba importancia al tema. Hasta de la palabra friqui friqui tardé en entender su significado…pensaba que era algo comestible. Nunca llegué a pensar que nuestro jefe iba a acosar a sus trabajadoras.

Un día…Normalmente volvía del trabajo en bus. Cuando trabajábamos lejos de casa cogíamos el bus, cuando no, volvíamos a pie. Aquel día me apresuraba a volver rápido para llegar a ducharme e ir a comprar, me urgía ir a hacer la compra, tenía que ir sí o sí.

Para coger el tercer bus que iba a salir éramos unas 6 o 7 mujeres esperando subir, él también estaba ahí con su coche. No me había tocado nunca excepto el acoso con la palabra “buena, buena” que me decía. Me miraba detenidamente sin que me diera cuenta. Me pidió que subiera al coche y me sentara a su lado. Yo lo hice sin llegar a pensar en nada más que volver a casa a ducharme e ir a comprar. En el camino, bajó delante de unas vallas de unos campos suyos, arregló una parte de la valla rota. Dejó el material en su sitio en el coche y dio la vuelta hasta donde estaba sentada yo. Abrió la puerta y estuvo hablándome. No sabía qué me decía. Yo le explicaba con las manos que no  entendía qué quería. Me cogió por la cintura de golpe con mucha fuerza. Tenía mucha fuerza, gordo como un cerdo…me apretaba. Y yo gritando y golpeando con mis manos, era como un animal. Y él  intentaba bajar el asiento para que fuese como una cama, al mismo tiempo que me apretaba para hacer conmigo lo que no  debía a la fuerza. Yo lo empujaba y daba golpes con el codo de mi brazo y con mis pies al cristal del coche, golpeando y golpeando el cristal del coche. Me cogió los pechos y los estuvo apretando con mucha fuerza, era como un poseído. Me puso su boca en los labios, el perro, me apretaba de una manera salvaje. Era como un animal salvaje, como si fuera a  querer comerte, así lo vi yo.

El asiento cedió por su peso y cayó hacia atrás. Entonces yo perdí la fuerza de resistencia; él tenía mucho peso, yo ya no podía más, ya no tenía fuerzas. Se abalanzó sobre mí como un monstruo, me tocaba los pechos, apretaba mis pechos, me metió la mano en la vagina. Yo lloraba y le pegaba con las manos. Se me quitó de encima sin llegar a penetrarme (con su miembro). Entonces yo me lancé a la fuga. Lloraba y corría sin rumbo. No sabía por dónde iba. No sabía el camino, no sabía regresar sola. La casa quedaba muy lejos aún. Él se bajó del coche, me siguió y me  llevó al coche por la fuerza. Parecía como si tuviera miedo del escándalo. Empezó a ser más amable conmigo para que volviera con él al  coche.

Subí con él en el coche. Llegué a la finca en un estado lamentable. En la finca estaba todo lleno de trabajadores, hacía mucho calor. Yo lloraba, daba pena. No hablé con nadie de lo que me había pasado, ni siquiera con mis amigas de la habitación. Estaba temblando…Me preguntaban qué me pasaba y no les pude explicar nada. Les dije que me había cansado mucho en el trabajo y ya está. Me duché y pasé de ir a comprar. Aun así, el maldito perro un día me sacó 50 euros por el coche, y me decía: “española no trabajo tú dormir yo dinero”.

Otro día tenían fiesta ahí. Él estaba en su coche, y a su lado había una proxeneta marroquí que se llama H. Pasé por delante de ella de camino a hacer autostop para ir al pueblo a hacer la compra.

Me llamó y yo le dije que se acercara a mí si quería hablar conmigo. No quise ir donde estaba él. Me dijo que yo le gustaba a él (a Antonio) y que  él quería una mujer nueva, quería renovar. Le pregunté  qué quería decir “renovar”. Me dijo que me subiera con él y que me daría 50 euros. Le contesté que se fuera ella con él y cobrara los 50 euros, que no hacía falta que le buscara otras mujeres (a sus hermanas marroquíes), que lo hiciera ella misma directamente…que yo me vine aquí para trabajar con mis hombros y mi sudor, que si hubiera querido el haraam**  e ir con hombres y cobrar, no me faltarían. Los hay a montones en Marruecos.  Me habría hecho rica y no me habría hecha falta venir hasta  aquí.

Aun así, continué viendo cosas de estas. Él acosaba a cada mujer nueva que llegaba a la finca. Las quería a todas. A todas las consideraba suyas. Había quienes subían voluntariamente con él y había otras a las que obligaba. Este es el motivo por el que llegué a odiar mi vida en aquel sitio. Me llegué a odiar a mí misma, pero aguantaba y rezaba para que me permitieran ir a otra empresa a trabajar.
 
A todas nos consideraban putas. Venían coches a la puerta de la finca…10, 15 coches, hasta altas horas de la noche. 

Era constante. Lo veía todo el mundo.

Igual que veían a las tres proxenetas ir y venir con chicas a los coches. Los jefes lo sabían y lo permitián.

Las mujeres desaparecían tres o cuatro dias. Y no pasaba nada.

Hayat me ofreció ir con otros hombres, a cambio de dinero, además de con Antonio. Se lo hacían a casi todas. Se aprovechaban cuando peor estaban las chicas.

Yo los insulté. 

¿Intentó acosarte otro hombre, aparte de este Antonio?

No, ha sido el único. Sí que hizo un intento un rumano. Yo venía del autostop. Una persona me trajo en su coche desde Almonte. Cuando bajé en la carretera camino a la casa -hay media hora de camino a paso rápido entre la carretera y la casa-, en el camino se me acercó uno. Yo sabía que era español o rumano por sus rasgos físicos. Le pregunté si iba a la casa Doñana para llevarme ahí…de golpe me di cuenta que tenía las partes bajas desnudas, haciéndome señales. No lo hizo solo conmigo, algunas amigas me explicaron que les había pasado  lo mismo. 

Los rumanos en los tuneles no paraban de decir friki-friki. Yo al principio no sabía ni qué era.

Nos quejamos, pero dio igual.

Cuando lo viste desnudo, ¿huiste?

Claro, ¿cómo iba a subir en su coche! Iba a hacer lo que quisiera conmigo. Esto no se hace. Le regalé un escupitajo y me fui.

¿La gente de la empresa no os llevó nunca a hacer las compras?

Decían que tenían un bus que iba cada mes al pueblo para hacer las compras, pero no llegué a ver nunca ningún bus. Solo veía a mujeres haciendo autostop. Llegábamos a ser 10 o más mujeres haciendo autostop. Podíamos estar ahí horas esperando de pie, bajo el calor del verano y en pleno Ramadán, como si no tuviéramos suficiente con el cansancio del trabajo. Podías tener suerte y encontrar coche como podías volver a la habitación sin compras. Nos quedábamos haciendo señales con las manos, podíamos tener suerte y nos paraba una buena persona como no tenerla y nos paraba uno que nos enseñaba sus partes bajas. Había quienes nos llevaban cobrándonos 5 euros por  la plaza para  un trayecto de 10 minutos desde el  lugar del autostop hasta Almonte.

Cuando pasé por aquella experiencia, sentí el dolor y el sufrimiento de los inmigrantes subsaharianos que hacen autostop en nuestro país (Marruecos) y están pidiendo limosna  a los demás…Ya está. He odiado aquel sitio y me he odiado a mí misma.

¿Antes de llegar aquí conociste a alguna mujer en Marruecos que hubiese trabajado antes aquí?

En Mequinez me encontré con algunas, pero cada una tenía una información diferente. Si les preguntaba sobre el sueldo me decían “depende”. Algunas me decían que tenía que llevar mi vajilla…otras me decían que no hacía falta…algunas otras me decían que nos lo pagarían todo (la comida, el alquiler, agua, luz). En  ANAPEC no nos quisieron informar de nada.

¿Tú conocías a la persona que puso los carteles informativos de esta campaña en tu pueblo?

Son las autoridades las que nos informaron de ello.

¿Quién os dio el pasaporte para viajar desde Tánger?

No sabemos quiénes son

¿Los autocares que partían de Tarifa todos iban a Doñana?

No sabíamos. Algunas tenían apuntado en su pasaporte la empresa que les había tocado, pero otras no. Esto es un disparate. Cada una tenía que saber dónde iba, pero  no sabíamos.

Cuando os visitaron los de AUSAJ y el  SAT ¿Qué pensasteis?

Nosotras organizamos una manifestación días antes de que llegaran ellos. El primer motivo era porque nos dijeron que a las trabajadoras nuevas les pagarían por caja y a las antiguas por día laboral.

Un día que llegaba del trabajo me encontré con una multitud de trabajadoras alrededor del jefe hablando y gritando. Pregunté qué pasaba y me lo explicaron. Un trabajador marroquí hizo de traductor y le hizo llegar al jefe el mensaje de las demás de que queríamos cobrar por día laboral y no por caja. El jefe no lo quiso ni escuchar. Lo mandó a callar y lo echó de allí. Lo trató como a un perro…aquel chico estuvo a punto de llorar.

El que llegaran los de la Asociación nos dio fuerza, nos sentimos menos solas.

¿Quién era el trabajador que os quiso ayudar?

Un trabajador de ahí que quiso eso, ayudar. Él sabía que nos robaban, que las horas que hacíamos de más no las cobrábamos. Claro, él ha ido a la escuela y sabe.

Un día me enfermé, estuve dos días en la cama enferma. Me fui a pedir medicamentos a la encargada y me dijo que no tenía. Ella se los daba a quien quería. Tampoco me llevaron al médico. 

Le dije que me diera un papel para ir al hospital. Tampoco sabía cómo me las iba a apañar sin saber el idioma. Me sentía como una vaca, una cabra. Me dijo que me llevara mi pasaporte y me fuera. Aún tengo aquí la radiografía y el tique de 20 euros que me gasté en la medicación. Ella tenía la obligación de llevarnos en su coche al hospital, traducir por nosotras, y comprarnos la medicación.

Trabajábamos sin saber ni cuánto íbamos a cobrar, nadie nos dijo nada. Lo de los 40 euros lo oímos en Marruecos. 
No nos daban las nóminas, excepto a una minoría. Cuando se las pedí no quiso dármelas…que hasta el año que viene no nos las  daría ¡Si es gracias a la nómina que podemos saber cuántas horas trabajamos, cuántas cobramos…! 
No nos las dan precisamente por eso, para que no sepamos que nos roban. 

¿Y a partir de ese primer día de protesta?

A partir de ahí todo han sido conflictos. Primero hicimos la manifestación por lo de las cajas. A partir de ahí cada día manifestaciones, conflictos, discusiones…

Aquél mes que nos pagaron algo, un autocar lleno y otro  medio lleno se llevó a unas trabajadoras rumanas que se fueron de allí. No estaban satisfechas con el sueldo que cobraban aun siendo de ellos (quiere decir cristianas). Solo se quedaron ahí las nuevas que no saben nada. Las antiguas trabajadoras cobraban bien. De hecho a las nuevas nos odiaban porque esta empresa contrató a un montón de gente nueva. No paraba de llegar gente nueva para trabajar cuando ahí ya había demasiadas. Cuando salíamos todas a trabajar parecíamos abejas. Había mucha injusticia y menosprecio en aquella empresa. Hacia las 10:30 tenías que haber acabado una raya de fresas.

¿Qué es una raya?

Una raya son 10 filas

De cada fila sacábamos 10, 11 cajas. Yo sacaba 14 y 16 a la vez. Trabajaba como nadie, no levantaba la cabeza…agachada todo el rato. Si respondías al teléfono a una llamada urgente, al día siguiente te quedabas sin trabajo. Si  se te aplastaba una pieza de fresa también.

Antes solo recogíamos la fresa, no la ordenábamos. Lo hacían en la fábrica. Cuando vieron que la empresa tenía muchos trabajadores, nos exigieron que las ordenáramos también. Nos pasábamos muchas horas en eso. Nosotras no somos aviones. Las que acababan su trabajo se marchaban, no se ponían a ayudar a otras personas.

Explícame cómo hiciste para salir de aquella finca. ¿Qué pasó? ¿Cómo llegaste a formar parte de la lista de mujeres que decidieron denunciar? ¿Fuiste a denunciar a la Guardia Civil?

Cuando pasó lo del acoso, no fui a denunciar. Si se lo hubiera llegado  a explicar a otra mujer marroquí, me habría dicho que la culpable era yo…que si no hubiese subido con él en el coche no me habría pasado nada. Nuestra sociedad no tiene clemencia con las mujeres.

¿Cuándo denunciaste?

El día que huí de ahí. Sufrimos mucho. Muchas mujeres se marcharon. Ellos tenían que habernos formado durante 15 días. Solo nos enseñaron algo el primer día y ya está. Había quienes no trabajaron ni un día desde que llegaron porque no les daban trabajo o porque no habían hecho bien el trabajo el primer día y las castigaron. Te dejaban hasta que te hartabas de estar sin hacer nada y les pedías que te llevaran en el autocar para marcharte. Una de las mujeres que huyó conmigo no trabajó ni un día.

Había manifestaciones cada día. Los jefes nos hacían fotos…el Antonio que abusó de mí, la encargada rumana…todos. Se metieron dentro y empezaron a clasificar a las que participaban y hablaban en las manifestaciones. Cuando oyeron que venía la prensa y que su reputación quedaría por los suelos,  llamó la encargada a nuestra puerta por la mañana para llevarnos a Marruecos por la fuerza, junto con las que querían marcharse. Yo no llegué nunca a imaginarme que harían una cosa así.
 
Salimos fuera, todo el mundo salió. Omar también, el jefe en el medio. Nos dijo que saliéramos todas, que no se quedara nadie adentro. Había un grupo que quería marcharse el martes, les dijo que se marcharan el domingo. Cuando oí mi nombre, estaba a punto de desmayarme. Ni nos habían pagado ni me habían avisado. Yo tenía contrato. Y a mi hijo no le había comprado nada para llevárselo de regalo. Solo me habían pagado algunos días de abril, mayo entero no me lo habían pagado. Durante el mes de mayo no trabajamos muchas horas, no nos dejaban.

Explícame qué pasó ese domingo.

Pues me dijeron que subiera al autocar. Estaba la Guardia Civil, los autocares…A unas compañeras las cogieron de los hombros para que subieran al autocar. No había manera de huir. Todo estaba controlado. Estábamos como en un círculo…ni hemos cobrado, ni sabíamos hablar, ni entendíamos lo que pasaba.  

Cuando me llamaron, volví a la habitación, recogí mis cosas. Si no lo hacía, nos sacaban por la fuerza. Él lo tenía premeditado. Cuando nos llamaba nos advertía de  no sacar los móviles, no grabar o hacer fotos. Yo lo tenía apagado, si no, lo hubiera grabado todo.
 
Una de las trabajadoras nuevas nos ayudó a huir. Había un agujero en el alambre de la finca debajo de la valla. Hicimos creer que queríamos recoger naranjas de un sitio donde tiraban naranjas podridas. Estuvimos un rato ampliando el agujero para poder salir. El jefe y los que le ayudaban se dieron cuenta de que había 9 mujeres que se habían dado  a la fuga. A algunas las pudieron atrapar y las devolvieron a la fuerza. Otras se escaparon. En total fueron unas 30 mujeres las que pudieron escapar. Algunas se fueron a buscar a familiares que tenían en España. Había de todo, las que no habían finalizado aún el contracto…las que no habían cobrado, y de golpe les decían que se marcharan a su país. Es normal que intentaran escaparse. Dejaban allí sus cosas y todo, solo pensaban en escaparse para no volver a Marruecos sin nada. Las mujeres no conocían el camino, cada una huía en una dirección diferente.

¿Tú qué hiciste?

Nos escapamos otra chica y yo. Nos conocíamos de vista nada más. Veíamos desde nuestro escondite cómo corrían por todos los lados el jefe, sus ayudantes, las encargadas y la Guardia Civil buscando a las que se habían escapado. La Guardia Civil en sus vehículos por la carretera para atrapar a las que huyeron por ahí y los demás a pie.
 
Cuando llegamos las dos a la carretera no sabíamos qué hacer. Aquel  fue el día más negro de mi vida. Cogimos la dirección contraria, quería llegar al bosque, donde no nos encontrarían. Estaban a punto de vernos desde una colina cuando saltamos hacía abajo y empezamos a dar vueltas. Si no fuera por las matas, hubiéramos estado a punto de acabar en el alcantarillado. Se oía el ruido del coche. Pensábamos que ya nos habían visto.

La otra chica me decía que subiéramos y nos entregáramos, pero yo le decía que no, que se callara y no se moviera de su sitio. Los de arriba se comunicaban por teléfono con la policía (G.C).Llamaban y decían “Hola”, por si les contestábamos. Yo cogí a mi acompañante de la mano y nos dimos a la carrera hasta llegar a la alambrada. Estaban a punto de cogernos cuando nos lanzamos hacia fuera. Nos hicieron fotos y nos grabaron subiendo a la valla y saltando. De aquella valla tan alta no se podría lanzar ni un hombre, nosotras lo hicimos. Ayudé a mi amiga, que le costaba lanzarse. Estuvimos corriendo otra vez hasta llegar al bosque. Cuando quisimos salir de ahí no supimos. Quedaba una raya de batería en nuestros dos móviles. Llegamos a un sitio donde había muchos caballos y perros. Yo no les tengo miedo a los perros, la otra chica temblaba a mi lado. Cada vez que veía un coche blanco, me decía que ya estaba, que eran ellos con la Guardia Civil y que nos cogerían. Nos agachábamos  para escondernos. Pasamos un gran miedo.

Estuvimos caminando cosa de cuatro horas, pero no sabíamos dónde estábamos. Al final llamamos a los de la Asociación. Nos estuvieron buscando hasta que nos encontraron. Nos trajeron a Almonte. La otra chica tuvo miedo y huyó. Me quedé sola con una mujer que me preguntaba cosas. No quise hablar con ella por miedo a que fuese de la Guardia Civil. Me pasaba a un marroquí por teléfono, pero tampoco quise hablar con él. Cuando me explicó que eran de la Asociación, confié en ellos. 

¿Tú sabías que había prostitución en la finca?

Sí, desde el primer día. Aquel Antonio lo hacía todo a la luz del día.

¿A ti te continuaba acosando?

Sí, siempre me decía algo. Todo el mundo decía de mí que iba con él, mi reputación estaba  allí por los suelos.

¿Esto lo explicaste a los guardias civiles?

Había detalles que no pude explicarlos como lo hago ahora contigo, pero sí. Había cosas que omití porque había una mujer que me traducía y me presionaba, no estaba cómoda.

Además, el Guardia Civil que me tomaba declaración era uno de los que estaban por la mañana en la finca. El Guardia Civil no quería que yo declarase. Se peleó con la abogada. Gritaban.

Sentí mucho miedo.

¿Quieres añadir algo? 

Agradezco a AUSAJ y al SAT  lo bien que se han portado. Pero yo no descansaré hasta que Antonio pague por lo que hizo y que sirva de ejemplo para los demás.


(*) ANAPEC, acrónimo de Agencia Nacional de Promoción del Empleo y la Competencia,  Institución publica marroquí creada en el año 2000

(**) haraam: concepto religioso para referirse a lo prohibido. En este contexto la traducción es  “dinero sucio”.  

 

 

 [4] DECLARACION JORNALERA 8

 

¿Hermana, me puedes hablar un poco sobre tu situación familiar?

Si

¿De dónde eres? Y si tienes hijos

Un dia estaba en mi casa, y  me llegó esa noticia, la oportunidad de trabajar en la fresa. Lo consulté con mi marido. Él estaba de acuerdo, porque soy pobre en Marruecos. No tengo nada, tengo a mis hijos que están estudiando, estoy delicada de salud, y mi marido también. El trabajo de mi marido no es suficiente para dar estudios a nuestros hijos, comer o cubrir los gastos médicos. Dado que estoy viviendo en extrema pobreza, no me da ni para ahorrar ni dar estudios a mis hijos ni al médico.

Hemos hablado mi marido y yo sobre el tema, y me ha dicho la decisión es mía. Y me pidió averiguar sobre el trabajo y si las condiciones no son duras, en ese caso puedes viajar.

Fuimos a apuntarnos, y cuando fuimos a Oujda, cuando nos llamaron de Oujda, en ese momento preguntamos a la gente sobre el tema.

¿De dónde eres?

Soy del este. Las chicas que estaban conmigo han hecho una copia del contrato, lo hemos firmado, nos han explicado el contenido, nos han dicho que hay 15 días de prácticas, y que vamos a cobrar 40.000 francos*(40 euros) al día, y que contamos con alojamiento, luz, agua, y el transporte. 

¿Ocho horas de trabajo?

No, son seis horas de trabajo. Nos han dicho: «Tenéis media hora de descanso y puntualidad en el pago. Y os entregan el cheque y vais a cobrar vuestro dinero…lo que trabajáis lo vais a ahorrar para vosotras».

¿y el alojamiento?

El alojamiento y la luz, preguntamos si iba a ser descontado de lo que íbamos a ganar en el trabajo. Nos dijeron que no nos iban a descontar ni un duro de nuestro dinero. Y que el dinero que íbamos a cobrar era para nosotras…nos hemos puesto contentas al escuchar eso, y nos animó más. Preparamos la documentación, nos llamaron, y nos pidieron que nos hiciéramos una analítica. Fuimos nosotras las que pagamos el médico, ellos solamente nos dieron una hoja, que hemos llevado al hospital. Nos han hecho unos análisis y un control.

Hemos reunido todo y hemos obtenido el pasaporte. Juntamos toda nuestra documentación y la llevamos a ANAPEC en un sobre grande blanco, y firmamos cuatro hojas en  ANAPEC. Nos dieron seis hojas, dos de ellas no las firmamos, y cuatro  firmadas. Nos han dicho que os tenéis que ir y preparar vuestras cosas…”Cuando os llamemos, os vais».

Fuimos y recogimos las cosas que íbamos a necesitar. Hemos pedido prestado dinero y fuimos a comprar un poco. Y cerramos nuestras maletas, y metimos las cosas que vamos a necesitar en España, dado que no sabemos el idioma, y no sabemos cómo va a ser, y hemos traído con nosotras lo que nos hacía falta. Cuando nos llamaron, nos dijeron que el viernes teníamos que estar en el puerto de Tánger. 

Antes de eso, ¿quién pagó el visado? ¿Vosotras o ellos?

Lo pagué yo

¿Cuánto?

66.000 francos* (66€)

Hemos pagado nosotras el transporte hasta Tánger. Hasta

Tánger todos los gastos los hemos pagado nosotras. Entre ellos toda la documentación que hemos necesitado en Marruecos, hasta el transporte lo hemos pagado nosotras.

El viernes a las seis estábamos en el puerto. Entramos y nos hemos encontrado con gente que estaba esperándonos; empiezan a llamar por zonas, el este por una parte…bueno, cada zona por un lado. Ellos nos guiaban. Eran dos personas.

¿Quién fue a buscarlas  en Tánger?

Han venido a buscarnos, personas…o sea, los jefes.

¿De  ANAPEC?

Sí, de  ANAPEC. Han acudido a nuestra llegada, nos han enseñado dónde guardar nuestras maletas, y  dónde ir. Cuando fuimos  donde nos han indicado, vinieron dos hombres con un coche, donde estaban los pasaportes, porque los pasaportes los hemos entregado en  ANAPEC, y ellos los llevaron hasta Tánger, donde fueron entregados. Empezaron a llamar por nombres. Al llamar, nos acercamos, cogemos el pasaporte y nos vamos para sellarlo, y empezamos a recoger nuestras cosas en las manos…No teníamos ni carros ni nada, una situación muy difícil. Lo hemos pasado mal en Tánger, fuimos a un sitio donde estaba el barco. Esperamos hasta que llegó el barco, y fuimos. Había mucha gente, mucho agobio, lo hemos pasado mal. Al subir al barco no encontrábamos sitio para sentarnos y subimos arriba. Cuando llegamos a Tarifa nos hemos encontrado de nuevo a dos personas.

El hombre que nos indicó lo que tenemos que hacer no ha dicho: “Ir allí y dejar las maletas, luego volvéis aquí”.

¿Es  XXX? 

No, no es . Es otro, que nos ha dicho que dejemos las maletas allí y volvamos con él. Hemos dejado nuestras maletas, y fuimos con él. Cogió todos los pasaportes y los metió en una bolsa que tenia él, y nos ha dicho que iba a venir una persona que se llama — que va a ser el responsable de nosotras ahí en la finca, y que él solamente es responsable de nosotras en Tarifa.

¿Cómo se llama ese hombre?

No conozco su nombre, no nos ha dado su nombre. Solamente nos dio el nombre de responsable del grupo en la finca. Y nos ha dicho que nos va a entregar los pasaportes, y que hay ocho autobuses. Hay el número uno, el número dos, el número tres, el número cuatro, el número cinco… Y cuando nos dicen un número concreto, hay que subir. Le hemos entregado los pasaportes y empezaron a llamar por nombres.

Vino ese — ese es el que tenía los pasaportes y empezó a entregarnos los pasaportes, y nos indicó el autobús al que teníamos que subir. Subimos al autobús.

Aquel día fuimos en dos autocares, uno del que estaba bajando gente, y el segundo. No había ni … ni nadie en nuestra espera. Cuando llegamos a la finca, nos encontramos solamente a las trabajadoras que llevaban más tiempo allí. Cuando bajamos vinieron a vernos. Les preguntamos por donde teníamos que pasar y nos empezaron a guiar. Y nos han dicho que esperemos hasta que viniesen a decirnos donde nos iba a alojar.

Llegamos a las 21:30h. Hemos esperado mucho hasta que vino una rumana. Trajo una bolsa de llaves, las entregó a una marroquí que lleva tiempo allí, y le dijo: “Aquí tienes las llaves, les entregas las llaves, y pon a seis personas en una habitación… que entren y duerman. Por la mañana veremos qué hacer con ellas”.

Al entregarnos esas llaves entramos, nos sentamos sobre esas camas. Nos hemos puesto de acuerdo en el repoarto de las camas, hemos dormido con hambre. Dado que estábamos viajando durante horas, el cansancio se ha hecho con nosotras, los vómitos, el malestar…Hemos entrado a nuestra habitación, no sabíamos dónde estaba la ducha ni el baño en esa noche. No sabíamos dónde lavarnos las caras, o dónde estaba nuestra cocina ni nada. 

Al venir por la mañana, nos han enseñado nuestra cocina, nos han dicho: “Vosotras, esa habitación con seis chicas y la otra habitación con otras seis chicas…Vais a compartir la misma cocina”. Sólo había una encimera de gas para cocinar. No conocíamos el idioma, ni sabíamos cómo defender nuestros derechos. Cuando decíamos que doce son demasiadas para compartir una sola cocina, o que seis mujeres son muchas para compartir una habitación, nos decían: “Si no queréis, volver a  Marruecos, callaos,  y aceptar la situación.”  Tú sabes que  cuando hay muchas en una habitación hay conflictos. Había tierra por todos los lados. Nos sentamos encima de ella, la comíamos, la teníamos por todos los lados, incluso en nuestra ropa y  en nuestro armario.  Hemos aguantado todo eso. Hemos quedado ocho días sin trabajo. 

¿No  ha venido nadie a buscarlas? ¿Ni ha preguntado por vosotras?

No, no, fuimos a hablar con ellos…

¿Y qué?

Nosotras solamente hemos preguntado a las mujeres que llevaban más tiempo ahí. Les hemos comentado  que no hemos traído con nosotras dinero;  otra mujer y yo no hemos traído ni un dírham con nosotras. Hemos llorado con amargura. Una mujer me prestó 100 dírhams (10 euros).   Cuando fui para pedirles un anticipo, me contestaron que no, y me dijeron que para que me den un anticipo primero tenía que trabajar cinco días. Y yo estaba sin trabajar durante ocho días y me querían añadir otros cinco días. Como no tenía dinero para comprar comida, estaba obligada a buscar pan para comer, en las bolsas de las mujeres que llevaban mucho tiempo allí….¡Después de estar viviendo todo esto! ¿Quién va a pensar en sus hijos o en su familia? ¡Los hemos olvidado! ¿Sabes por qué?

Mira, por ejemplo mi amiga me dejaba el móvil, durante unos segundos, para hablar solamente con mi marido, para decirle que estoy bien.  No he traído el detergente conmigo de Marruecos; empecé a pedirlo a las mujeres,  llegué a robarlo. Como he tenido que pedirlo tantas veces, empecé a robarlo y a lavar la ropa. No encontré ropa limpia, porque mi ropa estaba sucia. 

Hemos trabajado cinco días. Yo trabajé, y al día siguiente  nos dijeron que no había trabajo. Trabajé el viernes y el sábado. Luego no trabajamos, hasta el domingo. Y luego completamos otros tres días de trabajo.  Entonces nos dieron el anticipo, me han dado 50 €. A fecha de hoy no me han dado ni un dírhams. Con ese dinero pagué mi alimentación durante 17 días de Ramadán. 

¿17 días?

La mujer que me prestó 100 dírhams, le devolví su dinero de esos cincuenta euros. Y a otra mujer que me prestó 50 dírhams,  que he puesto, junto con las chicas, para los gastos de la comida, a ella también le he devuelto su dinero. Al final me han sobrado 35 euros. Con ellos he comido todo el  Ramadán.

 ¿Qué es lo que comí en Ramadán?-hace memoria- Calabaza que han tirado a la basura (empezó a llorar Fui y las recogí y las comí,  y las naranjas podridas… Lo hemos cogido de la basura, las exprimimos y las tomamos (llora de nuevo). 

En ese momento, rompemos a llorar las dos como magdalenas. Entré en un estado de angustia y llanto por la impotencia. Esta mujer me rompió el corazón. Es analfabeta, pero tiene una memoria privilegiada. Por eso reproduzco todos los detalles del relato de los hemos.

Vale, ¿continuamos?

Cogíamos las naranjas de la basura, las exprimíamos y preparábamos un zumo pocho. Y lo poníamos en las botellas y lo tomábamos.

¿Qué me has dicho? ¿Qué es lo que estáis haciendo con las naranjas?

Ellos traían naranjas, porque también trabajan en campos de naranjos, y las naranjas podridas las tiraban. Y nosotras las cogíamos, y les quitábamos la parte podrida y las exprimíamos. El zumo lo metíamos en botellas y lo tomábamos en el desayuno. Lo llevábamos al trabajo antes de la llegada del Ramadán, y con ello cenábamos. Lo tomábamos con el pan, nos apañábamos para comprar solamente pan. Y si no encontrábamos con qué comprar el pan, nos dejábamos humillar.

Nos dicen: “Hay que hablar y defender  tus derechos”, y que ella no puede hacer nada (se refiere a la encargada).

Nos íbamos a trabajar. Y al terminar de trabajar, nos íbamos a recoger hierbas, que están en mal estado, muy sucias. Las traíamos, las lavábamos y las cocinábamos al vapor…y las comíamos.        

En los últimos días de Ramadán no hemos podido  ayunar, porque no comíamos bien, y no hemos podido hacer el Ramadán…en lo único que pensábamos era en encontrar algo de comer. 

El día que se puso enferma mi amiga, les dije que me llevaran a mí también al médico, porque yo también estaba enferma.  Pero me contestó esa rumana: «Yo no te voy a llevar al médico. Yo no voy a llevar a dos personas, solamente voy a llevar a una». No le he podido decir nada más, me quedé callada, porque no sé  cómo defender mis derechos. Me quedé quieta mirando y no fui capaz de hablar ni de defender mis derechos.

Perdí la llave, no sé cómo ni dónde la perdí. Ese día estaba con mi amiga, que estaba enferma. Había venido conmigo para buscar la llave. Y al no encontrarla, fui a hablar con ella (la rumana), y le he pedido que me abriera la puerta. Me contestó: “No, debes esperar a …., la de la llave, para abrirte la puerta”… Mi amiga estaba vomitando, y hacía mucho calor bajo el sol. Seguí buscando la llave, tenía mucho miedo. Cuando llegaron mis amigas, me dijeron que era yo la que había perdido la llave y debía asumir la responsabilidad. Y cuando fui de nuevo para hablar con ella, esta vez le pedí solamente que me acompañara para abrirme la puerta y que se quedara con su llave, y me dujo que tenía que darle primero seis euros…Luego me daría la llave. Al final me acompaño y me abrió la puerta.

¿Luego seguiste con la misma situación?

Seguimos con la misma situación. Luego fuimos a trabajar, después de habernos quedado con un día o dos días sin trabajar… han sido dos días. Cuando fuimos a trabajar, nos habían cambiado los encargados, han quitado a dos, y nos cambiaron a otros que estaban ahí. A cada 5 o 6 trabajadoras les habían asignado un encargado. El día que fui a trabajar con la otra encargada, trabajé desde las 7:30 hasta las 11:00h, y paré y le pregunté si me iba a contar esas horas que había trabajado. Su respuesta fue: “No, no las voy a contar”.

He trabajado muy bien, la fresa estaba madura, la punta de la fresa estaba madurada. Cuando la recolectas, la fresa está madura…La recogía con suavidad.  La encargada siempre criticaba nuestro trabajo, aunque lo hagamos bien.  Nos mandó de regreso a casa a las cinco trabajadoras, nos dijo que nos fuéramos a casa y nos esperásemos dos días.  Fui a casa…Al llegar, vi que habían mandado a todas las trabajadoras a casa, y vino el encargado.

Dos días después vino la encargada y nos dijo que íbamos a cobrar por caja…una caja de cinco kilos. En este caso íbamos a trabajar dos cajas de fresa por 1,50 euros. 

 ¿1,50€, una caja?

 1,50 euros, dos cajas

 1,50€ dos cajas…un total de  10 kilos.

Hicimos una manifestación, no estábamos de acuerdo con lo que había dicho. Pero ellos dicen que en esa temporada no hay trabajo, y no tienen mercancía.

“¡Si no tienes mercancía!…Yo soy nueva, no he aprendido bien el oficio”.

En el trabajo, las trabajadoras que llevan tiempo ahí, nos quitan la mercancía y rellenan con ella sus cajas, y no podemos decir nada. Si hablas, te gritan y se quejan de nosotras, y nosotras teníamos miedo de que nos devolvieran a Marruecos; cada vez que hablamos con ellos nos dicen que nos van a devolver a Marruecos. Por este motivo, teníamos miedo de hablar.

No hay mucha fresa que recolectar, la que queda está  repartida por el campo, una aquí y otra allí. ¡¿Cuándo vas a rellenar la caja de cinco kilos?! ¡¿Cuántas cajas vas hacer al día?! ¡¿Vas a rellenar  dos cajas, en el caso de que cuentes con el apoyo de Dios?! ¡¿Vas a conseguir 150 riyal ** al día?!…El día entero y tú, bajo el sol, quemándote para unos miserables 1,50 euros

Mi contrato es de tres meses, me han traído para trabajar tres meses. En  ANAPEC nos   dijeron que había trabajo hasta el mes de julio,  por eso hemos venido.

 ¿Qué pasó después de la manifestación?

Nos ha dicho: “Si queréis esa condición bien, si no a Marruecos”.   Se enfermó una mujer, nos comunicamos con ellos, y nos han dicho que tenía  que pagar  para ser atendida en el hospital. Entonces la llevó la Asociación y asumió la responsabilidad, y la llevaron al hospital, donde fue atendida. Y puso una denuncia.  Cuando el jefe se enteró  de que la mujer había puesto una denuncia y de que  nosotras estábamos manifestándonos, se asustó.

Una mañana  estábamos sin suministro ni de agua ni de  luz,  porque estuvo  cortada durante cuatro días, porque hemos parado el miércoles, y nos ha dicho que hasta el lunes no íbamos a empezar a trabajar.

El miércoles nos manifestamos…el jueves, viernes, el sábado…Al  sentirse acorralado, lo que pensó fue  llamar a ese   Yo ahí vi a  desde la última vez que lo había visto en Tarifa hasta ese domingo que vi cómo es. Y pongo a Dios por testigo…”Nunca lo he visto antes, aparte de la vez que lo he visto en Tarifa”.  Vino  aquel día y me comentó que tenía que volver a Marruecos. 

 ¿Vino el domingo? 

Sí, el domingo por la mañana.  Pensó que les iba  a crear problemas, por eso querían mandarme a Marruecos. Normalmente los autobuses que van a Tarifa lo hacen los martes y los jueves, y no el domingo. Las  mujeres que quieren hacer la solicitud de volver  a Marruecos tienen que decirlo con una semana de antelación. A veces no les llega el turno hasta 15 días después. Pero a mí me querían  mandar ya.

¿Vosotras empezasteis a hacer la lista el viernes?

Sí, fue el viernes cuando apuntamos nuestros nombres en la lista y le echamos fotos a nuestros pasaportes. 

No cesaron los problemas desde el miércoles hasta el sábado. Y el domingo, a las seis de la madrugada,  llegó la gente de la limpieza; es la primera vez que los veo allí.  Todo el mundo estaba limpiando. Algunos trabajadores de la finca también.

Escuché que va a venir una inspección de trabajo el lunes. Vino el jefe con una lista en la mano, las trabajadoras detrás corriendo por todas partes…gritando.  Al despertarme, encontré al jefe dentro de mi habitación. Dio órdenes de mantener  silencio, y  la que escuche su nombre, que recoja sus cosas y vuelva a Marruecos. Y yo le pregunté: “¿Dónde está mi paga?” Nos contestó que nos pagan en Tarifa…“¿Por qué me vas a pagar en Tarifa? Por lo menos dime cuánto he trabajado y cuánto he ganado, y recojo mi maleta y me ducho. Reponnos el suministro de agua. Yo también quiero ir para ver a mis hijos.”

¿Os ha cortado el agua durante cuatro días?

Si, cuatro días.

¿Desde el viernes  hasta…?

 Te juro por Dios que fueron cuatro días, y el gas apagado. 

¿Desde el  miércoles hasta el domingo?

Te juro que no nos  hemos duchado. Nos han dicho que al parar de trabajar, se paraba todo…el agua, la luz, se para todo. Está prohibido, hasta en el caso de que se acabe la bombona de gas, no la puedes rellenar.

 ¿Cómo vais a hacer la compra? ¿Tenías un bus de la empresa?

autostop, en el caso de que  pare alguien.

En ese autostop, ¿estáis en riesgo de que os pase cualquier cosa?

Sí, estamos expuestas a que nos pase cualquier cosa: yo he visto un hombre -y vuelve a jurar de nuevo-, un hombre que paró su coche, se quitó así su pantalón desnudándose, y me sacó su polla.

 ¿En su coche? 

 Sí, en su coche.

¿Tú has hecho autostop para irte a comprar pan?

Si, para irme a comprar, y giré la mirada hacia  otro lado, y arrancó su coche y se fue.

Nunca fuimos a comprar sin que parase alguien y se nos  insinuase, o dijeran  alguna palabra con insinuaciones para mantener relaciones sexuales con ellos…”O sea que vais con nosotros para mantener primero relaciones sexuales. Luego os llevamos para hacer la compra o para ir de compras…Lo importante es que  os llevamos.»

íbamos a las tiendas de los compatriotas árabes, hacíamos la compra según nuestras posibilidades. Hay cosas que nos dan gratis, y cosas que compramos  más baratas de precio. Nos vamos con autostop y volvemos con autostop. Si encontramos a alguien que nos lleve, bien, y en  caso contrario tenemos que ver cómo nos apañamos para volver, pagando a algunos que tienen coches para llevarnos. 

¿Volvemos al domingo?

Ese domingo  vi al jefe  entrando en la habitación de  y quiso sacarla por la  fuerza. Eso fue en mi presencia, y viendo todo lo que estaba pasando quiso sacarla por la  fuerza. Y fue insultada, ya por el jefe o el marroquí (al mencionar a este último hace referencia a  Esos dos que estaban arropados por las marroquíes que fueron compradas por el jefe, que les prometió conseguirles el permiso de residencia y subirles el sueldo. Les ha ofrecido  trabajo durante seis meses; las trajo en febrero, llevan cuatro o cinco meses. Y a mí me trajo y me dio trabajo durante veinte días, y encima me baja el sueldo. Y la que trabajó conmigo cobró  50 euros  igual que yo. La  subió en el autobús, le entregó el dinero, y se fue.  Yo todavía tengo deudas sin pagar en Marruecos. En su momento pensé en venir, trabajar, cobrar…Luego pagar mi deuda.

 ¿Cómo has logrado salir de esa finca?

Llamé a mi amiga   y empecé a llorar. Y le hablé de mi situación que era muy difícil de describir, estaba enferma.  Le conté que me querían llevar a Marruecos a la fuerza. El jefe me dijo: “Tu nombre está en la lista y tienes que irte en este momento”.  Me dice que tu nombre está en la lista y tienes que irte;

estaba de pie en la puerta, y me dice que me  tengo que ir. Le contesté que sí, y que voy a recoger mis cosas, y me voy. Recogí mis maletas y las dejé por ahí. Y él fue a la habitación de  y me escapé, a escondidas, por la puerta…Solamente con la ropa de casa y las chanclas de plástico, y escondí mis documentos  en mis bragas. Salí por la puerta y la Guardia Civil me miró fijamente.

 ¿En ese momento la puerta no estaba cerrada?

Estaba la puerta cerrada. La Guardia Civil, cuando todo el mundo estaba corriendo de un lado a otro, ellos los perseguían. 

 ¿La Guardia Civil persigue a las mujeres?

 Sí, estaban  alteradas… la manera cómo me escapé yo fue lentamente, y no corriendo.

 ¿Saliste por la puerta principal?

 Salí por la puerta.

 ¿Has abierto la puerta desde dentro, o te has  encontrado con la puerta abierta?

 Fui yo la que ha abierto la puerta, estaba cerrada.

 ¿La has abierto y te escapaste porque la Guardia Civil estaba persiguiendo a la gente que estaba corriendo?

 Sí

 Fuiste la más lista del grupo. ¿Y cuándo saliste de ahí?

Caminé una distancia hasta llegar a la carretera, e hice autostop, y me metí en un coche y a  Almonte. Y ahí se me acercó gente. Yo no los conocía, ellos se me han acercado, y me han  preguntado si nosotras éramos del grupo donde había pasado eso. Y contesté   que  sí, y me llevaron con ellos ¡Qué Dios los bendiga! Ahí me sentí segura, cómoda, me sentí bien. Me dieron la oportunidad y hablaron conmigo, y me dieron su cariño; me apoyaron y me calmaron con sus palabras. Y sus tratos me han empoderado, y el miedo desapareció. 

¿Tú, cuando saliste por la puerta, viste algún coche naranja  en  aquel día cuando estabas saliendo?

 ¿Cómo?

 Si has visto algún coche saliendo

 Desde la finca, sí hay…lo he visto.

 ¿Qué has visto?

Vi llevarse a las mujeres a la   fuerza.  Las metieron  en los coches. Vi a la mujer que se  había  desmayado, y  a la que  no le habían hecho caso. Solamente fue atendida por las chicas, que le estaban diciendo: “No grites, no llores”. Y vi al jefe en persona, y a  cogiendo las maletas y metiéndolas  en los coches, y la mujer tirada en el suelo. Y he sido testigo de eso

En esa casa, no donde estabais viviendo vosotras,  en esas casas que estaban alejadas, ubicadas en la entrada de la finca, donde en una de ellas viven unas rumanas y en otra unas marroquíes. ¿Tú has observado algo fuera de lo normal, como la prostitución?

 Sí, lo he observado.

 ¿Qué has visto?

Lo que he visto…A las antiguas marroquíes que saben hablar el idioma las han puesto en una zona, se llevan bien entre ellas, se ven con rumanos, españoles o marroquíes. Son ellas las que facilitan los números de teléfono y les dan información sobre las chicas. Por ejemplo, que este año hay nuevas; han venido jóvenes, guapas, mejores que las antiguas, y trabajan de intermediarias a cambio de una suma de dinero. Han cobrado mucho dinero haciendo eso.

 ¿Hacen de intermediarias con los clientes (los hombres)?

Este año la finca estaba llena, se parecía a un bar, ¿conoces un bar? Es igual; aparcan los coches, y esperan a que las chicas nuevas salgan  a buscarlos. Hay tres chicas de las antiguas que llevan a las nuevas.

 ¿Son chicas como tú, que no tienen para comer?

Yo, personalmente, estoy casada y llegué al extremo de hasta pensar en  eso, pero  conservé mi honor. Llegué al extremo de recoger comida de la basura para comerla. Hay alguna que trae naranjas podridas, las exprime y las bebe… Otra que trae  hierbas llenas de suciedad, y de pis…Y las lava y las come.

 ¿Eso significa que cualquiera puede llegar a prostituirse?

Sí, puede, porque hay chicas que se han puesto malas y no las han llevado al hospital…han tenido que llegar a eso.

 ¿Tú también te pusiste mala y no te han llevado al hospital?

Yo me puse mala,  tengo problemas de tiroides, bocio,  y bajo el calor, me asfixio. Y le he dicho (hace referencia a la encargada, de nombre ) que me llevara junto con mi amiga  al médico. Me contestó que no iba a llevar a  dos personas, que solamente iba a  llevar a una, y no me llevó. No he podido hablar…allí no puedes hablar, no puedes llamar por teléfono.

Nosotras en Ramadán rompemos el ayuno a las 22.00h. Viene (con referencia de nuevo a  la encargada, de nombre ) y nos cierra la cocina, y nos dice que no debemos  quedarnos despiertas hasta las 22:00h…”El Ramadán se hace en Marruecos y no en España…aquí tienes que comer. No has venido para hacer el Ramadán, has venido para trabajar. Aquí no tienes que estar despierta hasta las 22.00h, tienes que irte a dormir a las 19.00h, como el resto. No tienes que romper el ayuno ni hacer el Ramadán.”

 ¿Y el jefe no dice nada al respecto?

El jefe…-lo acompaña con una risa mezcla de burla y sarcasmo.

El jefe lo sabe todo. 

 ¿No lo has visto acosando a las trabajadoras?

Lo he visto acosando a la mujer embarazada. Vi cómo la estaba acosando en el trabajo. Estábamos  en la carretera, y pasó mirándonos a todas.

Separó a la embarazada del grupo, y las chicas  escaparon de él. Y bajó del coche y le dijo: “Tú te vienes conmigo en el coche”…Y la pobre se escapó.  Se escapaba  de él en la finca, en la carretera, en el trabajo. No quiso montar en su coche, ni ir con él. Al final fue a buscarla a su casa cuando averiguó su habitación. 

Y lo he visto acosando a otras. Y hablando todo el tiempo con las tres marroquíes que son alcahuetas, cuando llevan y traen a las mujeres a los coches. 

Incluso a mí un día que fui a quejarme porque me habían echado del túnel, me dijo que si “friki-friki” y me enseñó un billete de dinero. Estabamos en medio de todo el mundo y a mí me acompañaba la persona a la que pedí que me tradujera. Me quedé helada, tan sorprendida que me dí media vuelta y me fui. 

 ¿Qué pensaste cuando viste a la gente de AUSAJ y del Sindicato? 

 La verdad, cuando vimos a la gente de la Asociación, sentimos que estábamos seguras, protegidas, y con una  esperanza muy grande… ¡Que Dios les bendiga!

No puedo devolverles el favor, no tengo con qué pagarles… ¡que Dios les bendiga!

 ¿Tienes algo que añadir?

 Gracias

 Que Dios te bendiga.


(*) Término referido al “franco marroquí” 

(**) “Riyal”: término referido a una moneda en uso en algunas zonas de Marruecos. Diez Riyal corresponderían a un dírham. Así en el texto “150 Riyal” serían 15 dírhams, y aproximadamente 1’50 euros.

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♦♦♦♦♦♦♦

 

[5] DECLARACION JORNALERA 2

 

¿Me podrías habar un poco de tu situación familiar?

Provengo del este de Marruecos. Divorciada. Tengo un niño de ocho años, lo cuida mi hermana. Mi madre está enferma. Fue este motivo por el que he venido a España, para ayudar a mi familia y para ayudar a mi madre económicamente, para que pueda operarse

¿Antes de venir a los campos de fresas de España, conocías o tenías contacto con alguna mujer que había venido antes que tú?

No.

¿Conoces a la persona que publicó el anuncio en ANAPEC en tu país?

Me apunté en mi cuidad de origen.

¿Y dónde has visto el anuncio?

Escuché a algunas mujeres de mi pueblo hablar sobre el tema. Después de pensármelo, le pregunté a mi hermana si podía cuidar a mi hijo mientras yo vaya a España a trabajar en la finca. Cuando aceptó, me apunté. Cuando volví a trabajar en un almacén de limón en Marrakech, al tercer día me llamaron y me dijeron que he sido aceptada en la finca.

¿Cuánto ganabas en ese almacén?

No mucho. Trabajaba en el campo, y nos pagaban ellos el alquiler. Cuando llamaron, cogí mis cosas y me vine para España.

¿Conoces a la persona que publicó el anuncio del ANAPEC en tu país?

No, no la conozco.

¿Y quién os recibe en Tánger?

 Nos recibieron unos jóvenes.

 ¿Y en España?, ¿Quién os recibe?

Nos recibe un hombre llamado  Los autobuses estaban numerados y cada grupo de mujeres se le asignaba un autobús.

 ¿Conoces a otras mujeres que hayan viajado desde Tánger a otros lugares de España a parte de Huelva?

 No, no conozco a ninguna. 

 Entonces, en España,  se encargó de todo.

 Sí, así es. 

Cuando os visitó la asociación, AUSAJ ( Jesús y Belén, que llevaron  al médico…) Después de su visita, ¿En qué habéis pensado y qué habéis sentido después de ver a esta asociación?

Desde que hemos llegado a la finca, hemos aguantado muchas cosas. Al llegar a la finca y ver las habitaciones, nos pusimos a llorar, todo estaba lleno de arena y de suciedad. Nos decepcionaron. Tras pasar la noche en esa habitación, me enfermé. Les pedí que me llevasen al médico, esa misma mañana no trabajé y me llevaron al centro de salud. Me lleva  Tras verme el médico, les dijo que me tenían que llevar urgentemente a Huelva. El segundo día, me llevó  Me quedé varias horas esperando fuera bajo el sol, aguantando el dolor y con hambre. Tras esperar varias horas, apareció  avisándome de que tenia que subir al coche para volver a la finca. Cuando le pregunte por el motivo, me ignoró y me dijo que íbamos a volver al siguiente día. Ya no me llevaron más. Para ir al médico,  me pedía 40 euros. Como yo no los tenía, me dijo que un chico que iba con ella, los pagaría por mí. Yo no acepté. Pues me había extrañado mucho y más que yendo en el coche con  la escuché decir “aquí hay una muchacha nueva”, y eso me asustó. 

 ¿No sabias a donde te habían llevado?

 No, no sabia donde estaba. 

Cuando os visitó la gente de AUSAJ y del Sindicato, después de su visita, ¿En qué habéis pensado y qué habéis sentido después de ver a esta asociación?

 Todos los miembros de la asociación, los he considerado como a mi propia familia. Tras verlos, ya no nos sentíamos solas, como antes. 

Cuando esta asociación junto a  se despidieron de vosotras, ¿Qué habéis comentado entre vosotras?

 fue la que nos animó a hablar sobre todo aquello que nos sucedía. Antes teníamos miedo hablar sobre el maltrato y el acoso que sufríamos. 

 ¿Como se preparó la lista de las mujeres que querían quejarse? ¿Y quién la preparó?

 No lo sé.

 Vale, de acuerdo. 

 Ah vale. Ahora te entiendo. ¿Te refieres a la lista en la que nos hemos apuntado?

 Sí, esa, ¿Sabes quién la preparó?

 Fue   XXX  y WWW

 Vale. ¿Y quién le entregó la lista a XXX?

 Se la dio 

 ¿Tú también conoces a  XXX?

 Sí.

 ¿Has tenido contacto con él?

 No, nunca he tenido contacto con él. 

 ¿Y cómo se enteró sobre la enfermedad de XXX  y XXX ?

 No lo sé.

 ¿Y sabes porque se cambió el comportamiento de XXX?

 ¿La que tiene una fractura?

 Sí.

He escuchado de que estaba soñando con su hijo que se iba a caer de una montaña, y cuando iba a ayudarle, se cayó de la cama desde arriba.

 ¿Has tenido algún accidente en el trabajo?

 Sí.

 Vale, cuéntanos todo.

Tal y como te he dicho antes, al llegar a la finca nos dormimos sobre unas sábanas muy sucias y bebíamos del grifo agua no potable, lo que me causó una inflamación en el cuello. Fue cuando me llevó  al médico. Cuando volvimos del médico, sin haberme atendido, al día siguiente se me acercó 

 A ver, explícame, ¿El primer día con quien fuiste al médico?

 el primer día fui con XXX. Y cuando me mandaron a Huelva, fui con WWW

Entonces, cuando fuiste por primera vez al Centro de Salud, el medico te dijo que tenías una infección.

 Sí. Y cuando fui por segunda vez, me acompañó  a Huelva. Pero no me atendió el médico porque  y su novio me dejaron esperando fuera del centro de salud. Al día siguiente volví al trabajo, y fue cuando se me acercó  Y ya por la tarde, a las nueve de la noche vino  y me preguntó si había trabajado. Le dije que sí. Después me preguntó por si me había ido al Centro de Salud. Le pregunté si era ella la que me tenía que llevar al médico. Me dijo que ya había hablado con  para que me lleve ella,pero tenía que llevar conmigo 40€. Le dije que no disponía de esa cantidad de dinero. Me dijo que a partir de hoy no llevaré al Centro de Salud a nadie, quien se quiera morir, que se muera. Seguí con la infección sin tomar medicamentos, hasta que se puso en contacto con nosotras esta asociación,gracias a ella ahora he mejorado.  Permanecí en silencio por mucho tiempo, aunque estaba sufriendo, pero ya no pude aguantar más cuando el jefe entró a la cocina. Nosotras hemos venido a trabajar aquí con nuestra dignidad. Mi objetivo era llegar y empezar a trabajar para ayudar a mi madre a realizar su operación, comprar una pequeña casa para mi hijo y mi madre. Pero todo fue un sueño, nada de eso se hizo realidad. Nunca he mendigado en mi país, pero aquí hemos sido obligadas a mendigar patatas para no morir de hambre. Un señor nos daba patatas porque le prometimos que íbamos a pagarle cuando cobremos, pero no hemos cobrado hasta ahora. Volvamos a la cocina, te había comentado que el jefe,  había entrado a la cocina. Siempre entraba a la cocina para proponernos tener sexo con él a cambio de 50€. Un día estaba en la cocina, entró y se me acercó, me asusté y empecé a dar pasos hacia atrás mientras él cada vez se acercaba más. Me propuso tener sexo con él a cambio de dinero. Me preguntó si estaba embarazada, le dije que no. Después me preguntó si estaba casada, le dije que sí. Aun así, me siguió convenciendo para que me vaya con él. Empecé a gritar y vino corriendo una compañera de trabajo. Le pedí que se salga de la cocina. Cuando llegó mi compañera de trabajo,  le empezó a proponer lo mismo. Cogió de la mano a mi otra compañera,  obligándola para que le acompañe. Suele entrar también a nuestras habitaciones. Todas compartimos el mismo horno, y la verdad es que no es suficiente para todas. Han sido los días más duros de mi vida. 

¿Qué pasó desde que  se fue de la finca hasta que volvió Jesús? Cuéntame lo que pasó.

XXX  y ZZZ, el hermano del jefe, llegaron a la finca por la mañana y empezaron a quitar los cartones que había en las ventanas y a tirar arena dentro de las habitaciones. Después abrieron las puertas de las habitaciones, informándonos de que íbamos a volver a Marruecos. Cuando una mujer se negó, la cogió  y empezó a arrastrarla por los suelos, mientras la Guardia Civil lo observaba todo. La metió violentamente al autobús.

 ¿Cuántos autobuses había?

 Había solo dos autobuses, uno para las maletas y otro para nosotras. Nos dijeron que nos iba a pagar  cuando lleguemos a Tánger. No tenía la intención de escaparme, pero cuando me acerqué a la puerta, el jefe me cogió del brazo diciéndome que si me escapo me voy a arrepentir. Nos dijo a todas de que la policía era de su padre y que, si nos escapamos, pasaremos el resto de nuestra vida en la cárcel. Después llegó , amenazándonos, diciéndo de que a todas nos tiene registradas. Nos dieron muchísimo miedo y nos pusimos a llorar. No esperábamos que en ese momento iba a llegar la gente del Sindicato y nos iba a llevar. La hija del jefe nos amenazó con encerrarnos con las llaves para no irnos con la asociación. Nos empezaron a empujar para entrar a la habitación y encerrarnos allí, pero nos hemos resistido. 

 Vale. ¿Has visto algún coche salir de la finca detrás de vosotras?

 Sí. Cuando se han escapado había un coche detrás. La guardia civil estaba en la puerta principal viendo como las mujeres eran maltratadas y obligadas a subir a los buses.

 ¿No viste un pequeño coche de color naranja o una caravana?

 No.

 ¿Qué pasó cuando Jesús y Óscar se fueron?

 Nos llevaron junto a ellos. Delante de la Guardia Civil y de todos, nos enfrentamos a  contándoles a todos como nos intentó acosar y violar. La Guardia Civil nos preguntó si éramos capaces de denunciarlo. Yo les dije que sí. Quiero mostrar la verdad a todo el mundo, sobre todo a mi familia, porque no quiero que piense que he venido a España para prostituir. No he venido para ser maltratada, ni para mendigar. Cuando estamos en el trabajo, a la hora de comer, todos se sientan a comer menos nosotras, y para saciar el hambre, comemos fresas a escondidas. 

 ¿Qué pasó el sábado y el domingo?

 Nosotras huimos el domingo. Hicimos una manifestación el viernes porque nos dijeron que íbamos a trabajar dos “secondas” de las grandes( 7 kilos cada una)por 1,50€. 

 ¿Las dos por 1,50€?

 Sí, exactamente. Llamamos a un marroquí para que nos tradujera lo que estaban diciendo, pero le expulsaron. Había gente gritando, pero nadie les hacia caso. Nos trataban como a “perros”. Al sentirnos solas y sin ninguna ayuda, dejamos de protestar y les dijimos que el lunes íbamos a volver al trabajo. En ese mismo fin de semana, el jefe nos pidió que volviésemos a nuestro país, y cuando lleguemos a Tánger,  nos dará nuestro salario. Empezaron a sacar a las mujeres, algunas huyeron.

 Vale, entonces, ¿Qué sucedió en esos autobuses donde los iban a llevar?

 Metieron en ellos a las trabajadoras con violencia.

 ¿Sabes si alguno de esos autobuses no ha salido? 

 Sí, han salido todos. 

 ¿Y quién es ese hombre alto que sale en el video hablando con vosotras detrás de la valla?

 No me acuerdo.

 ¿Y cómo os sentís en la finca? ¿Os sentís como si estuvieseis en la cárcel?

 Sí, incluso llegué a pensar en suicidarme. No quiero que mis hermanos vean las noticias, porque al escuchar las noticias pensarán que he venido aquí para dedicarme a la prostitución, pero en realidad yo he venido a trabajar. Me preocupa perder la custodia de mi hijo porque su padre si ve las noticias, me quitará al niño. Espero que no vea las noticias.

 ¿Y cómo te sientes ahora?

Desde que hemos venido aquí, sufro depresión. Siempre he pensado subirme a esa montaña y suicidarme, porque no he conseguido ni trabajar, ni ayudar a mi madre en la operación, ni ayudar a mi hijo etc.… Son muchas cosas. 

 Hay un vídeo donde aparecen dos mujeres corriendo y otra grabando.

 Esas chicas están conmigo.

 ¿Quiénes son?

 Son las dos que han huido:  y 

 ¿Y la que grababa?, ¿quién es?

 No la conozco.

 entonces, ¿La que grababa no la iban a llevar a Marruecos?

 No, porque pertenece a aquellas que llevan mucho tiempo trabajando aquí. 

 ¿con esto me quieres decir que solo mandaron a Marruecos a las novatas?

 No, nos querían devolver a todas porque ellas también están registradas en esa lista. 

 ¿Y qué pasó después?

 Había mujeres que se quedaron en la finca con el jefe porque lo defendieron, diciendo que todo aquello que decíamos las demás era falso. Estas mujeres están compradas. 

 Y la mujer que grabó a tus dos compañeras corriendo, ¿Es novata o de las que llevan bastante tiempo trabajando en la finca?

 No lo sé. 

 Y la casa que está al lado de la finca, ¿en ella solo viven rumanas?

 Nosotras vivimos con esas rumanas.

 ¿Te refieres a la vivienda que se encuentra en la entrada de la finca?

 No, me refiero a la segunda.

 Ah vale, tu vivías en la segunda.

 Si.

 ¿Y en esa casa solo vivías las novatas?

 Sí, y las demás vivían en otra casa.

 ¿Y la encargada de vosotras vivía con las rumanas?

 Si.

 ¿Y sabéis si hay prostitución en esa casa?

 Si, la hay. Hay unas tres o cuatro mujeres marroquíes que llevan a las demás a hacer autoestop a cambio de tener relaciones sexuales. 

 ¿Y se llevan solo a las rumanas?

 Se llevan solo a las novatas.

 Y en la casa donde viven las rumanas, ¿Hay prostitución?

 No.

 ¿Y donde viven las marroquíes, hay prostitución?

 Si, la hay. Son tres mujeres marroquíes:   y  Son las mismas que se llevan a las demás mujeres a hacer autostop. A  la conozco muy

bien y vi con mis propios ojos lo que hace, pasa la noche junto a su novio.  A  no la conozco.

 ¿Alguna vez te ha animado para que hagas lo mismo?

 ¿Quién, ?

 Sí

 No. Después del día Hospital, no. Ni siquiera le di la oportunidad para que me lo pida. Desde lo que me pasó en el Hospital, cuando me acompañó, dejé de saludarla.

Si que veía como ella y las otras dos marroquíes se dirigían a las mujeres y llevaban a muchas a los coches. Venían e iban sin parar. Yo lo veía y otros también. También los jefes.  estaba con ellas. 

Se aprovechaban si estábamos enfermas o con hambre. Ha sido mucho sufrimiento. 

 ¿Ahora me puedes contar todo lo que te ha sucedido desde que has llegado a la finca?Cuanto tiempo has trabajado y cuanto te han pagado.

 cuando llegamos por primera vez, quedamos muchas horas esperando enfrente de la finca para que nos abran la puerta. Al entrar a nuestras habitaciones, nos sorprendimos porque no era aquello que esperábamos. Había muchísima suciedad. Cuando llovía, siempre se me mojaban los pies, se me mojaba la cama, la ropa… Llegamos el día 27/04/2018 y empezamos a trabajar hasta la fecha 04/05/2018. Nos dijeron que nos iban a dar 50€, pero todo fue mentira. Cuando le dijimos al jefe que queríamos trabajar nos dijo: Vosotras las moras solo os dedicáis a comer y a engordar. Le respondimos: Nosotras hemos venido a trabajar. Pero nadie nos hizo caso. Tuvimos que esperar unos días, y empezamos a trabajar. Trabajamos solo 22 días. 

 ¿Cuánto habéis cobrado tras trabajar esos 22 días?

 No hemos cobrado nada. 

 ¿Solo os dieron 50€?

 Sí, solo eso. Tenia que llenar diez cajas de fresas y cogerlas yo sola. Si se destroza solo una fresa, nos mandan a dormir. Al principio nos dijeron que nos iban a enseñar cómo íbamos a trabajar. Hay mujeres que han trabajado solo un día y después las han devuelto a Marruecos. Yo siempre sacaba 10 cajas, que pesan muchísimo.

Llegábamos super cansadas y llenas de barro, y cuando entrabamos a ducharnos, apagaban el calentador de agua. De nuestro sueldo nos restaban 3€. Si algo se pierde, como una cuchara o las llaves, lo teníamos que comprar nosotras. Ni siquiera nos llenaban el butano para poder cocinar. Si estuviésemos en la cárcel, seguro que nos habrían tratado mejor. 

 ¿Quieres añadir algo más?

 Lo más fuerte de todo fue cuando fui a denunciar ante la Guardia Civil (domingo por la tarde-noche). El mismo Guardia Civil que estaba por la mañana en la finca, cuando se querían llevar a las  mujeres a la fuerza, era el que estaba en la declaración. Ese Guardia Civil se puso a gritar a la abogada. Sentí terror. ¿Cómo iba a hablar bien?

 Vale. Gracias. 

 Háblame de tu jornada laboral. ¿Cuándo empezáis a trabajar y cuando finalizáis? 

 Trabajamos el miércoles de 11.00 a 11.30h debido a la manifestación. Cuando les preguntamos por el motivo de la manifestación, nos dijeron que  les dijo que íbamos a trabajar dos “secondas” de las grandes (7 kilos cada una)por 1,50€. Empezamos a protestar, pero nadie nos hizo caso. Cerraron las puertas y nos dejaron fuera bajo el sol en ayunas hasta las 15.00h. Al sentirnos solas y sin ninguna ayuda, dejamos de protestar y les dijimos que el lunes íbamos a volver al trabajo.En ese mismo fin de semana, el jefe nos pidió que volviésemos a nuestro país, y cuando lleguemos a Tánger,  nos dará nuestro salario. 

 ¿Cuántas horas en total trabajabais?

 empezábamos a las 07.30h y terminábamos a las 02.30. Y a veces, era de 07.30h a 15.00h.

 ¿Y hay descanso o no?

 Nos dan solo media hora. A veces, no trabajamos el sábado y otras veces el domingo. Durante los últimos días, no trabajábamos los días: jueves, miércoles, viernes. Trabajábamos solo un día a la semana. 

 ¿Y no os daban el sueldo de ese día?

 No. nada

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♦♦♦♦♦♦♦

 

[6] DECLARACION JORNALERA 4

 

¿Me podías hablar un poco de tu situación familiar?

Si. Estoy divorciada, tengo un hijo y el padre no paga la manutención a su hijo. En cuanto a mi situación familiar, pues provengo de una familia pobre, por este motivo he venido a trabajar en este país.

¿Antes de venir a los campos de fresas de España, conocías o tenías contacto con alguna mujer que había venido antes que tú?

No, nunca he conocido a ninguna mujer que haya venido aquí.

¿Conoces a la persona que publicó el anuncio del ANAPEC en tu país?

No, no lo sé, pero lo único que sabemos es que fue el ANAPEC quien lanzó el anuncio, pero la persona en concreto no lo sabemos. Lo único que sabemos es que fueron los encargados del ANAPEC quienes publicaron el anuncio. Cuando se publicaron los anuncios, fuimos para apuntarnos. Preguntamos por lo que estaba escrito en esos anuncios y nos dijeron que aquello que está escrito allí es lo que hay.

¿Qué habían escrito en ese anuncio?

Había escrito de que la mujer tenía que estar casa o divorciada, es decir, dispone del acta del matrimonio. También debe tener hijos y pertenecer al medio rural.

¿Y quién os recibe en Tánger?

Nos recibe un hombre llamado  XXX fue él quien nos recibió en Tánger.

¿Conoces a otras mujeres que hayan viajado desde Tánger a otros lugres de España o parte de Huelva?

No, no conozco a ninguna.

¿Cuándo llegáis a Tánger, como se lleva a cabo todo el proceso?

 ¿Cuándo estábamos en Tánger o en Tarifa?

 En Tánger.

Cuando llegamos a Tánger conforme nos llamaban por nuestros nombres, íbamos entrando para que nos den nuestros pasaportes. Cuando llegó el barco, nos iban llevando a España por partes, porque éramos muchas. Cuando llegamos a Tarifa, en la estación de autobuses estaba  junto a otro hombre. Los autobuses estaban numerados y cada grupo de mujeres se le asignaba un autobús. 

 ¿Y esos autobuses iban al mismo lugar o a diferentes lugares?

Nosotras solo íbamos subiendo a los autobuses sin conocer el destino. 

Cuando os visitó la asociación, AUSAJ (Belén y  Jesús,  que llevaron a  al médico… Después de su visita, ¿En qué habéis pensado y qué habéis sentido después de ver a esta asociación?

Cuando los vimos, nos dimos cuenta de que esa gente nos va a ayudar y apoyar porque aquí nos hemos sentido ofendidas y humilladas. Parece como si no hayamos venido a trabajar sino a ser maltratadas. Cuando vimos que esa gente ha venido para ayudarnos, nos alegramos ya que estábamos esperando ayuda por parte de alguien. Es un sentimiento que no te lo puedo describir, nos sentíamos como un grupo de gente que se encuentra perdido en una selva y no encuentra el camino para salir, hasta que de repente ve a alguien y se alegra. Es lo que nos hemos sentido al ver a la asociación. Nos alegramos muchísimo al verla, porque le hemos contado nuestras circunstancias, lo que hemos sufrido y por todo lo que hemos pasado.

cuando los abogados junto a XXX se despidieron de vosotras, ¿Qué habéis comentado entre vosotras?

Después de la visita de la asociación, y después de que ésta viese las circunstancias en las que vivíamos, quedamos a la espera de su ayuda, para que nos ayude a salir del sufrimiento en el que vivíamos. 

 ¿Como se preparó la lista de las mujeres que querían quejarse? ¿Y quién la preparó?

Los abogados querían saber el número de las víctimas, por este motivo, todas les habíamos mostrado nuestros pasaportes y les pedimos que registren nuestros datos para que sepan que estamos siendo maltratadas en esa finca. 

 ¿Y quién registraba los datos? ¿Tú? 

 Sí.

 ¡Vale! ¿Y quién le entregó la lista a XXX

 Fuimos nosotras. 

 O sea, tú. 

 Sí.

 De acuerdo. No tengas miedo porque no vamos a mostrar tu nombre.

Es que hay algunas que viven arriba y otras que viven abajo. Yo me encargué de una parte y otra se encargó de otra. 

 ¿Y cómo habéis conocido a XXX?

Es el encargado de la asociación musulmana de la mezquita. Fui la primera quién conoció a  Nos había llegado un audio sobre él, de que estaba en una asociación musulmana y de que ayudaba a la gente. Cuando escuché ese audio, fui la primera en hablarle. Le mandé un mensaje, comentándole de que estaba trabajando en Doñana. Me dijo “Bienvenida, ¿Tienes algún problema?”, a lo que respondí:Estoy pasando por unos problemas que ni te los puedes imaginar, hemos venido para trabajar y mejorar nuestra situación, pero todo aquello que nos habían dicho era mentira y lo estamos pasando muy mal. Necesitamos el apoyo de alguien, queremos que nos ayudes. Le conté lo que nos sucedía en la finca. A partir de ese día empecé a grabar los vídeos y se los mandaba a  Tengo dos vídeos. 

 Cuando viste que vuestra situación empeoraba, te pusiste en contacto con XXX

 Sí.

 Encontraste su número de teléfono en…

Escuché el número de teléfono de  en un audio, en el cuál él mismo estaba hablando. En ese audio le escuché diciendo de que era marroquí y que estaba en una asociación. Cuando escuché eso, me alegré muchísimo.

 Y ese audio que grabó él, ¿Qué contenía? 

en ese audio escuché que este señor está en una asociación musulmana de una mezquita y que él también interviene en los problemas de los inmigrantes que vienen a trabajar en España. Fue esto lo que escuché, y de donde saqué su número. A partir de entonces, seguimos en contacto los dos. 

 ¿Y cómo se enteró sobre la enfermedad de  XXX y WWW?

El primer día en que me puse en contacto con  por primera vez, fue en casa de  Fui a ver a  porque estaba enferma. No hay una relación muy estrecha entre las dos, pero como estaba enferma, pues fui a verla. Entonces, fue en casa de  donde escuché el audio de  Después de escucharlo les dije que iba a hablar con él y contarle sobre nuestra situación. Aceptaron mi propuesta, diciéndome que todas necesitamos ayuda, ya que todas estamos siendo maltratadas.  también habló con él. Esa misma tarde vino  junto a otros hombres. Mas tarde, me explicó que esos hombres han venido del consulado. Esto es lo que hay.

 Vale. ¿ os ayudó en algo o no?

nos escuchaba de verdad, y cuando le pedíamos algo, venía a la finca, pero no nos dejaban salir para hablar con él. Nos decían: ¡Iros a vuestra casa!

 ¿Y sabes por qué se cambió el comportamiento de XXX? 

 ¿Quién es XXX?  ¡Ah,  la que tiene una fractura! Ahora, ya no puede andar. Le sucedió lo de la fractura, a las doce de la noche y la llevaron al médico hasta las doce de la mañana. Fui a verla.

 ¿Y dónde está ahora?

 Se la llevaron a Marruecos. 

 ¿La llevaron a Marruecos con la fractura?

 Sí, así es.

 ¿Y dónde se cayó? 

 Es una mujer mayor que se cayó desde la cama de arriba y se rompió.

 ¡Pobrecita!

 Si la ves, aparenta unos 50 años. Estaba soñando con su hijo, de que se iba a caer de una montaña, y cuando iba a ayudarle, se cayó de la cama desde arriba. 

 ¿Has tenido algún accidente en el trabajo?

 No.

 ¿Has pedido alguna vez permiso para ir al médico?

 No, porque sé que no aceptan llevar a nadie al médico. Fui sola al médico, por mi cuenta. 

 ¿Entonces, te has enfermado alguna vez, no?

 Sí.

 ¿Y de qué te has enfermado?

 A causa del estreñimiento.

 ¿Y cuánto le has pagado?

 Sólo pagué el transporte. Pero no tenía dinero para comprar los medicamentos.

 ¿Y cómo has entrado al Centro de Salud?

 Encontré a un marroquí por la calle y le pedí que entre conmigo al médico para hacer de intérprete. 

 ¿Y una vez dentro, te pidieron alguna documentación?

 No, no me pidieron nada. Les entregué solo el pasaporte y me dejaron entrar. 

 ¿Qué pasó desde que  se fue de la finca hasta que volvió Jesús? Cuéntame lo que pasó. 

 El miércoles nos dijeron que no íbamos a trabajar más. Nos informaron que no íbamos a trabajar los días: jueves, viernes, sábado, domingo. Nos informaron que trabajaremos hasta el lunes, sólo dos “secondas” por siete dirhams.

 ¿Qué quieres decir con “secondas”?

 Las secondas son cajas de 5 kilos. 

 Ah vale.

Nos dijeron que íbamos a trabajar dos “secondas” por siete dirhams. Pero nosotras no aceptamos. Empezaron a separar las marroquíes y las rumanas porque ninguno quiso trabajar por ese precio. Empezaron a hablar con los rumanos y nosotras no entendíamos nada porque no había ningún traductor. Un marroquí, que lleva mucho tiempo allí, nos iba a traducir aquello que estaban diciendo. Cuando empezó a traducir, el jefe le expulsó. El jefe solo hablaba con los rumanos y a nosotras nos dijo que la que no quiera trabajar, que renuncie su trabajo. Había gente que se mareó. Después de estos acontecimientos, me puse en contacto con  contándole lo sucedido. Me pidió grabarlo todo. Grabé el vídeo y se lo mandé. Fue el día viernes cuando fue la manifestación. En ese mismo día, le echamos fotos a nuestros pasaportes. Vino la guardia civil, las asociaciones y los jueces. Les comentamos que no queremos trabajar en estas situaciones precarias. La gente que lleva mucho tiempo trabajando allí, en un principio estaba de acuerdo con nosotras en todo, pero no se atrevía a decir nada.Pero todo cambió cuando empezamos a protestar diciendo “¡No Doñana!”” ¡Trabajo aquí mal!”. En ese momento apareció el jefe junto a “ rogándole a la gente que lleva trabajando mucho tiempo allí para que diga lo contrario, fue cuando empezaron a decir “¡Doñana bien!”.  

 ¿Y quién es “XXX?

Es la encargada de nosotras, junto al jefe. Cuando escuchamos a los demás decir “¡Doñana bien!” fuimos a sacar nuestros pasaportes. Los sacamos y les pedimos que les echen fotos. Después de esto, la hija del jefe me dijo: “Todos pasaportes y fotos Marruecos”. Le dijimos: No pasa nada. 

¿Has visto algún coche salir detrás de los abogados?

No, no me di cuenta porque en ese momento mi objetivo era transmitir mi mensaje de forma comprensiva, aunque sea con señales.

 ¿No viste un pequeño coche de color naranja o una caravana?

 No, no me di cuenta. 

 ¿Qué pasó cuando Jesús y Óscar se fueron?

 Cuando estos dos se fueron hubo muchas habladurías, decían que nos iban a mandar a nuestro país y que no íbamos a volver a España a trabajar.

 ¿Quién decía esto?

 Lo decía XXX,  el jefe y sus hijas. 

 ¿Qué pasó el sábado?

 El sábado seguían con las mismas habladurías. 

 Ah vale.

 El domingo (el mismo día en que hui), estaba durmiendo y a las seis de la mañana tocaron en mi puerta avisándome a que no abra la puerta a nadie porque nos van a mandar a Marruecos. Fue cuando los vi tirar las maletas de la gente fuera. 

 ¿Quién tiraba las maletas?

 Era  junto a otro hombre, que nunca había visto. La gente ni siquiera se había duchado y ni siquiera les habían pagado. Todos se negaron, mientras él les decía: Vais a ir ahora a Marruecos porque sois problemáticos. Llegó una de las trabajadoras llorando a mi puerta, cogí el móvil y le llamé a  contándole lo que sucedía. Después fui a la oficina y encontré a  y cuando me quejé, me ignoró diciéndomeque no nos afecta nada. Le dije que es ilegal expulsar a los trabajadores de esa manera. Me dijo que somos problemáticos y que no le incumbe lo que nos estaba pasando. Fue en esa tarde cuando hui.

 ¿Con quién has huido?

 Hui con  XXX

 ¿Qué sucedió en esos autobuses donde los iban a llevar?

 En ese mismo día por la mañana estaba la guardia civil en la puerta. La policía veía a la gente siendo maltratada, tirada en el suelo junto a sus maletas. También escuchaban sus protestas, ya que el jefe no les pagó. Pero no hubo respuesta por parte de la Guardia civil. 

 ¿Sabes si alguno de esos autobuses no ha salido? No tienes ninguna noticia, ¿no?

 No.

 ¿Y quién es ese hombre alto que sale en el video hablando con vosotras detrás de la valla?

Tercera persona: Es español, no marroquí, por eso no entendíamos lo que nos decía.

 Ah vale. ¿Y cómo os sentís aquí? ¿Os sentís como si estuvieseis en la cárcel?

 Nos sentimos perdidas. Hemos venido aquí para trabajar, pero hemos sido maltratadas. El problema es que ni hemos podido trabajar en buenas condiciones ni hemos podido volver a ver a nuestros hijos. Lo que solicitamos nosotras ahora, son nuestros derechos. 

¿Cuál fue el motivo por el cual habéis grabado ese video que muestra vuestras circunstancias en la finca?

 ese vídeo en concreto no fui yo quien lo grabó. Yo grabé a la guardia civil y lo que estaba sucediendo porque no nos dejaban ir a hablar con la gente que estaba con la guardia civil. 

 Cuando os encerraron en la finca, ¿Os encerraron a todas, o solo a las novatas?

 Nos encerraron a todas. La puerta principal estaba encerrada para todos.

 El trato con las marroquíes que llevan mucho tiempo allí trabajando y el trato con vosotras las novatas, ¿Era diferente?

 Sí, claro. Hay algunas, que ni siquiera trabajan, son las mismas que expulsan a las demás. Hay una, que nunca la he visto trabajar. 

 ¿Hay una casa que está ocupada solo por las rumanas?

 Sí.

 ¿”Manijera” también ha venido?

 ¿Quién es” Manijera”?

 Tengo que preguntar por este “Manijera”.

 La encargada de vosotras, ¿Vive junto a las demás rumanas?

 Ella también vive en la finca, pero no sé donde vive exactamente. 

 Las que se encargan de vosotras junto al jefe, ¿Cuantas son?

 Sólo es una. 

 ¿Sabes si hay prostitución en esa casa de las rumanas?

 Bueno, ya sabes que para ellos besarse es algo normal, entre otras cosas. 

 Pero hay una diferencia entre el noviazgo y la prostitución.

 No sé. Hay rumanas que viven con sus maridos y otras que viven con sus novios. Entonces no sé.

 ¿Y sabéis si hay prostitución donde viven las mujeres marroquíes?

 Sí. Hay una que la conocen todos. Hay una marroquí que se pasa la noche con el rumano. Es una de las que expulsa a las trabajadoras de la finca.

 ¿Conocéis a alguna chica que ha venido con vosotras con la idea de trabajar en la prostitución?

 No, no conozco a ninguna.

 Vale.

Tenéis que saber una cosa. Aquella gente que ha venido a España para dedicarse a la prostitución huye antes de llegar a la finca porque no tiene sentido trabajar en la finca si su objetivo es dedicarse a la prostitución. Si quiero dedicarme a eso, me habría ido hace tiempo, y no quedarme aquí en la finca a sufrir. Hay gente que no ha podido aguantar todo lo que sucedía en la finca y ha regresado a su país. 

¿Ahora me puedes contar todo lo que te ha sucedido desde que has llegado a la finca?

Tal y como te conté antes, llegamos a la finca en bus sin conocer nuestro destino. Al llegar, nos decepcionamos porque pensábamos que nos iban a recibir. Quedamos cuatro horas enfrente de la finca esperando a algún marroquí para que nos enseñara donde íbamos a permanecer esa noche. Estábamos muy cansadas porque fue un viaje muy largo. Primero tuvimos que desplazarnos desde nuestra ciudad de origen hasta Tánger y después viajar a España.

 ¿Y tú, de dónde procedes?

 ¿Lo digo, aunque estéis grabando?

 No te preocupes

Yo provengo de XXX. Desde mi ciudad de origen hasta SSS hay un trecho largo. Y una vez en el puerto, tuvimos que esperar al barco varias horas bajo el sol sin comer. Hemos pasado por mucho estrés. Cuando llegamos a la finca nos sentimos perdidas, ni siquiera estaba XXX.  A  XXX  no le hemos vuelto a ver desde que subimos al barco desde Tánger, hasta que lo volvimos a ver el día en que nos iban a devolver a nuestro país. 

 ¿A qué hora llegasteis a la finca?

 No me acuerdo de la hora, pero llegamos por la noche. Quedamos allí, hasta que llegó “XXX” y nos dijo con señales “entrad”. A cada una le asignó su habitación. Esto es lo que pasó el primer día. El segundo día, escuchamos su voz y salimos de nuestras habitaciones preguntándole por el día en que íbamos a empezar el trabajo. Nos dijo todavía no. 

 ¿Cuántas mujeres había en cada habitación?

En cada habitación había seis mujeres. Y doce en la cocina. Pasamos varios días sin trabajar. Le preguntamos a  por el día en que íbamos a empezar a trabajar. Nos dijo señalando a su barriga y a sus nalgas, con una risa sarcástica: Vosotras las moras solo barriga y nalgas. Nosotras le dijimos: No, nosotras trabajo, trabajo. No dormir. Nos empezó a hablar en español, pero no entendíamos nada. Pasamos una semana sin trabajar. En Tarifa, nos dijo  de que nos iban a dar 50€ para hacer la compra, pero cuando llegamos no nos dieron nada. No teníamos nada de comer. Les rogábamos para que nos dejen trabajar, pero nos respondían en español y no entendíamos nada. “ XXX” nos repartió los días para trabajar. Cuando empezamos a trabajar, les pedimos nuestro sueldo.

 ¿Cuántos días fueron?

 Fueron seis o siete días. Depende de cada uno. 

 entonces después de esos días les habéis pedido el sueldo

Si, para comprar la comida. Al final, nos dijo que ya podíamos cobrar, entregándole primero el pasaporte. 

 ¿Y cuánto te dio?

 Me dio 50€.

 entonces, habéis cobrado 50€ tras finalizar seis días de trabajo.

 Sí. Cuando cobramos, fuimos a hacer la compra haciendo autoestop.

 ¿Habéis tenido problemas al hacer el autoestop?

 Sí. Todos nos dejaban subir a su coche a cambio de sexo. Menos uno, que me hizo el favor, sin pedirme nada a cambio. 

 ¿Era marroquí o español?

 Era marroquí.  Subíamos con miedo. No podíamos rechazar aquello que nos pedían. Teníamos que aguantarlo todo para que nos lleven a nuestro destino. 

 ¿Y el supermercado esta muy lejos de la finca?

 En coche eran 15 minutos. 

 ¿En qué estabas trabajando?

 Estaba trabajando en “Arandan”. 

 ¿A qué hora entráis al trabajo?

 Entramos a las siete y media de la mañana. Tenemos que despertar a las seis de la mañana. Conforme entramos al trabajo tenemos que empezar a trabajar sin parar, si ven que no has alcanzado el número de cajas que quieren, te mandan a tu habitación. Ni siquiera nos enseñan como debemos hacer nuestro trabajo, tenemos que aprender nosotras solas.

 ¿Y a ti? ¿Cuántas veces te han mandado a tu habitación por no alcanzar el numero de cajas que piden?

 Solo una vez. Ese día, estaba el jefe, y nos nombró a varias mujeres para que vayamos a nuestras habitaciones.

 ¿Cuántos días has trabajo en la finca desde que has llegado de Marruecos?

 Solo 22 días.

 ¿En esos 22 días sólo te pagaron 50€?

 Sí.

 ¿Y a partir de entonces, os quedasteis solo en casa sin trabajar?

 Sí.

 ¿Y a ti te acosó el jefe u otra persona?

 En un principio, sí que lo intentó. Un día estaba en la puerta de la oficina, y  se acercó y me tocó aquí (hace el gesto de que la coge por los hombros). Cuando me tocó, le grité diciéndole: guardia. 

Luego, cada vez que me lo cruzaba me decía cosas que no entendía. Pero siempre escuchaba “guapa” y “friki-friki”. Me sentía fatal. 

Las que no se atrevían a acosarme eran las maroquies que ayudaban al jefe. Había tres marroquíes antiguas, llamadas  XXX, ZZZ y WWW que intentaban siempre llevarse a las mujeres a los coches. Siempre iban y venían. Había muchos coches siempre en la puerta de la finca. A estas mujeres yo les causaba respeto porque soy muy seria y siempre intentaba que no me hablaran. 

A las mujeres de la finca les ofrecían sexo a cambio de dinero o de cosas. Se aprovechaban de las más débiles, de las que más hambre pasaban, de las que estaban enfermas. 

No se atrevían a acosarme porque siempre estaba con una amiga que estaba embarazada. Aunque a la embarazada la acosaba el jefe todo el tiempo. 

También me acosaron verbalmente un rumano, que era novio de XXX y otro rumano que iba con  ZZZ

Lo peor era que los jefes lo aprobaban y lo consentían. 

¿Cómo sales de la finca? 

Me escapo el domingo. Salgo por la puerta principal. Salgo muy despacio. Las mujeres que estaban en el otro lado estaban siendo subidas a la fuerza al autobús. Salgo como disimulando. Toda la finca estaba rodeada de guardias civiles. Si creían que te escapabas, te metían a la fuerza en la finca. Yo me fui con  Fue horrible. Fue todo horrible desde el primer momento que llegamos a ese infierno. Nos trataban como esclavas. Nos daban trabajo cuando querían, cuando trabajábamos no podíamos parar a nada, no nos pagaban, no teníamos comida, vivíamos en un sitio horrible, nos acosaban todo el tiempo, todo el mundo quería acostarse con nosotras, y encima, cuando queremos denunciar, nos echan, sin preguntarnos. Hemos sido tratadas peor que animales. 

Hasta que no encontramos a la gente de la asociación (SAT) y nos recogieron no pude ni respirar.  

Cuando fuimos al bosque les pedimos que no graben nuestros rostros, pero los grabaron. Cuando vi la televisión me cubrí el rostro. Cuando fuimos a Huelva, encontramos allí a los periodistas alado de la oficina de empleo. Estaban allí muchos periodistas, les pedimos que no muestren nuestros rostros, pero los mostraron en la televisión.

 ¿Quién os llevó a Huelva?

 Nos llevó Oscar y los jueces.

 ¿Qué día fue?

 fue el lunes. Nos llevó Oscar. 

 Vale, de acuerdo.

¿Qué pasó cuando fue la gente de la Asociación (AUSAJ) y se fue con ellos XXX? 

 Aquel día llamamos, y  vinieron  Belén y Jesús.  Se llevaron con ellos a XXX para llevarla al hospital, y salimos  todos a hablar con ellos y contarles la situación, y los problemas que tenemos en la finca. Como estaba con ellos  ( habla  árabe), hablábamos todas a la vez. Así no había  manera de que   nos entendiera, y nos dijo que  no podía entendernos si hablábamos todas. Había un follón…y  nos dijo  que teníamos que elegir a una o dos mujeres para hablar en  nombre de todas…“si no, no me entero”.  Hemos asignado  a dos personas para que hablasen con él.

 ¿Quiénes fueron?

XXX y otra mujer… para contarle los problemas que teníamos. Empezó XXX y la otra mujer, de la que no conozco su nombre, a contarle nuestros problemas. Pero las mujeres no podían callarse. Cada una quería  expresar su malestar, y la abogada, a través de YYY  nos propuso que cada una escribiera sus quejas en un papel. Como la gran mayoría son analfabetas no pudo ser, no sabían escribir lo que querían decir. Entonces nos propuso elaborar una lista con nuestros nombres y el número del carnet de identidad…aquella noche empezamos a elaborar la lista.  Ellos se fueron y nos dijeron que volverían mañana para recoger la lista.  Al día  siguiente la empresa trajo dos autobuses: uno para la playa y otro que  iba para Almonte. Su intención era sacarnos de la finca; antes de ese día nunca trajeron autobús, ni para la playa ni para ir al Almonte. Y aquella mañana escuchamos a alguien gritando: “¡Playa, playa, Almonte!”   intentaba convencer a las mujeres para que se subieran  a los autobuses para ir a  la playa o para ir al pueblo. Le hemos dicho que no teníamos dinero para ir a la playa. Nos dijo que nos iban  a dar un adelanto. No subió nadie al bus que iba a la playa, pero sí al que iba a Almonte.  Personalmente, subí al bus, porque me urgía recoger unas cosas que me había mandado mi familia. Ese día volví estaban Jesús y Oscar en la finca. Cuando vuelvo del pueblo estaban allí con la Guardia Civil…fue cuando entregamos la lista a XXX. Se la entregamos YYY y yo, cada una elaboró una parte. Y comenzó una manifestación espontánea de las mujeres, en la que  las mujeres gritaban: “No Doñana, no Doñana”. Hay vídeo grabado de esa manifestación. Las trabajadoras antiguas estaban mirando, se juntaron a un lado. No sabían qué hacer, si apoyarnos o no. Pero algunas, de forma discreta, nos decían que estaban con nosotras, pero no querían que los jefes se enteraran de su apoyo.  En un momento veo a   y las hijas del jefe que iban hacia donde estaban las mujeres antiguas…las sacaron  fuera, y les decían que gritaran: “Oui, oui, Doñana”. Saqué  el teléfono y empecé  a grabarlas. Y cuando fuimos a sacar nuestros pasaportes de  las habitaciones para fotografiarlos, nos siguió el jefe y nos decía: “Por favor, no pasaporte, no pasaporte”. Cuando terminamos de hacer fotos a los pasaportes, se nos acercó la hija del jefe, y nos dijo: “Todas fotos pasaporte a Marruecos” (todas las que han fotografiado sus pasaportes se vuelven a Marruecos)

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♦♦♦♦♦♦♦

 

[7] DECLARACION JORNALERA 5

Me puedes explicar cuál es tu situación familiar actual.

Mi situación actualmente está estable.

¿Tienes hijos?

Sí, tengo un hijo. Actualmente, estoy divorciada. Como has visto la situación, aunque vivo con mis padres, no puedo ofrecerle a mi hijo todo lo que necesita, como el médico. Y los niños necesitan vestir. Y yo no puedo ofrecerle todo lo que quiera. Como ahora, necesita algunas cosas que yo no puedo darle. Pero, aún, así intento ofrecerle todo lo que necesita. A veces quiere una bicicleta, un coche ¿me entiendes? En Marruecos solo para comprar una bicicleta tienes que tener como 6000 ryal, 7000, 4000…

¿Y por ello te ha venido a la mente la idea de emigrar a las tierras españolas?

¿Conociste a alguien que haya venido o haya trabajado en alguna finca, y después se haya ido?

conocí a mi vecina, dice que hay mucho dinero, pero no trabajaba en esta finca, trabajaba en otra finca. Me decía que había mucho dinero. La chica esta, que es mi vecina, ahora mismo tiene un negocio y una casa. Vino una temporada a trabajar en la fresa.

Has dicho que eras y que deseabas venir para no seguir alquilando.

Tengo mi PPP, un local pequeño. Varias veces les mandé solicitudes a Tanmiya al-bacharia (desarrollo humano), pero no llevan a cabo mis deseos. Pero, en cambio a muchas otras sí.

¿De qué localidad eres?

De XXX.  He venido de esa parte para poder tener mi propio negocio. Para mi negocio he ido acumulando materiales poco a poco. En Marruecos solo para comprar necesitas como 10000 ryal (aproximadamente 50 euros). He venido a España para poder expandir mi negocio, para poder tener más ; he venido para poder crecer y desarrollar mi negocio .

¿La persona que ha colgado el anuncio de ANAPEC en tu zona, lo conoces?

No, solo conozco que era el director de ANAPEC.

¿nunca lo has visto, ni lo conoces?

En mi zona, el que trabaja con ellos es un chico joven que trabaja como seguridad. Es mi vecino, él solo colgaba el informativo.

¿Entonces le conoces?

sí, es mi vecino.

¿es tu vecino y trabaja en esto siempre?

No, él solo colgaba el folleto de publicidad.

¿Siempre es la misma persona la que cuelga el folleto y este tipo de noticias?

Este año sí.

¿y otros años?

otros años no sé, pero este ha sido él. Esta es mi primera vez que vengo a trabajar en la fresa, no sabía nada de este trabajo antes.

¿Quién te ha recibido en Tánger?

De nos ha llevado como , salimos a las seis de la mañana y llegamos a las once a Tánger. Cuando llegamos al puerto, un hombre me preguntó como me llamaba, le dije que me llamo XXX. 

¿ese hombre se presentó como miembro de ANAPEC o no se ha presentado?

No, tampoco sabemos de dónde viene ni de dónde es. Empezó a reírse conmigo y me decía que mi nombre no estaba en la lista. Yo me enfadé, y le pregunté por qué no estaba mi nombre, le dije que había recorrido mucho trayecto para llegar hasta Tánger, es mucho para mí.

¿Cómo os llamaba? ¿Tenía algún…?

No, no tenía ningún megáfono, nos teníamos que acercar para escuchar si pronunciaba nuestros nombres. Me acerqué y le pregunté si estaba mi nombre, y me dijo que sí. Después, entramos y nos quedamos esperando. Nos quedamos esperando, y vinieron tres personas; uno tenía abierto el maletero del coche…

¿En Tánger exactamente donde os recogieron?

Los vimos cerca de la playa.

¿Cómo los habéis reconocido?

No los reconocimos, había gente ahí y nos unimos a ellos.

¿En Tarifa quien os ha recibido?

En tarifa nos recibió Omar, empezó a llamar por nombres.

¿él se presentó como tal y os dijo que se llamaba así? 

Sí, nos dijo que se llamaba y estaba con él otro chico, ahora mismo no me acuerdo como se llama. Pero, algo así como . empezó a llamarnos por nombres, y yo me subí en el autobús nº 5. Nos subimos al autobús, pero nos dijo que subiéramos sin bagaje, que los otros se iban a ocupar de subir el bagaje que para algo cobran. Llegamos sobre las 10:30 – 11:00.

¿Sabíais a dónde os llevaban?

No sabíamos nada, solo vimos que el autobús iba hacia una parte, pero le hicieron girar hacia otra, hacia Doñana. Iba hacia Rocío, pero le hicieron girar hacia Doñana

¿Qué pasó cuando la gente de AUSAJ fue a veros?

Pasaron muchas cosas.

¿Qué habéis pensado? Hablo del día que vinieron y se llevaron a XXX

Sí, sentimos que nosotras también necesitábamos el apoyo de la asociación y gracias a Dios, nos apoyó.

¿Esa noche en qué habéis pensado?

Pensábamos que nosotras también desvelaríamos lo que hacía esa gente…

¿Habéis pensado en que ya no os iba a ayudar, porque se había ido? ¿en qué estabais pensando?

Yo era optimista y le decía a las demás que llegará algún día y vendrá esa chica morena para ayudarnos, en ese momento no conocía su nombre

¿Quién ha preparada esa lista de mujeres?

La lista la ha preparado una chica que se llama YYY, no sé. Otra que se llama XXX.

¿Según la información que te llegó fueron YYY y XXX?

¿Esto es cuando estabas tú?

sí, es cuando estaba yo.

¿cómo lo hacían? ¿iban de una en una?

venían escondidas, las antiguas venían a escondidas y nosotras las nuevas, no.

No, ¿las chicas que apuntaban iban de una en una?

No, las chicas iban a sus habitaciones. Y nos decían que teníamos que presentar nuestro documento de identidad.

¿Vosotras ibais a sus habitaciones para que os apunten?

Sí, en mi caso mi habitación estaba pegada a la de esa chica.

¿Cómo supisteis que había una lista?

Nos dijo la abogada que cualquier mujer que estuviera mal o que tuviera problemas que vaya a decirlo.

¿Tú has conocido a XXX?

Sí, lo he conocido

¿Cómo lo has conocido?

Por teléfono

¿Quién te ha dado su número?

cuando nos escapamos, ahí fue cuando lo conocí.

 ¿pero, antes habías hablado con él?

El número lo cogí de las chicas

¿Qué chica te ha dado el número de XXX?

no sé, no me acuerdo de su nombre.

hablabas con XXX y le contabas lo que pasaba, ¿sabes como supo de la enfermedad de ZZZ y WWW?

se enteró por cuando les llamó, y también por los audios que envió

¿Fue quien le habló de su enfermedad?

sí, fue ella y cuando vino la encontró rota. fue la que se rompió.

¿Sabes por qué cambió?

porque el jefe “la ha comprado” y tenía miedo. Porque querían enviarla, pero la asociación le ha ayudado. La ha defendido y ha dicho que esta mujer se irá en agosto, aunque se le acabe el contrato se irá en agosto. Hasta que no sé cure esta mujer no se irá. La asociación ha estado al lado de

La pobre tenía miedo y no podía afrontar la situación. La gente empezó a recoger dinero, pero no ha podido hablar. Porque (alcahueta) le dijo que si hablas pasará esto y esto. Le llevaron al médico a las 12 del mediodía, el jefe no se ha hecho responsable de nada. Ha mentido y ha dicho que el jefe le ha ayudado, pero no ha sido así.

Pero, aun así ¿ella cambió?

Sí, a pesar de que hemos hablado con ella y la hemos apoyado. Y en todo momento le hemos dicho que todo esto que está pasando es injusto.

¿Cómo ha cambiado?

El jefe le ha hecho cambiar, como que el jefe la ha comprado, ha comprado su silencio. (alcahueta) le dijo no digas nada, porque el jefe te va hacer esto, esto y esto.

¿Entonces, le ha comprado el jefe?

¿Tú has visto enfermedades en la finca donde estabas?

sí, he visto a la mujer que se ha caído y la ha recogido Llamamos a un hombre marroquí, a la ambulancia. Después, se cayó otra mujer, y perdió el conocimiento tres horas, pero estaba embarazada, aunque no se sabe de quien lo estaba. Le dije que yo iba a llamar a la ambulancia y si me quieren llevar a la cárcel que me lleven, no tengo ningún problema. Aun así, llamamos a la ambulancia y le ayudaron.

¿Tú has enfermado alguna vez?

Sí, varias veces fui a pedirle pastillas a , pero no nos dan nada. Le pedí 50 euros para poder comprar medicamentos. Estaba mal, casi no podía trabajar.

¿Pediste que te llevaran al médico?

Sí, pero no me han llevado. También, les pedíamos pastillas y nos decían que no. Nos decía que las nuevas no les iban a dar pastillas, porque siempre estaban malas.

¿Has ido al médico con tu dinero?

No, fui la farmacia y compré los medicamentos, como no sé hablar español, pues no puedo dialogar con el médico. Solo fui una vez.

¿Qué ha pasado cuando se fue ¿qué pasó ese día en el que se marchó ¿Qué pasó cuando volvió Jesús?

nos manifestamos, una parte decía “No Doñana” y otra “Bien Doñana”. Me acuerdo que ese día estaba  también Óscar y les dijimos que “No Doñana”, es decir, que Doñana no era un buen lugar.

¿Cuándo se fue XXX? 

se fue un día antes de la manifestación. A algunos, el jefe les pedía por favor que se calmaran, les besaba la cabeza y les prometía que les arreglará la documentación. Yo les dije a las chicas: “algunas lleváis aquí 14 o 15 años y aún no tenéis el NIE, y otras llevan 3 y ya lo tienen. Ahora os intenta sobornar con eso, es imposible que os arregle los papeles”. Les dije que hablaran para conseguir sus derechos.

¿Ese día os manifestasteis?

Ese día sí.

¿Os manifestasteis el jueves?

Sí, el jueves

¿Jueves o miércoles?

No, jueves

¿Has visto algún coche que ha salido detrás de Jesús y Belén?

No, no me dí cuenta.

¿Conoces a alguien que tenga coche en la finca de color naranja?

No

¿Y alguna caravana?

No. El hermano del jefe es el que conduce la caravana, pero no viene mucho solo de vez en cuando. A veces la conduce también .

¿Qué ha pasado cuando se fue Óscar y Jesús?

En ese momento nos echaron el ojo encima.

¿Qué os hacían?

Nos amenazaban, han pasado muchas cosas.

¿En ese momento han aumentado los malos tratos?

¿Qué paso el sábado y el domingo?

Estábamos durmiendo, eso el sábado. Pero el domingo a las 7 de la mañana vinieron a echarnos. A mi y a nos llamó y nos dijo que nos íbamos a marchar porque habíamos armado jaleo y problemas. Y me había echado en cara el porqué había llamado a la ambulancia. La hija del jefe me dijo que le había pegado, y estaba de su parte afirmando y nos insultaba. Nos dijo que no le hiciéramos fotos y nosotras le dijimos lo mismo. Nos dijo el jefe que las marroquíes solo queríamos hacer friqui friqui. Le dije que no generalice, pero siguió diciendo que nosotras solo estamos en esa finca para tener relaciones sexuales con ellos. Entonces me dijo que recogiera mis cosas y una vez lleguemos a Tarifa me pagaría. Me negué y nos cerraron la puerta.

¿Por qué las otras chicas se quedaron en la finca y no se escaparon con vosotras?

Porque a ellas no les dijeron nada, solo a nosotras dos.

Sigue

La guardia civil rodeaba la finca. Pusimos a dos chicas que vigilaban fuera. La chica que estaba grabando y nos mandaban audios se quedó con nosotras dentro. Y otras dos chicas que nos iba a ayudar para huir. En total eran unas cuatro. Recogimos nuestras cosas y nuestro bagaje, y nos escapamos, no sabíamos ni a dónde íbamos. Cuando llegamos al bosque, llamamos a gente que viniera a por nosotras.

¿Habéis visto esos autobuses que estaban recogiendo a las otras mujeres?

A nosotras no nos dejaron salir. Por miedo a la guardia civil no nos dejaron salir a ver que es lo que estaba pasando, y nos escapamos por la parte de detrás.

Las chicas que estaban apuntadas en esa lista ¿qué ha pasado con ellas?

Esas chicas, la mitad de ellas las cogió el jefe para trabajar y la otra mitad las devolvió a Marruecos. Y actualmente, aún están en la finca.

¿Y las otras?

Las otras, pues a algunas se les ha acabado su contrato se ha ido, algunos se fueron por su cuenta, hay casos diferentes. Algunas se quedaron a trabajar por 150 ryal y decían que el jefe era buena persona. Algunas de esas chicas las conocemos, aunque no voy a mencionar sus nombres.

¿No sabes si se han ido en ese autobús o no?

No, no vimos nada. Estábamos rodeadas no pudimos ver nada, estábamos rodeadas por el jefe, sus hijas y Omar. 

Hay un vídeo largo donde sale un hombre que se acerca a hablar con vosotras a través de unas rejas, ¿sabes quién es?

No sé a qué vídeo te refieres.

¿Sentíais que estabais como en una cárcel? ¿Al principio, las puertas estaban abiertas y luego las cerraron?

¿Por qué habéis filmado ese vídeo?

Para que vean que es lo que esta pasando en la finca, para que no nos desmientan después. Hemos grabado ese vídeo para que la gente vea donde vivimos y que vea nuestra situación.

Las marroquíes que estaban encerradas dentro de las fincas ¿eran todas nuevas o antiguas?

Casi todas éramos nuevas

¿había mujeres que no estaban encerradas?

Sí, había otras mujeres que no las habían encerrado.

Las primeras casas que había en la finca ¿solo eran para las rumanas o también para las marroquíes?

En algunas había rumanas

¿La encargada donde vivía? ¿No vivía en el mismo lugar que vosotras?

Ella vivía en la primera casa, lo tenía todo. Y las rumanas, a pesar de vivir en esas caravanas, gozaban de todo, lo tenían todo.

¿Había muchas encargadas?

Yo solo conozco a XXX y otra chismosa que se llama  YYY. 

¿Sabes si las rumanas también mantenían relaciones con los jefes?

No, no sé. Veíamos que un hombre entraba a la habitación de una chica marroquí, que estaba en la parte de las rumanas. Se llama XXX . A veces dormía con ella.

Donde estaban las marroquíes ¿alguna mantenía relaciones sexuales en ese lugar?

Yo he visto gente manteniendo relaciones sexuales fuera de la finca. En la puerta. Muchas veces entraba el encargado que estaba fuera para buscar en las habitaciones.

A mí me ofrecieron que mantuviera relaciones con hombres. A mi no me dejaban trabajar y tampoco habíamos cobrado. No cumplieron con los 50 euros de anticipo que nos dijeron que nos iban a dar al llegar a la finca, para que pudiéramos comprar nuestras cosas. Bueno, no cumplieron con nada.

En esa situación, (alcahueta) me vino a decir varias veces que un chico estaba interesado en mí (como novios), yo lo creí. Me monté en el coche con ellos. Al principio todo iba bien. Luego quiso sexo. Yo no sabía qué hacer. Estaba muy desesperada. Al final, accedí.

Un día estuve en mi habitación, era ramadán, vino una mujer, se llamaba me comenta que hay un chico que le gustas, bueno no fue la primera vez que viene a mi habitación para comentarme lo mismo, era la cuarta vez, me decía que este tío quiere casarse y que le interesa conocerte. Aquel día fui con ella. Hable un rato con el chico, después volvemos, el día siguiente vino otra vez para lo mismo, me dijo vamos a salir. Le pregunte donde, me dijo a ver el chico de ayer, le dije, por qué, qué pasa. Me dijo lo mismo que quiere hablar contigo, otra vez salimos, nos trajeron comida, eran dos tíos, rompemos el ayuno con ellos en parque, me dieron una bolsa con madalena y zumo y creo que leche también, lo cogí porque necesitaba comida, para comerla el día siguiente, el día siguiente vino otra vez, le deje que no puedo, que estoy ocupada, yo con ingenuidad le deje que si se quiere casar conmigo bien, es un buen chico, el día siguiente vino y me trajo la comida

El jefe sabía todo.

Habia coches parados en la puerta de la finca todo el tiempo.

A mí me querían llevar a Marruecos porque llamé a la ambulancia y reclamé. Llamé porque había una mujer enferma en la finca. A los encargados no les gusto que llamase a la ambulancia. Nos querían echar a todas las que reclamamos.

¿sabéis si las chicas que vivían en las fincas, iban para mantener relaciones sexuales?

No, todas han venido a trabajar y volver. Este es nuestro sueño, hemos venido a trabajar estos tres meses y volver. Cuando venimos vimos otra cosa, no es lo que buscábamos.

¿Cuántas horas trabajabais?

Desde las 07:30 hasta las 14:30 o 15:00. Después en los últimos días empezábamos a las 07:30 ya acabábamos a las 10:00, 11:00, 12:00 o 13:00.

Hermana puedes contarme a cerca de tu trabajo, ¿cuándo llegaste?, ¿cuánto trabajaste y cuánto no? y ¿qué hiciste cuando no tenías nada de comer? Cuéntame todo.

Yo trabajé… Bueno, el primer día que entré me trajeron a un chico para que me enseñara, era marroquí. Se cabreaba mucho conmigo y teníamos el mismo problema durante los días que estuve con él. Al tercer día, le dijo “esta va a parar”. Los primeros tres días…

¿Quién es YYY?

es la encargada, la que nos da órdenes en el trabajo.

¿Española?

Sí, española. Es la nuera del jefe, la nuera de Cada que iba a trabajar me paraban, siempre. Entonces, yo me cabreaba y salía. Me decían que no estaba haciendo bien el trabajo y yo aceptaba lo que me decía y me. La verdad que la pobre, aún así, a veces notaba como que no quería reprocharme nada. Les preguntaba a las otras: “¿por qué no me lleva la contraria y vosotras sí?, ¿por qué no me reprocha nada y vosotras a mí sí?”

Cuando llegaste, ¿trabajabas un día y parabas…?

Paraba dos días, tres, cuatro, etc. los días que les daba la gana y aunque te decía que ibas a estar cinco días sin trabajar, tenías que obedecer. A ella le da exactamente lo mismo.

No entiendo cuando dices que le da igual, yo estoy hablando de ti.

A ella es a quien le da igual, no le importa que estés cinco días parada, que comas o no, ese es tu problema, no el de ella.

¿Qué hiciste cuando dejaste de trabajar, el dinero que trajiste de Marruecos se agotó y ya no te quedaba nada para comer?

Nos pusimos a pedir limosna. Fueron dos veces la que tuve que vender mi cuerpo para conseguir algo de comer, dos veces. Una día me encontré con un buen chico que me traía comida y bebida. Me dijo que sabía todo lo que pasaba en ese lugar. No te voy a mentir, yo también vendí mi cuerpo dos veces. ¡No tenía nada que comer!

Yo también me habría vendido si no tuviera nada que comer, lo habría hecho.

Tuve hambre. Traíamos naranjas y mandarinas podridas y nos las comíamos.

Vale, esto es todo lo que tenía que escuchar, ya está.

Vale, esto es todo, gracias hermana

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♦♦♦♦♦♦♦

 

[8] DECLARACION JORNALERA 6

 

¿Me podrías hablar un poco sobre tu situación familiar?

Sí. Yo estoy casada. Tengo dos hijos. Una niña que va a cumplir 15 años y un niño de un año y medio. Estoy de alquiler en una casa compartida. Es decir, mi situación es de pobreza. Por eso tomé la decisión de venirme aquí para trabajar.

Me habías contado que querías abrir en Marruecos una XXX

Sí. Soy  XXX. Había escuchado que el hecho de venirme aquí me iba a dar la oportunidad de ganar algo de dinero, y tenía la esperanza de asociarme con otra persona y entre los dos abrir una sala para . Y la verdad que estaba muy ilusionada con la posibilidad de trabajar aquí en España.

¿Conocían a alguien que hubiese venido a la fresa con anterioridad?

Antes de venirme para acá me había enterado de mujeres que habían llegado a ganar 40.000 y 50.000 dírhams (4000 y 5000 mil euros), y de que hay muchas y buenas oportunidades de trabajo. Y todo esto nos motivó.

Pero, ¿son rumores que te han llegado o has  hablado con alguna mujer que había estado aquí anteriormente?

No. Hablé con una mujer que solía venir a trabajar. Ella  me dijo que todo era perfecto. De hecho, ella se había  construido una casa en Marruecos con el dinero que  ganaba aquí. Entonces me lo creí y pensé que yo también  podría mejorar la situación económica de mi familia, que  estaría mejor, y que al final de la temporada que coincide con el verano podría inaugurar mi sala. En definitiva,  cumplir un sueño.

Hablando de la persona que anuncia las ofertas de  trabajo, ¿la conoces personalmente?

No. Me llegaron las noticias de que se estaban  buscando trabajadoras del campo para la recogida de fresa  y me acerqué para enterarme. Me dijeron que solo se  admitían mujeres casadas,  divorciadas o viudas. Me  pidieron una copia del Acta de Matrimonio y del Libro de  Familia. Entregué toda la documentación y me esperé a  que me llamasen. Hubo un sorteo y he sido una de las seleccionadas.

Cuando llegasteis a Tánger, ¿había alguien  esperándoos?

Pagamos las tasas del visado y todas nuestras obligaciones, y viajamos a Tánger porque nos habían dicho que teníamos que estar ahí el jueves. Sobre las ocho llegaron unas personas que no conocíamos, y empezaron a llamarnos de una en una y a entregarnos los pasaportes, y el billete del barco. Luego pasamos los controles de la policía y cuando acabamos todas las gestiones estuvimos esperando hasta que nos subieron al barco. Estábamos todas contentas en el barco como lo estaría cualquiera que espera por fin poder mejorar su vida. Llegamos a Tarifa donde nos estaban esperando dos hombres: uno se llamaba y el otro no sabíamos su nombre. El este nos dijo que iba a ser él quien nos iba a indicar lo que teníamos que hacer en todo momento. Entonces nos dijo que había cuatro autobuses, A, B, C y D, y que nos iban a llamar de una en una y nos iban a dividir en 4 grupos. Nos subimos a los autobuses sin saber hacia dónde nos llevaban. Llegamos a un sitio llamado Doñana, que no sabíamos si pertenecía a Huelva o no.

¿Sabes si desde Tánger partían hacia otras provincias? ¿Y hacia otras fincas dentro de la misma provincia de Huelva?

No sé. Había más autobuses, pero nadie sabía hacia dónde iban. Nos limitábamos a subir a los autobuses según nos iban llamando. Estuvimos un largo tiempo viajando y llegamos a un sitio que llaman “Finca” sobre las 11:00 h de la noche. Cuando llegamos nos dio miedo aquel sitio…de noche, no había asfalto, más bien el suelo era arenoso. Parecía que estábamos en la playa. Estuvimos esperando ahí de pie divididas en grupos. No había nadie árabe parlante para explicarnos dónde teníamos que ir o dónde íbamos a pasar la noche. Tuvimos mucho miedo, eran las once de la noche. No sabíamos dónde íbamos a acabar…delante de unas habitaciones que parecían caravanas. Así estuvimos entre una hora, y hora y media. Hasta que llegó una mujer rumana, y una mujer de las antiguas, que nos pidió ocupar de 6 en 6 las habitaciones que había ahí. Nos llevamos una gran sorpresa cuando entramos porque nos habían prometido alojamiento y nos encontramos con una especie de cajas con seis camas en muy mal estado. Nos asustamos, aunque pensamos que probablemente era algo provisional y que al día siguiente se iba a mejorar. Sin embargo, al otro día no vino nadie a vernos, ni a preguntarnos nada, ni a firmar el contrato. En fin, estuvimos abandonadas sin tener a nadie con quién hablar. Hemos estado así una semana. Cuando preguntábamos cuándo íbamos a empezar a trabajar nos aban largas con la excusa de que estaban pendientes de documentación. Algunas estuvieron así unas semanas, algunas otras, 10 días, otras, 15. Y cuando empezamos a trabajar nos comunicaron que nos iban a descontar 3 euros diarios de nuestro sueldo por el alojamiento, la cocina y la ducha. A nosotras en Marruecos nos informaron de que el alojamiento corría a cargo del empleador. Incluso nos dijeron a la llegada a Tarifa que nos iban a dar 50 euros para poder hacer la primera compra. A la Llegada a España no se cumplió nada de lo que se nos había prometido estando aún en Marruecos. Era todo mentira. Bueno, empezamos trabajar. Y ha habido casos de despido el primer día. Se trata de trabajadoras despedidas durante dos o tres días porque se les decía que no sabían trabajar. Claro, a nosotras nadie nos enseñó cómo trabajar. Para nosotras era todo nuevo. Nos decían: “A las diez tenéis que sacar la raya”. No sabíamos lo que era una raya, ni cómo recoger la fresa, ni cómo estibarlas en las cajas, no sabíamos nada. La verdad que era una situación dolorosa. Nosotras que veníamos con mucha ilusión para hacer realidad nuestros sueños nos encontramos con esto.

¿Cuánto tiempo trabajaste tú?

Yo trabajé 23 días.

¿Y cuánto has cobrado?

No he cobrado y no sé ni a cuánto me pagaban la hora.

¿Pero te han adelantado algo?

A los 15 o 16 días, cuando ya no tenía para comer hasta el extremo de tener que mendigar comida, les pedí algo de dinero. Y después de mucho insistir nos dieron 50 euros. Y cuando nos dieron el dinero creíamos que nos iban a llevar en autobuses para hacer la compra. Pero no, tuvimos que salir fuera a hacer autostop.

Y hacer autostop también significa exponerte a…

Sí, haces autostop con el riesgo que implica eso. Te puedes encontrar con buena gente, pero también con ladrones, con violadores, con acosadores. Nosotras, cuando hablamos de acoso sexual, no nos referimos exclusivamente a mantener relaciones sexuales, sino a acoso verbal, a manoseo. Cuando te subes a algún coche, hay quien te habla de una manera indecente, hay quien se atreve a tocarte. Y muchas veces te tienes que aguantar por miedo a reacciones violentas o a que te dejen tirada en medio del bosque.

¿Cómo te enteraste de la existencia de esta Asociación cultural musulmana?

Yo me enteré de la existencia de la Asociación a través de un audio que fue lanzado en Almonte cuando empecé a enterarme de casos de violaciones, de ver escenas de acoso con mis propios ojos, de ver basura por todos lados, tener que compartir una cocina con 12 personas. Si se nos cae un vaso lo tenemos que reembolsar, si pierdes una llave tienes que pagar 6 euros. Y en el campo no hay servicios, no tienes derecho a ir al servicio. No puedes parar ni un segundo para estirarte un poco porque te duele la espalda. Aquello era vivir en una esclavitud que creíamos que había desaparecido. Éramos violentadas y tratadas como animales. Por eso me puse en contacto con esta Asociación. Y lo primero que me dijeron es que mucha gente se pone en contacto con ella, pero nunca terminan con ellos el proceso por miedo a represalias.

¿De qué Asociación estamos hablando?

“Es una Asociación que pone DERECHOS HUMANOS. Un señor muy amable nos atendió ¡Que Dios se lo pague!”

¿Un tal  XXX? ¿Es de la Asociación de la Mezquita?

Sí. De la Asociación de la Mezquita. Me pidió la copia del pasaporte y el número de teléfono. Y cuando se los mandé, se dio cuenta de que efectivamente tenía intención de seguir el proceso de denuncia con ellos.

Luego, un tiempo después, tuve una crisis cardíaca durante la jornada laboral en el campo. Me llevaron a casa, y al día siguiente al Hospital, donde les dijeron que me tenían que trasladar urgentemente a Huelva. Y cuando les pedí que me llevaran a Huelva, se negaron.

Llamé a esta Asociación y, cuando llegaron, no los dejaron llevarme. La mujer rumana les dijo que no y que ella misma se iba a encargar de llevarme al día siguiente. Pero al día siguiente no me llevó y tengo pruebas de ello.

Estuve tres días sin trabajar porque ella me decía que no podía trabajar estando enferma. Y cuando le dije que tenía que ir al Hospital, ella me dijo que para ir a Huelva tenía que pagar 40 euros. Y esto lo tengo grabado en un audio.

Tuve que llamar otra vez a esta Asociación. Vinieron entonces los abogados (Belén y Jesus, de AUSAJ) y lo vieron todo. La mujer rumana dijo que yo mentía. Entonces les enseñé el audio y fue cuando se descubrió todo. Y a partir de allí ya no podía permanecer en la finca, porque estaba amenazada, y mi integridad física corría peligro porque destapé toda la porquería que había en la finca.

Luego, y la gente de AUSAJ…que Dios se lo pague, me llevaron a Huelva, donde me hicieron las pruebas. Y todo esto sin ningún apoyo de los de la finca.

Al día siguiente, fui a la comisaría para denunciar, pasé a la finca para recoger mis cosas, y después me puse en contacto con mis amigas para explicarles que todo aquello tenía que salir a la luz. Las antiguas me dijeron que ellas no podían hablar porque necesitaban volver el año que viene. Y si hablaban no iban a poder volver y tendrían problemas en Marruecos, porque, como sabes, Marruecos es un país musulmán, y el acoso o sexo es un tabú. Pero acudí a un grupo de chicas más jóvenes para decirles que ellas no estaban hablando de nada fuera de lugar….

 

Esa lista de mujeres, ¿cómo se elaboró?

Porque estaba en contacto con ellas.

Vi muchas cosas. Ví como un jefe venía a ver a una trabajadora al campo. Y les dije que no tuviesen miedo, que hablaran y que había quien nos podría apoyar. En el caso de esta chica, vi cómo venía el jefe a verla, la paraba, y hablaba con ella. Todas nos dábamos cuenta de este tipo de detalles. Y vi muchas cosas que no me gustaban. Las chicas desaparecían varios días.

¿Llegaste a presenciar acoso sexual en el trabajo?

En el trabajo y también fuera. Una vez vi como un hombre abría la puerta de su coche a una mujer mayor invitándola a entrar. Yo misma la cerré dando un portazo, al mismo tiempo que lo insultaba en árabe porque no soportaba ver aquello.

En el trabajo sobre todo.

De hecho, ellos piden personas analfabetas porque son presa fácil. Una persona analfabeta y sin estudios firma cualquier documento sin rechistar, y cuando el jefe la requiere para algo piensa que por norma tiene que obedecer sus órdenes. Suelen tener miedo y para ellas hablar de estos temas es tabú. Y soy testigo de abortos, e incluso se podrían enterar de la cantidad de abortos llevados a cabo con solo preguntar en el centro de salud.

Gracias a Dios después de ponerme en contacto con estas chicas me revelaron que ellas tampoco estaban bien y, aunque yo salí de la finca, seguí manteniendo contacto con ellas

¿Y tú, una vez fuera, dónde te quedaste?

Me he quedado con esta gente. Ellos se encargaron de mí, me compraron los medicamentos, me dieron ropa, cubrieron todas mis necesidades…Y les estoy muy agradecida. Nadie, ni del Consulado, ni del Ministerio de Trabajo o Gobierno marroquíes vino a vernos. Nadie se ocupó, salvo ellos.

¿Qué pasó con XXX?

La mujer se cayó de la cama y se hizo una fractura. Nadie le hizo caso. Estuvo así hasta las dos de la tarde. Entonces es cuando la llevaron al hospital. Es que no hay asistencia médica. No puedes solicitar asistencia médica. No puedes preguntar nada sobre el trabajo ni a cuánto cobras la hora. No puedes preguntar nada. Eres una especie de esclava que ha sido traída para cumplir sus órdenes. Somos como borregos que dependen de su pastor. Unos borregos que comen cuando su pastor los lleva al monte y los encierra después en la granja.

¿Qué te dijeron cuando pediste que te viese un médico?

Me dijeron que tenía que pagar si quería que me viera un médico. Pierdes una llave, tienes que pagar. Quieres cama, tienes que pagar. Tenía que pagar por todo. No había agua caliente. Imagínate… ¡Doce personas compartiendo un solo fuego para cocinar! Es normal que haya discusiones y peleas. Todo el mundo quiere ducharse. Todo el mundo quiere cocinar. Encima estábamos en pleno Ramadán y todas necesitábamos preparar el iftar*.

Hemos padecido una crisis que no se la deseo a nadie. Ojalá que ese barco que nos trajo se hubiese hundido en la mar antes de llegar a España.

Ahora mismo estamos sin hogar. Hemos pedido préstamos para poder viajar hasta aquí y dejarles algo de dinero a nuestros hijos hasta poder mandarles algo cuando cobremos aquí. Y ahora resulta que tampoco nos han pagado, no hemos podido pagar el préstamo que nos dieron en Marruecos. Actualmente, mis hijos están en casa de mis padres y mi marido ha tenido que abandonar la casa donde vivíamos porque no podemos afrontar el alquiler. No tengo techo ni en Marruecos ni en España.

Ruego al Gobierno español que nos apoye y que se haga justicia para poder volver a nuestro país con nuestros hijos con la cabeza bien alta.

¿Quién vive en la casa que está justo después de entrar a la finca?

Las casas buenas las habitan las rumanas y las antiguas.

¿Te consta que en esa casa se ejerce la prostitución?

Ellas reciben visitas de sus novios.

Hay una diferencia entre eso y el ejercicio de la prostitución. Tener novio aquí es algo normal

Sí, sí…es normal. He visto a una, pero no es rumana, es marroquí.

Hay otra casa en la que viven las marroquíes que está al lado de la de las rumanas, ¿tú has visto algo en relación con esa casa?”

Sí, hay una casa donde viven mujeres marroquíes al lado de la de las rumanas. Ver no he visto nada. He escuchado.

Lo único que vi fue a una de las mujeres marroquíes que está siempre con un hombre rumano. Los vi juntos en la finca, en el trabajo, en la furgoneta…como si fuera su marido. Y también entraba a la casa esa. Hay prostitución en esa casa. Lo que pasa que nadie podía hablar por miedo a ser expulsados a Marruecos.

He escuchado que hay mujeres veteranas que intentan empujar a las nuevas para dedicarse a la prostitución, ¿esto es así?

Sí. Hay tres veteranas que vienen a hablar con las chicas. Les ofrecen llevarlas a hacer la compra, las acompañan el primer día, las llevan en coche. Al día siguiente, las arreglan y las mandan solas. Eso sí sucede.

Las tres veteranas llevan y traen a las chicas a los coches. Todo el mundo lo ve. El jefe también. El también participa.

Personalmente, un día estaba sentada fuera en la finca y de repente se acercó un hombre y sin mediar palabra me intentó agarrar. Claro, ahí me tuve que defender y le pegué.

Otras veces, cuando me cruzaba con , el jefe, me decía cosas. Me decía “negra guapa” y “friki-friki”. Me daba mucho asco.

Era así todo el tiempo. Cuando no eran los de los coches, eran los del autostop, cuando no el jefe, cuando no los rumanos con los que trabajamos. He visto cosas muy graves. Era todo horrible.
También es verdad que cerca de la finca se ejercía la prostitución. Aquello no parecía una finca para trabajar. Había música, alcohol, muchos hombres, muchas mujeres, marroquíes, rumanas… Sí, alrededor de la finca había mucha prostitución.

En mi declaración ante la Guardia Civil no hablé nada de esto. No me preguntaron. O yo no me enteré. Me asusté. Y había cosas que no entendía porque declaré en francés y conozco poco el francés. Tampoco sabía si habría más mujeres que contarían todo lo que realmente pasaba; y a ellas le correspondía decirlo por los graves problemas que pueden tener al regreso a Marruecos con sus familias y con su gente.

¿Quieres añadir algo?

Sí. Quiero decirles a todas esas personas que quieren venir a trabajar aquí que dejen de soñar.

Y a nuestro Gobierno y a nuestro Rey, que Dios los proteja, que miren por nuestra situación, ya que el Gobierno no sabe nada de nuestro sufrimiento. El Ministro de Trabajo desconoce y niega que haya habido acoso sexual, y yo asumo toda la responsabilidad cuando digo que sí hay acoso, hay prostitución, hay jefes que se llevan a las empleadas para practicar sexo. Lo vi con mis propios ojos. Lo que pasa es que la gente tiene miedo y no se atreven a hablar.

(*) Iftar: comida con la que se rompe el ayuno diario en Ramadán. Tiene lugar justo después de la puesta de sol.

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[9] DECLARACION JORNALERA 7

 

Me puedes hablar de tu situación familiar, ¿Tienes hijos?, ¿Cómo es tu situación en marruecos?, ¿Por qué razón has decido venir a trabajar aquí? y ¿Cómo has llegado aquí?

En Marruecos mi situación social es media, mi marido a veces trabaja y a veces no ya sabes cómo es la situación en Marruecos. Tengo tres hijos, dos hijas (Una de 3 años y otra de un año y medio), y un niño recién nacido, que al cumplir 40 días de su nacimiento me tuve que venir a España. El principal motivo o la razón que me trajo a España a trabajar es que, mi madre me prestó una casa donde alojarme con mi familia y he estado viviendo ahí pero tampoco quise ser una carga para ella y decidimos comprar un plano de casa y hemos estado luchando para llevar a cabo su construcción. Cuando me vino la oportunidad de trabajar y me dijeron otras mujeres que al trabajar 3 meses nos pagaban 3.000 euros, pensé que al menos así puedo alquilar una habitación y ser una carga menos para mi familia, ya que mi marido también piensa que hay que tener distancia y respeto con los suegros.

Bueno yo me arriesgue y les marque pensando que pusiera ir al menos cuando naciera mi hijo, como por ejemplo el año que viene, pero al marcarles me llamaron a los quince días de nacer mi hijo y me dijeron que he sido aceptada para este trabajo y que tenía que reunir todos los papeles necesarios para solicitar el puesto para esta temporada y que me iba con las que se van en abril. Yo me sorprendí y fui a la oficina para ver si podía aplazarlo y me dijeron que si en este año no iba el año que viene es difícil que te acepten, ya que últimamente la mayoría de las mujeres se escapan una vez que estén ahí, y a demás el dueño se le va a desperdiciar la mercancía. Resumiendo, me dijo que la única oportunidad es esta de ir con las mujeres que iban en abril. Yo decidí ir, el día que mi hijo culpe 40 días yo estaba en el barco exactamente, y vine con la intención de trabajar, traje mis botas, mi ropa para la lluvia, traje dinero con el que pudiera comprarme lo que necesite y cuando llegue me encontré con las demás chicas. Estuvimos 6 chicas en la habitación, y una de ellas estaba conmigo en la lista, ella estaba enfrente mía, junto con su hermana también y nos conocimos ahí.

Estuvimos 10 días sin trabajar, acabamos toda la comida que traíamos con nosotras, el dinero que trajimos se acabó, habíamos cambiado de dírhams a euros unos 40 euros.

Nos sentíamos que todo iba al revés y nos reunimos todas a hablar y les dijimos que quien es el jefe o responsable de esto, ya que no lo conocemos. Vino un tal y nos dijo “hola, que pasa, que pasa,”. Le comunicaron a que estas mujeres quieren trabajar, y él respondió con la pregunta de “ ¿Queréis trabajar?¿ Por qué queréis trabajar?, si tenéis casa, dormís bien, comida bien, mucho bien”, mientras decía esto se tocada las caderas, y partes de su cuerpo haciendo referencia a que ellas tenían solo que estar cuidándose para mantener buen aspecto físico. Nosotras nos sorprendimos de las palabras que dijo ese señor, ya que es el jefe y nosotras le hablamos con mucho respeto y el nos responde de ese modo y con esas palabras. A partir de ese día, dos días después comenzamos a trabajar. El primer día fue muy complicado, ya que no teníamos experiencia de nada y teníamos que sacar la mercancía y nos decían que hay que sacar la raya y nosotras no sabíamos ni que significa. El segundo día estuvo mejor, y el tercero ya empezamos bien. A partir de ese día ya madrugamos, trabajamos hasta las dos, y así sucesivamente, y nos ponían rumanos en las filas que nos decían todo el rato, “friquifriqui”, y nosotras no sabíamos ni qué significaba.

Antes de llegar a esto de friquifriqui. Esos diez días que no cobraste, es decir, donde no trabajaste, ¿Os dieron un anticipo o de qué habéis estado comiendo?

Nosotras trajimos comida de Marruecos, hemos traído garbanzos, mortadela, atún… Yo personalmente mi marido cogió la comida en la tienda y tuvo que pagarlo en 15 días, ya que no tenía ese dinero. Yo vine con la intención de trabajar en España, con intención de comprarme un móvil…

¿Y cuando se te acabó esa comida que trajiste?

Pues cuando se nos acabó la comida, estuvimos en la habitación como el gato y el ratón, sin nada que comer, y la que tenía comida comía, la que no veía la tele o salía, y nosotras viendo en la tele a otras mujeres el primer día que llegamos, nos sorprendimos mucho.

¿Cogiste las naranjas de las que hablan las chicas?

Sí, me llevé muchas

Cuéntame sobre eso

Íbamos a donde tiraban la basura y de allí cogíamos las naranjas. Nos las llevábamos a casa, las lavábamos y las exprimíamos. Cogíamos la botella de agua, le quitábamos la tapadera y las exprimíamos con la bloquilla de la botella. Después metíamos el zumo en la nevera para que se enfríe un poco y nos lo bebíamos. Y respecto a las fresas, ellos no nos dejan llevarnos nada, ni para hacer una ensalada. Decían que no podíamos ni llevarnos ni siquiera una fresa.

Vale, ahora volvemos al tema de antes, a lo de “friqui, friqui”.

Al principio cuando nos decían “friqui, friqui…” pensábamos que ahí hay autoridad, es decir, que es algo del trabajo. Pero nos dimos cuenta que nos hacían gestos, los rumanos nos hacían gestos con los dedos, como haciendo referencia que nos fuéramos con ellos.

¿Gestos con los dedos?

Sí. Nos sorprendimos por la situación. Yo personalmente me quedé sorprendida, y no compre un móvil para hablar con mi familia, pero las otras niñas hablaban con sus familias y les comunicaban su situación, otras temían contarles como es su trabajo, y sus familiares preguntaban como es España y el trabajo, y daba vergüenza hasta decirles lo que hay en realidad. Me daba vergüenza decirles que me prestaran un móvil, ya que cada una tenía sus propios problemas. Siempre me quedaba pensativa y a veces le mandaba un audio a mi familia y me mandaron fotos de mis hijos para poder verlos, y me decía a mi misma que tenía que aguantar y que dios es el que quise que esto pasara. Nos quedamos trabajando como normalmente hacemos hasta ese día, en el que nos dijeron que se descansaba, es decir, ese día solo nos fuéramos a dormir. Al día siguiente solo trabajamos algunas horas y nos dijeron de nuevo de irnos a dormir. Nos dieron unos 50 euros de varios días de trabajo para que pudiéramos mantenernos, pero al acabar esos 50 euros ya no teníamos con que.

Has ido de compras… ¿Cómo has ido a comprar?

Hicimos autostop.

En ese autoestop, ¿Os trataban mal o se sobrepasaron con vosotras?

Obviamente sí, siempre con el que te montabas. Nosotras escuchábamos Almonte pero no sabíamos dónde estaba y no había nadie que nos llevara. Solo al subirte a un coche te preguntan si estas casada, de dónde eres y, al responderles que estas casada, te dejaban a medio camino y se iban. Uno nos preguntó que si queríamos salir con él y al contestarle que estábamos casadas nos dejó a medio camino y se fue.

 ¿Que hicisteis al dejaros a medio camino?

Pues al dejarnos esperamos otro autoestop.

Sigue contando. ¿Os pararon de trabajar y qué más?

Pues nos quejamos de que no trabajamos y que no nos daban dinero para mantenernos, ni tampoco para mandarles a nuestros hijos, y nosotras sin trabajar. Les dijimos que nos dejaran ir a otros sitios para echar más horas de trabajo, en otras fincas, ya que algunas mujeres lo hicieron. Nos han dicho que no, no nos dejaron echar más horas, nosotras con el ramadán y sin nada de comer. Te juro que traíamos patatas podridas y la cocinábamos en casa y encima nos peleábamos por ellas. Te juro que no teníamos nada de pan que comer, y es algo que viví personalmente. Es duro volver a contárselo a todos los periodistas y a veces deseo escapar y no volver a contarlo. Estoy destrozada, al igual que el resto de las chicas que vivieron esto conmigo. Sentí mucha ilusión y esperanza al venir aquí, esperando un futuro mejor y encontrar trabajo, pero me arrepiento muchísimo de venir aquí y dejar a mi niño muy pequeño, y todos diciéndome que abandone a mi hijo muy pequeño y me arrepiento muchísimo…

Sigue contándome todo lo sucedido.

A todo esto yo seguía aguantando y dejándolo en manos de Dios. Mientras tanto el jefe seguía entrando en la las habitaciones de las empleadas sin permiso.

¿Entraba a las habitaciones?

Sí, entraba sin permiso siempre que él quería. Un día dejó su coche y vino directamente a nuestra casa, quería ver a XXX, estaba claro, ya que en el trabajo siempre la acosaba, vino mientras ellas salía de la ducha estaba envuelta en la toalla y él le empezó a meter mano y pidiéndole que se marche con él para su casa. Mientras tanto ella nos llamaba a gritos. Nosotras nos encontrábamos en la cocina y al escuchar los gritos acudimos a ver que pasaba, al verlo, le preguntamos qué estaba sucediendo. Nos respondió que no era nuestro problema que era cosa de ellos.

XXX ya ha contado su situación, ahora cuéntanos tú la tuya.

Al intervenir nosotras y pedirle que no la tocase más que estaba embarazada, nos persiguió a la cocina, a y a mí. Ahí le empezó a tocar la barriga a y le preguntó: ¿Tú estás embarazada también? Ella le contestó que no, entonces le sacó dinero, un billete de 50 euros, y le pidió que le acompañase a su casa que, según él, era muy bonita y tenía un baño precioso. Yo ante esa situación me quedé sorprendida. También se giró a mí y me empezó a mirar de arriba a bajo y me dijo: “quieres venir tú y te los llevas tú?”, es decir, el dinero. Al decirme eso sentí como si me hubiese atravesado con una espada. Había vivido muchas cosas en mi vida, pero sentirme tan humillada y tratada de esa manera, nunca en mi vida, salí corriendo y él se volvió a la habitación de Yo salí para buscar a la hermana mayor de que se encontraba en la ducha con para que viniese a ver lo que estaba sucediendo con su hermana, ya que yo no sabía cómo afrontar esa situación. Cuando llegó, vio como el jefe se marchaba de la casa. Un día cogí el pasaporte, porque estábamos en una situación inaguantable, sin trabajo, sin dinero, sin comida, estábamos muy mal, las mujeres gritaban y nadie nos hacia caso. Vino el jefe y le dije que nos diese trabajo para poder comer aunque sea, ya que nos encontrábamos en ayunas. Había puesto el traductor en el móvil para poder hablar con él. Nos contestó que no, que no teníamos derecho a trabajar, que él no tenia trabajo para nosotras y nadie tenía trabajo para nosotras, ninguna fábrica nos iba a contratar. Entonces le contesté que no entendía por qué estábamos trabajando para ti para tu empresa que ni siquiera es donde estábamos destinadas, ya que en el pasaporte no pone que teníamos que trabajar en Doñana, pone el nombre de otra empresa, ¿cómo es qué estamos trabajando aquí?

¿Cómo se llama la fábrica a la qué estabais designadas?

Esta puesta en el pasaporte.

Luego me lo enseñas.

A todo esto nos comunicábamos con el traductor del móvil. Me dijo que el jefe de la fábrica en la que íbamos a trabajar ya tenía bastantes marroquíes y a nosotras no nos quería. Además, dijo “yej” y escupió en el suelo. Por lo que yo os estoy haciendo el favor de acogeros. Una mujer, que también se llevaron a Marruecos, empezó a chillar y reclamaba al Rey de Marruecos esta situación. Entonces nuestro jefe, se subió a sus coche y le preguntó si quería dinero, ella le contestó que sí, que quería trabajar. Entonces, él le pidió que se acercase a su coche y le dijo que si quería dinero que le acompañase a su casa para acostarse con él, que en su casa él le iba a dar mucho dinero.
Yo, personalmente, me quedé en shok. Y el día que vino la policía y a las trabajadoras se les dio una miserable cantidad de dinero, mientras la policía miraba sin decir y hacer nada, me quedé estupefacta.

¿Qué te pasó a ti el día que os encerraron, el domingo?

Ese día fue antes de que decida marcharse, el jefe nos amenazó con no salir de nuestras casas, o sino él se iba encargar de hacérnoslo pasar muy mal. Amenazó con quitarnos los pasaportes y hacernos volver a nuestro país, ya que la policía que había en la puerta le pertenecía y iba hacer lo que él quisiese. A ninguna se le ocurrió salir después de la amenaza. Entonces (es la que había llamado a la asociación cultural musulmana) y yo, decidimos darnos un paseo enfrente de las casas para ver si podíamos captar algo de los que estaba sucediendo.. Entonces el jefe se nos acercó y nos dijo: “¿qué estáis haciendo aquí, volved inmediatamente a vuestras habitaciones”. Le dije que solo estábamos dando una vuelta. Nos dijo que a mi y a nos gusta mucha alargar la lengua, pero la policía que estáis viendo es mía, nadie os hará caso. Entonces a mí me entró miedo, me puse nerviosa y empecé a gritarle. Él muy alterado me cogió de los brazos, me dijo que me tranquilizara, que había visto un vídeo donde salía gritando “No Doñana”. Le contesté que protesté porque no nos dabais nuestro dineros. Nos empujó, nos chilló y nos amenazó. Nos dijo que luego hablaría claramente con nosotras.

¿Os agarró de los brazos?

Sí, y mientras tanto la policía seguía mirando sin hacer nada por nosotras. Indignadas regresamos a nuestra casa llorando. se puso muy nerviosa, quería irse inmediatamente de allí, porque habían empezado a devolver a las mujeres a Marruecos. Entonces decidió escapar, después de ella también decidió hacer lo mismo. Este día yo me encontraba sentada debajo de un árbol, mientras la vi a ella intentando salir, al mismo tiempo escuché la voz de una de las tres encargadas del jefe, son tres antiguas empleadas del jefe, que le informan de cualquier cosa que suceda en la fábrica. muy nerviosa le contestó que iba a comprar pan o tampoco podía comprarlo. Entonces salió, se encontró con y se fueron las dos. Yo regresé a la habitación con y otras, entonces nos llamó llorando le pedimos ayuda, mientras ella nos tranquilizaba y nos comentó que pronto vendrán los periodistas junto a la asociación. Entonces un día regresó a varios chicos del Sindicato, acompañados de un chico negro, para llevarse su ropa. Entonces le dije: “¿ y nostras qué?, yo te ayudé, si seguimos aquí, este (jefe) nos podría hacer algo o devolvernos a marruecos”. Entonces apareció el jefe con la policía, mientras les decía que nosotras eramos unas mentirosas. Y fue entonces cuando me armé de valor y le dije a XXX que ese era nuestro momento o ahora o nunca, ves y cuéntales a la policía todo lo que el jefe te hacía. Justo cuando iba a hablar con los de la asociación, aparecieron las dos hijas del jefe y la agarraron, la intentaron manipular, y decía que ella esta con ellos y que era buena. Mientras tanto seguía llorando y les dijo que no era cierto que abusó de ella, la perseguía en el trabajo, etc. se mantuvo callado. Nosotras seguimos contando nuestra situación y llorando.

Cuando les contaba lo que vivió, ¿el policía que luego te tomó la declaración estaba presente?

¿Esto pasó el domingo?

Sí, el último día, cuando estaba la policía.

¿El domingo fue cuando salió y y regresaron con la policía?

No, fue y las que salieron, pero ya habían vuelto con la asociación, que estaban bajo su protección, solo habían venido a recoger sus cosas.

¿y allí fue cuando hablasteis vosotras?

Sí, sinceramente cuando me dijo que la policía estaba de su parte y su hija vino con el móvil donde salía yo y otras mujeres… tenía miedo.

¿Vosotras habéis salido de allí sin escaparos?

La verdad es que yo solo estaba llorando. Si, a nosotras nos sacó la asociación sin escaparnos ese mismo día. Cuando vino el abogado Jesús, yo estaba muerta de miedo porque el jefe me tenía vigilada y me había amenazado con no salir de casa.
Cuando más miedo sentí es cuando vi al Guardia Civil que nos tomó declaración, que era el mismo que el estaba en la finca por la mañana. Y además no me dejaba decir las cosas y discutía con la abogada.

¿Visteis como los hombres venían y se llevaban de ahí a las mujeres?

Sí, yo vi a dos chicas, amigas mías de la finca, un día que había salido a comprar pan, era una tarde en Ramadán. Estaban las chicas apoyadas en los coches y dos hombres con ellas, estaban manteniendo relaciones sexuales por detrás. Te lo juro, que los vi con mis propios ojos cuando las f***. Regresé y le comenté a mis amigas que aquí ya no teníamos nada que hacer y que si nos devuelven a nuestro yo aquí no vuelvo más.

Vale hermana, ahora vamos a cambiar de tema. Personalmente, ¿tú conociste a alguna mujer que había venido de Marruecos para trabajar la fresa? ¿Alguna mujer que ya había trabajado aquí y tú la hayas conocido en Marruecos?

Mi vecina trabajaba todos los años

¿Y te decía hablaba bien del trabajo?

Me decía ves a trabajar en la fresa que ganarás muchos dinero. Mi vecina, llamada que sinceramente no era un mujer decente, me decía que me fuera a trabajar en la fresa que ganaría dinero. En tres meses me podría comprar un terreno para construir una casa en Marruecos, me decía que era la única solución para construir una casa. Esto me decía mi vecina que vivía enfrente de mi casa.

¿Para comprar un terreno te decía?

Sí, y que esta era la única solución.

El último día que vinieron para devolvernos, el jefe, con la policía al lado, me miraba fijamente. Yo le decía a XXX que lo cuente y que no se guarde nada. Cuando yo le decía esto a el jefe me miraba muy mal y me hacía gestos con la mano. Aunque estaba acompañada de la gente del Sindicato y la policía, no paraba de llorar, tenía miedo. también siempre lleva una especie de navaja con las que nos amenaza.

Un día, mientras trabajábamos, la sacó, dijo “ los marroquíes, todos” e hizo… (hace algún gesto con la navaja).

Otra chica presente en la entrevista: A mí también me amenazó cuando él iba en su coche y yo andando y me hacía esto (gesto) con la navaja. Nos intentaba asustar para que nos calláramos .Probablemente, si va al juzgado, se la llevará

¿Le contaste esto a la policía?

Yo al policía le contaba muchas cosas, pero llegó un momento en el que me daba miedo ya contar, yo le contaba al policía lo que él me hacía para que me protegiese. Cuando llegó el momento de contarle lo que me hizo con un gesto, yo temblaba y lloraba. Sin embargo, él le dijo a la traductora, que ese gesto no significa nada. El policía se puso de su parte (del jefe). Al final, indignada, salió de mi una fuerza caída del cielo y empecé a hablar sin ningún tabú. Vi como él intentaba frenarme, pero Belén le decía que me dejara hablar y que diga todo lo que tenga. Seguí hablando y hablando y, mientras que él me preguntaba lo mismo una y otra vez, y yo le contestaba una y otra vez lo mismo.

(Otra chica presente en la entrevista ( la misma que habló anteriormente): Si, es el policía que venía con XXX, venía a la finca). 

¿Ese policía venía siempre?, ¿veíais como entraba a la oficina del jefe?

(Otra chica presente en la entrevista -la misma que habló anteriormente: Sí, sí, lo veíamos) 

Sí, entraba a la oficina y, a parte, siempre venían también unos policías jóvenes que se quedaban parados, mientras el jefe, y su hija hacían lo que les daba la gana con nosotras y ellos sin decir nada. No preguntaban ni el porqué les tratáis así, ni intervenía ni nada, como si fuesen los guardaespaldas del jefe. Al principio, cuando los veía sentía protección, pero al final me di cuenta que a ellos también había que temerlos. Vino la hija del jefe con el teléfono… con todo el miedo, yo intentaba buscar apoyo en las chicas con las que compartía la casa. Cuando vio que le decía a las chicas que tenía razón, me dijeron que no, que se la iban a llevar a Marruecos, nos dijo que no
había ni asociaciones ni derechos humanos, nada, que todo lo hacían ellos

Respecto a las tres marroquíes alcahuetas, ¿alguna ves te han dicho algo?

Yo discutí con una de ellas, con XXX

¿Por qué?

Porque cuando vino XXX, el primer día y dio una vuelta con los de la asociación cultural musulmana para observar, vino ella alterada, como si fuera la jefa y le dijo: “¿qué pasa hermano, hay algún problema?” Y toda mujer que intenta hablar, le mandaba a callar y le decía que se centre en su trabajo y en cuidar su puesto. Todas las mujeres se asustaron. Y empezó a decirles que no, en Doñana hay un buen trabajo, hay esto y lo otro. Entonces habló otra mujer y les dijo que nada de lo que había aquí era bueno, nos hacen esto y esto. empezó a recular, pero cuando se giró y vio al jefe venir y a , volvió a decir “No, aquí el trabajo es bueno, Doñana está bien y estos son buena gente y vosotras sois quien tenéis el problema”. Nos echó la culpa a todas nosotras, decía que las nuevas éramos las malas.

¿Nunca te ha ofrecido dinero para que vayas con hombres?

No, no, yo a ella no la conocía, no le hablaba, el día que le hablé, discutí con ella. El día que hicimos la manifestación, todas gritaban “¡No Doñana!”, ellas también aunque lo hacían con la cara tapada. Pero ellas nos engañaron, de repente como vieron que la gente estaba grabando vídeos y echando fotos a lo sucedido, destaparon sus rostros y empezaron a decirles a las mujeres que si seguían manifestándose no las devolverán a trabajar en la fresa, la llevarán de vuelta a Marruecos y nunca os devolverán. Les decían a algunas que se fueran con ellas, que el jefe les subirá el sueldo, etc. Les comió la cabeza y las que estaban con nosotras, se pasaron al otro bando y empezaron a decir en voz alta “¡Doñana buen!”. No me estaba creyendo lo que estaba sucediendo, mientras tanto vi al jefe que les grababa vídeos y después se acercó a mí con el móvil en la mano y me amenazó diciéndome que tenía un vídeo mío diciendo: “¡No Doñana!”. Fue allí cuando me asusté.

Lo que sí veia era cómo hablaba ella y las otras dos marroquíes con otras chicas y les
proponían cosas, pues las mujeres no paraban de ir y venir a los coches. Los coches estaban todo el tiempo en la carretera, en la puerta de la finca. Lo veía todo el mundo. Todo el mundo, incluido los jefes. Uno de los jefes no paraba de hablar y estar con ellas.

Tambíen veía como acosaba a todas. Estando en el tunel había mujeres que rechazaban ir con él y otras lo aceptaban. Se iban con él y desaparecían varios días. Hay algunas mujeres de las que se iban con él que no volvieron nunca. No sé si escaparon o qué. Se iban para mantener sexo. Ahí fue cuando empecé a comprender qué significaba todo.

Vale hermana, gracias, que Dios te bendiga.

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[10] DECLARACION JORNALERA 10

Hermana , ¿podrías hablarme de tu situación familiar?

Soy de XXX, divorciada. Nací en una familia muy pobre: somos 5 hermanas y hermanos, 3 mujeres y dos varones. La situación económica es miserable. No puedes imaginar hasta qué punto. Me casé muy joven, a los 19 años. Tuve a mi hijo a los 20 años, ahora tiene 9. Sufrí mucho durante el matrimonio. Siempre problemas y peleas con mi ex marido, un día sí y otro también, aquello era insoportable. Sufrí maltrato, y decidí divorciarme y volver con mi hijo a la casa de mis padres. Estando divorciada, mi ex marido no me ha dejado en paz. Cada dos por tres venía a la casa de mis padres para molestarme, no me sentía libre; me sentí como si estuviera en la cárcel, no me ha dejado en paz.

Empecé a trabajar en un trabajo muy precario para mantener a mi hijo y a mis padres. Mi madre es diabética y necesita medicamentos, mi padre es mayor, y mis hermanos, cada uno con su problema. Como decimos en Marruecos, es una familia desestructurada.

Cuando me enteré de las ofertas para ir a trabajar en la fresa, me inscribí. Pensé que era una oportunidad, que Dios me lo trajo para que cambiara mi vida a bien.

Me pidieron la documentación necesaria; en mi caso, el acta de divorcio y el Libro de Familia. Me dijeron que iba a trabajar tres meses, me dieron un papel donde ponía dónde iba a trabajar y a alojarme… Pensaba que era una oportunidad para salvarme de la pobreza y de los problemas que tengo en Marruecos… salvarme de mi ex marido, y poder mantener a mi hijo y a mis padres. Pienso más en ellos que en mí, esa era mi esperanza.

Cuando llegué aquí el 27 de abril, nos llevaron a aquella finca, nos dejaron allí horas de pie sin saber nada, como animales. Después vino una tal nos asignó dónde se iba a alojar cada una. Hemos estado sin trabajo una semana, la comida que trajimos de Marruecos se acabó. Yo traje conmigo 35 euros, hice una carga del teléfono de 10 euros para tener conexión y poder comunicarme con mi familia. Los 25 euros que me quedaban los gasté en la compra del pan y alguna cosa más de comida. Después de 9 o 10 días de trabajo, nos dio un adelanto. Al cabo de una semana empezamos a trabajar, sin ninguna información ni formación. Escuchamos que teníamos que sacar “raya”. Al principio yo no sabía qué significaba “raya”. Si no sacas “raya”, a las 12:00 te sacan del trabajo y te mandan a casa. A las trabajadoras que tienen dificultades o son lentas las mandan a casa dos o tres días como castigo, y si no trabajas no cobras. Una mujer…

Ni siquiera puedes ir a orinar. Nos prohibieron hasta los pendientes. Solo hacían que gritarnos todo el tiempo, gritos muy fuertes. Era insoportable.

¿Cuándo os pagaron?

Cuando pasó un mes.

¿Te dieron algún adelanto?

Nos dieron 50 euros a todas

¿Cuándo?

Después de una semana de trabajo.Cuando yo llevaba una semana trabajando me pagaron 50 euros como adelanto para poder comer, después de varias quejas diciéndoles que no teníamos nada que llevar a la boca.

¿Qué me ibas a contar de una mujer?

Sí, estaba con nosotras en la habitación una mujer que trabajó solo cuatro días desde que llegó, y ya no la llamaron. Le dijeron que tenía que volver a Marruecos, pero no la llevaron a coger el barco; ella no tenía dinero ni sabía ir por su cuenta. Estuvo allí sin trabajo y sin comida 20 días. Solo contaba con nuestra ayuda, y cuando se fue me contaron que le habían dado 50 euros. Yo no estuve aquel día. Es increíble…La pobre mujer que vino a trabajar con un contrato de 3 meses, alejada de su familia, con todo lo que ha soportado, vuelve con su familia con 50 euros. Con eso no puede ni pagar el transporte desde Tánger a su casa…Ella es de Nador .

Sigue contándome, estuviste 22 días sin cobrar y después, ¿qué pasó?

Llegó un momento en que las trabajadoras no podíamos soportar más abusos y explotación, y empezamos a hablar y a manifestar.
Empezaron las manifestaciones, porque había mujeres que no tenían nada que comer…

Claro, y había una mujer que sufrió una fractura… Todos empezaron a quejarse. No nos permiten hablar ni quejarnos, vivíamos como esclavas. La que quería seguir trabajando, tenía que callarse.

Las habitaciones donde dormíamos no son habitables. Carecen de todas las condiciones de un lugar habitable. Sin embargo hay otras viviendas que son buenas, estas las ocupan las encargadas y las mujeres con antigüedad.

¿Conociste a alguien que hubiese venido a la fresa con anterioridad?

No conozco a nadie, pero escuché que en mi barrio hay gente que había venido a trabajar en la fresa. Puede que en otras fincas las trataban mejor, no lo sé.

¿Conoces a la persona que puso los carteles de ANAPEC en tu población de origen? ¿Sabes si es siempre la misma persona?

No lo conozco, no sé si es el mismo o no

¿Quién te recibe en Tánger?

No sé quiénes son… eran dos.

¿Quién os recibe en España?

y otro del que no sé su nombre. Llaman por nombres, la que escucha su nombre sube al autobús que le indican

¿Sabes si desde Tánger partían hacia otras provincias? ¿Y hacia otras fincas dentro de la misma provincia de Huelva?

Vinieron ocho autocares.

¿Todos ellos iban a la finca Doñana?

No, no todos. Personalmente, vi los autocares cuyos números eran el 7 y el 8, fueron los que se dirigieron directamente a Doñana. Los otros… no sé. Cuando llegamos a Doñana ya había mucha gente nueva.

¿Qué pensaron en nuestra primera visita, el día que fuimos a la finca y vino con la gente de AUSAJ? ¿Y qué comentaron después en el campamento al respecto?

Yo no sabía que las chicas estaban en contacto con la Asociación cultural musulmana, no conocía a nadie de las mujeres que estábamos aquí, solo a Cuando llegó la gente de la Asociación, de AUSAJ, los vi entrando a la habitación de la mujer que se había roto la cadera. Esta mujer se cayó sobre las 00.00h. Empezamos a hablar con la gente de la Asociación, todas a la vez de lo que le pasó a y de los problemas que teníamos en la finca.

¿Se cayó y la ambulancia no vino hasta el día siguiente?

Sí, nunca olvidaré los gritos de dolor de esta mujer.Como decimos en Marruecos, eran gritos que despiertan a los muertos de las tumbas. Toda la noche gritando. Cuando fuimos al trabajo por la mañanasiguió gritando. La encargada no hizo ni caso; fueron a avisarla del accidente, y ella les dijo que la llevaría al día siguiente al médico. Cuando volvimos nos dijeron que la llevó en su coche, creo, y no en la ambulancia.

Con su visita sentí un alivio muy grande. Al fin alguien nos podía ayudar para que nos pagaran y nos respetaran en esta finca, para que pudiéramos trabajar los meses que tenemos en el contrato con respeto.

No tenemos agua caliente en las duchas, nos descuentan el gasto de la luz. Compartíamos la cocina 12 personas, hay que hacer turnos para cocinar. Era Ramadán, y todas teníamos que comer a la misma hora.

Cuando enfermó, pidió ir al médico y le respondió que tenía que pagar para ir al médico. Yo, sinceramente, no quería implicarme demasiado en las manifestaciones, aunque iba…

¿Cómo se confeccionó la lista en que se apuntaron las personas que querían denunciar?

No le sé, esta pregunta pueden responderla y

¿Quién escribe la lista?

No lo sé.

¿Quién entrega la lista a XXX el viernes cuando está en la finca?

No lo sé.

¿Cómo se hace?

No lo sé. Yo no preguntaba.

¿Conociste a XXX?

Lo conocen en la finca. Cuando empezaron las manifestaciones y las quejas de las mujeres, apareció allí, venía con otros…escuché que eran del Consulado. Yo creo que a XXX lo llamaron las chicas.

El domingo por la mañana, muy temprano, vino el jefe, su hija, y no me acuerdo quién más. Llamaron a la puerta de la habitación donde dormía, me dijeron que tenía que recoger mi maleta para volver a Marruecos. Me decían: “Recoge tus cosas, date prisa”. Hablé con le dije: “No me voy, ni siquiera me he aseado… acabo de despertarme”. Me respondió: “Date prisa, que hay un autobús que va a salir ahora y otro mañana.Tú te vas en el bus de hoy”. Le dije: “Déjame hasta mañana para ducharme y prepararme, y me tenéis que pagar para comprar algunas cosas”. Me dijo: “No, te pagamos en Tarifa”. Le dije que no, me negué a irme, le dije que con qué derecho me echaban… hablé con él desde el corazón. Le dije: “¿Cómo puedes permitir que tu patriota se vaya así, sucia, sin arreglar, sin ni un detalle para su hijo y su familia”. Me respondió que él no podía hacer nada…”Es la ley, es así”.Lo dejamos ahí.

Después salí de la habitación y me encontré con el panorama de todas las mujeres que querían llevar a Tarifa, gritando, corriendo de un lado a otro… Me encontré con y le dije: “Yo voy a escapar, no hay derecho a que me echen así”. Me dijo que ella también quería escaparse de la finca.Dejamos todas nuestras cosas allí, y salimos detrás de las caravanas hasta llegar a la valla. Salimos por debajo de la valla como serpientes, con la ayuda de otras mujeres.

¿Las conocías? ¿Eran marroquíes?

Sí, eran marroquíes. Creo que eran de las nuevas, yo no diferenciaba entre las nuevas y las antiguas. Ellas nos ayudaran a levantar el alambre…

¿Ellas estaban fuera o dentro?

No, ellas estaban dentro con nosotras, pero a ellas no las iban a devolver a Marruecos aquel día. Ellos eligieron a las que habíamos hablado con la gente de la Asociacion, AUSAJ, que nos visitó.

Salimos al campo de fresa, corrimos una distancia grande dentro de los campos de fresa. Salimos de allí también por debajo de una reja. Al salir de allí vimos a la Guardia Civil dando vueltas buscándonos…Nos vio alguno de ellos cuando nos escapábamos y fue con el chisme al jefe. Y empezaron a buscarnos la Guardia Civil en su coche, la hija del jefe, su hermana, y con ellas un chico rumano, que era novio de , y otro que no conozco su nombre. Bueno, eran 5 o 6…

¿Iban en coches?

No, iban en una furgoneta pequeña, de 5 o 6 plazas.

¿De qué color era?

Blanca. Cuando vimos a los guardias civiles, nos echamos al suelo. Cuando pasaron los guardias, nos levantamos… Vimos el coche blanco de la hija del jefe con mucha velocidad y corrimos otra vez , y caímos en un sitio lleno de pinchos y agua sucia. Escuchamos la voz de la hija del jefe diciendo: “Hola, hola”…y algo más. Entendimos algo como “Os he visto salir de allí”. Salimos, ella empezó a acercarse a nosotras, y nosotras anduvimos hacia atrás.

Nos decía que si volvíamos con ellos nos pagarían.

YYY me decía que nos teníamos que escapar, yo estaba cansada. Había una valla alta con pinchos arriba, corrimos hacia la valla, subimos y saltamos al otro lado. Ellos no pensaban que íbamos a poder subir y saltar. En ese momento la hija del jefe nos grabó subiendo la valla. Después dieron la vuelta y siguieron tras nosotras corriendo…ellos corriendo detrás. Corrían como atletas, pero conseguimos escapar.

He pasado el peor momento de mi vida, aunque pasen años y años nunca olvidaré aquel día… Pasé cerca de un grupo de trabajadores rumanos, les cogí una botella de agua y la bebí, aunque estaba en ayuno de Ramadán no pude resistir. Después de correr un largo camino salimos a un sitio con árboles, como un bosque. Llamamos a por teléfono llorando. Habrás escuchado los audios que mandábamos a aquel día. No supimos decirle el lugar exacto dónde estábamos. habló con le contó lo que nos había pasado, y al cabo de una hora y media vimos un coche negro. Yo pensé que eran los de la finca, me rendí, no podía correr más. La sorpresa fue que era y otra persona. Nos preguntó si habíamos escapado de Doñana, subimos al coche, nos dio agua, nos tranquilizó… que Dios se lo pague. Les contamos lo que había pasado y nos llevó a Almonte. Nos dejó en un locutorio de un marroquí, y llamó a alguien… no me acuerdo de su nombre -su mujer era bajita y él un poco gordo-. Nosotras nos quedamos allí, y volvió a buscar a otras mujeres que habían conseguido escapar como nosotras. Se escaparon muchas, pero las cogieron…solo lo hemos conseguido unas pocas. Después llegó al locutorio la gente a quien había llamado una mujer marroquí que se llama , y más gente. Tras eso nos llevaron a un bosque. Vino la prensa, habló con nosotras… Después llegaron Jesús y Belén.

A la prensa le dijimos que no queríamos que sacaran nuestras caras ni nuestros nombres.

No solo nosotras diez somos las que hemos podido escapar, hay otras que se fueron por su cuenta. Nos llegan las noticias, que una está en tal sitio, que otra está trabajando en otro tal sitio hasta que termine su visado.

Entonces a XXX lo conociste a raíz de esto. ¿Cómo supo de la enfermedad de ZZZ y WWW ¿Lo llamaron las chicas?

¿Conoce la razón del cambio de actitud de WWW?

No lo sé, lo único que sé es que estaba llorando todo el tiempo, diciendo que no podía más. Ella estaba en un mal estado por lo que le pasó. Cambió tal vez por el dinero, pero yo no puedo asegurar nada… Me han dicho que la mandaron a Marruecos

¿Has padecido enfermedades o accidentes durante su estancia en la finca?

No

¿Ha solicitado ir al médico?

No. Sabía que no me llevarían.

¿Qué pasó cuando XXX se fue ?

El día que nos escapamos, lo que te conté.

Vale, ¿Llega a ver algún coche, aparte del de la manijera, salir detrás de los abogados? ¿Conoce a alguien de la finca que llevara un coche pequeño naranja y/o una autocaravana?

No vi nada.

¿Qué pasó cuando se fueron Jesús y Óscar?

Cuando vinieron estaban con nosotras en todo momento, nos acompañaron a la finca para recoger nuestras cosas. Después acompañaron a las chicas para declarar, nosotras no fuimos. Nos quedamos en casa de una mujer marroquí; nos dejaron ellos allí, comimos en su casa y por la noche nos llevaron a un hotel.

¿Qué paso el sábado y el domingo?

Lo que te conté, nosotras nos escapamos el domingo. El viernes hubo una manifestación, y el sábado estaban planeando a quiénes iban a mandar a Marruecos… las que estaban en la manifestación, las que hablaban. El viernes las habían estado grabando y estaban marcando los nombres de las alborotadoras, y quiénes son las que estaban en la lista…

¿Os escapasteis de día o de noche?

Por la mañana.

¿Qué le sucedió a las mujeres cuyos nombres estaban en la lista, las que querían denunciar?

Las devolvieron a Marruecos.

¿Sois las únicas que conseguisteis escapar?

No, se escaparon muchas, pero no vinieron aquí.

¿No os encontrasteis con ellas?

No, solo escuchamos que algunas fueron a tal lugar o a trabajar en tal sitio…

¿Tú conoces a un hombre alto que se acercó a la valla para hablar con vosotras? Aparece en un vídeo.

Escuché a las chicas hablar de él, solo sé que es español, no sé quién es.

¿Te sentías encerrada? ¿Lo estabas en algún momento?

Mi corazón está destrozado: primero llevo mucho tiempo fuera de casa, y no he podido mandar ni un duro a mi familia sabiendo las necesidades que tienen. He sentido una impotencia muy grande… Pienso que soy la gafe y estas mujeres están así porque yo estoy con ellas…La suerte me abandonó desde que nací.

Antes del domingo no, pero el domingo sí.

Las mujeres que viven en las casitas de la entrada de la finca, ¿son rumanas todas?

Sí, todas son rumanas

Ese día, ¿os encerraron todas o había mujeres que no?

Cuando pasó eso nos encerraron a todas

¿Y las casas que había fuera de la finca?

No hay nada fuera de la finca, todas estaban dentro

¿Las rumanas también?

Sí, todas

¿Sabes si había prostitución en las casas de las rumanas?

Las mujeres que se venden por dinero se ven.

Pero había otras casas donde vivían las marroquíes

Sí, había una zona en la que solo vivían las antiguas trabajadoras marroquíes. Sus casas eran más bonitas.Mientras que las nuestras, situadas en otra zona, daban pena, ni los perros dormirían allí.

Las antiguas marroquíes, ¿te ofrecieron alguna vez ir con algún hombre, subir a algún coche…?

Personalmente, nunca me han prepuesto vender mi cuerpo. Yo no hablo con nadie, no salgo con nadie, pero en aquel lugar he visto de todo. Muchas veces salía sola.

Pero tú, ¿notaste algo? ¿Sabías lo que hacían?

Claro, eso lo veíamos todos. No es un lugar para trabajar, el jefe que debe cuidarnos y protegernos, él es el peor. Sobre todo en la fiesta del Rocío, allí ves lo que nunca te puedes imaginar. El jefe iba y venía con chicas. Lo ves cada día con una diferente, la morena, la blanca, la flaca, la gorda…le da igual, culo veo culo quiero.
Las marroquíes viejas, hay tres, proponen a las chicas ir con hombres y con el jefe todo el tiempo. Todo el mundo lo ve. Estas tres marroquíes están en contacto todo el tiempo con el jefe, con XXX. 

Otro de los jefes, se dirigió a mí en varias ocasiones. Me sentí muy intimidada. Aunque no conseguía entender casi nada de lo que me decía, por sus gestos y porque me dijo “friki-friki” y “guapa”, entendí que me ofrecía sexo.Me sentí muy ofendida. No entendía como podía pasar todo aquello.

Además teníamos que soportar que los rumanos nos dijeran todo el tiempo “friki-friki”, mientras trabajábamos.

Nos quejábamos todo el tiempo, pero daba igual. Se lo decíamos a la encargada rumana y a los jefes. Pero pasaban de nosotras.

¿Fuiste víctima de abuso sexual o acoso?

El acoso era constante como he dicho.

¿Viste algo relacionado?

Sí, vi, no un día ni dos ni tres… Esto que cuento lo vi con mis propios ojos todos los días. Incluso en Ramadán vi a una mujer marroquí acompañada de uno. Son muchas las que hacen esto y consiguen que se tenga una mala imagen de todas. Yo no podría hacer eso.

¿Quieres añadir algo?

No

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